La esposa inocente del presidente calculador
Capítulo 474

Capítulo 474: 

Janetta sacudió la cabeza y exprimió una sonrisa amarga: «No digo esto para que sientas simpatía. Sólo quiero decirte que no quiero un hombre infiel y seguir el mismo camino de mi madre. Tal vez, tengo lo que llaman fobia al amor».

El rostro de Kent cambió ligeramente y sus cejas se fruncieron. Ella acababa de decir que intentaría confiar en él y él había estado haciendo cambios por ella ¿Cómo podía cambiar en un instante?

«¿Entonces quieres decir que todavía no quieres estar conmigo?».

«Si no lo hago ¿Me dejarás ir?».

«No». Respondió Kent con facilidad.

«Entonces tu pregunta era una mi%rda».

«Janetta, no puedes pasar por alto los cambios que he hecho por ti».

Aunque Alan se riera de él, el amor comenzó a cultivar su carácter. «Lo sé, no estoy ciega. Así que estoy dispuesto a intentar confiar en ti de nuevo».

Recordó lo que Oliva le dijo: Un hombre infiel antes de la boda no era necesariamente infiel a su familia después del matrimonio. Y un hombre que seguía las reglas antes del matrimonio no era necesariamente infiel después del matrimonio. El ser humano tenía dos caras.

Kent juró al cielo: «Aquellos que han hecho cosas malas son extremadamente valiosos después de arrepentirse y cambiar. Janetta, te prometo que serás la única en mis ojos y corazón a partir de ahora».

Janetta seguía negando con la cabeza, no estaba tan conmovida. «No digas eso tan pronto, un juramento son sólo palabras que se puede llevar el viento, el corazón de la gente cambia fácilmente. En aquel entonces, ese hombre había jurado envejecer con mi madre, pero la traicionó luego de unos años, incluso obligando a mi madre a divorciarse sin piedad. Hasta el día de su muerte, aún conservaba las cartas de amor que aquel hombre le había regalado cuando la perseguía, tenía una caja donde guardaba sus conversaciones y votos, pero al final todo eran mentiras y bromas.

No voy a amar tan desinteresadamente como mi madre. Así que, Kent Bai, sólo hay una oportunidad para mi amor. Antes de hoy, no quiero que me importe cuántas mujeres tuviste, pero después de hoy, espero que puedas tratarme de corazón y no encuentres excusas por el trabajo o lo que sea. Así fue como ese hombre le mintió a mi madre y no me gusta, si quieres mantenerme a tu lado, no dejes que te atrape con otras mujeres, ya sea a escondida o abiertamente. Si te atrapo me iré».

Kent le tomo la mano y le besó ligeramente los labios. «No te daré la oportunidad de marcharte».

«Tampoco puedes interferir en mi trabajo. Sé que eres rico, lo suficiente como para no trabajar durante toda tu vida. Y también has dicho varias veces que quieres cuidar de mí, pero esa no es razón para que deje mi trabajo, los sentimientos son cambiantes y el mundo tiene demasiadas tentaciones. No quiero ser como mi madre cuando un día, te canses de mí y me eches, no tenga ni siquiera la capacidad de mantenerme».

Era una especie de pena para una mujer convertirse en el accesorio de un hombre y no poder vivir ella sola después de que la dejaran. El amor podía ser traicionado y vencido, pero ella debía ser fuerte.

Kent se quedó mirando a esta mujer que negociaba seriamente con él para estar juntos. Desde el principio, ella había planeado lo peor, realmente no sabía qué sentir. La sombra de la juventud podía afectar al futuro de una persona, quizás para toda la vida.

La abrazó con fuerza y dijo: «¿Sabes? En realidad, somos iguales, la única diferencia es que en tu caso fue tu padre el que traicionó a tu familia, en el mío fue mi madre la que traicionó a mi padre y se escapó con un hombre rico.

En ese momento, yo sólo tenía siete años, mi padre y yo le rogamos que no se fuera, pero ella dijo que ese hombre podía darle una vida de joyas, viviendo en una villa, saliendo con autos de lujo. En lugar de estar encerrada en un pequeño callejón, teniendo que luchar para usar el baño, preocupada de que alguien la espiara al ducharse y teniendo que evitar que el agua sucia la salpicara. Prefería ser una mujer rica y dejarnos a nosotros.

A los diez años, mi padre murió por sobredosis de alcohol. Después de que esa mujer se marchara, cayó en el hábito de la bebida, todos los días, al salir del trabajo, bebía para adormecerse. Pero antes de que todo eso pasara, era un hombre que no tenía ningún tipo de vicio, de hecho, él era quien cocinaba y lavaba la ropa todos los días al salir del trabajo.

Después de su muerte, mis familiares no me acogieron, no tenía dónde ir… como estaba en la calle y no tenía que comer, aprendí a robar, a dar puñetazos y a ser imprudente. Todos los niños me tenían miedo y sus padres me odiaban. Era una mancha para sus ojos, pero no tenía elección, tenía que vivir.

Y así fue hasta que cumplí los quince años. En aquella época, la Banda del Dragón era sólo una pequeña banda, cuando se pelearon con otra banda pequeña, su jefe resultó gravemente herido, y lo persiguieron para matarlo, pero se desmayó en el callejón.

Yo lo salvé y lo escondí en mi casa, una casa de 20 metros cuadrados que fue la única herencia de mi padre. Utilicé el dinero que había robado para comprarle medicinas y gasas, lo cuidé durante tres días. Así fue como me llevó a la Banda del Dragón y me convertí en su hijo adoptivo. Y ya no tuve que preocuparme por morir de hambre cada día».

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