Infinitamente nuestra
Capítulo 1

Capítulo 1:

POV Arya.

Cuando nacimos algo en el mundo mágico despertó, entre lobos y brujas como si estuviera escrito, la unión de la oscuridad y la luz en algún momento desencadenaría algo inimaginable, cuando teníamos 11 años nos separaron, mis padres dijeron que no podíamos estar juntas porque nuestras vidas corrían peligro.

Una siguió su vida de encanto entre los lobos, la otra fue exiliada entre las brujas alejada de todos, separadas, pero siempre unidas.

A pesar de ser de la realeza de las brujas, nunca me he sentido identificada con ellas, no tengo poderes ni mi hermana, no sabemos por qué, pero nuestros padres nos dicen que cuando encontremos a nuestra pareja nuestro mate, todo tendrá sentido y eso me emociona mucho.

Mi carácter es diferente al de Faith, soy tímida y amable, me encanta ser el centro de atención de todos, sé que mi belleza los cautiva y a pesar de que soy tímida, algo en mí me dice que me deje llevar y que aproveche eso, una voz me dice en mi mente, que debo ser la única y que merezco todo, a veces tengo miedo de mí misma de lo mucho que en el fondo lo disfruto.

POV Faith.

Faith Zanaerys Knox mitad lobo y mitad bruja, princesa de Zanaerys e hija del Rey y Alfa Máximo Zanaerys Knox, mi madre la Reina y Luna Hannia Zanaerys Knox.

La mayor parte de mi vida la he pasado entre brujas, soy rebelde, espontáneo me gusta disfrutar de la vida y llegar a mis límites y sobrepasarlos, mis padres están lejos en nuestra manada y a pesar de que me visitan, los siento lejanos al igual que mi hermana Arya a quien he visto solo en videos y nunca en persona desde que teníamos 11 años.

La sacerdotisa Silvana se ha convertido en mi segunda madre, ya que ella me ha criado en ausencia de la mía, cuando cumplí 11 años algo en mí despertó, cuando lo conocí a él y lo vi frente a mí, algo que no puedo explicar paso cuando nuestras miradas se cruzaron, fue un momento mágico su voz me hizo sentirme viva.

Jamás volví a verlo, porque fue cuando sucedió, sentí que me ahogaba y que estaba muriendo, le gritaba a Arya que me ayudara, pero ella solo se quedaba parada mirándome y una luz que no puedo explicar me regreso a la vida y todo cambio, comencé a sentir la magia, pero antes de poder decírselo a mis padres, estos me alejaron de sus vidas

Arya y yo tenemos una característica que nos identifica, ella tiene los ojos verdes como la naturaleza, mientras que los míos son azules como el cielo, mi hermana y yo somos gemelas idénticas, pero cuando éramos niñas ambas teníamos el cabello rubio platinado y ojos grises, eso, cambio después de un terrible accidente donde casi pierdo la vida, nadie se explica cómo esto sucedió.

Ahora nuestro cabello es rojo fuego y nuestros ojos ya no son los mismos, dicen que desde ese día todo comenzó y que el destino empezó a escribir nuestro camino hacia él, nuestro camino a la muerte de una de nosotras.

Fue cuando comprendí que había algo en mí que tenían que ocultar y eso me dio miedo, el poder que sentía correr por mis venas y la magia que estaba naciendo en mí.

POV Hannia.

Aún recuerdo el día que ellas nacieron, su primer llanto su primera mirada la primera vez que toque sus pequeñas manitas, cuando Máximo y yo tuvimos que tomar la decisión más importante de nuestras vidas, realizar un hechizo con nuestra sangre para ocultar sus poderes.

Cuando Silvana y yo pensamos en ese hechizo fue para salvarlas, para que tuvieran una vida normal, si es que eso existe, pero en el fondo sabía que solo sería cuestión de tiempo para que la realidad nos golpeara con fuerza cuando menos lo esperábamos.

Durante 4 años todo fue perfecto, pero ese sueño que alguna vez tuve seguía atormentándome.

Inicio Flashback del sueño, hace 6 Años.

Tenía días caminando en un bosque y no encontraba nada a mi alrededor, estaba completamente sola, a lo lejos vi a dos niñas pequeñas de no más de 4 años, jugando eran muy hermosas, ellas corrían persiguiéndose una a la otra, estaban cerca de un lago que se parecía al Lago Chenek, el cual reconocí de inmediato. Caminé hacia ellas y sonreí cuando voltearon a verme.

“Hola pequeñas, me llamo Hannia”, les dije sonriéndoles.

Ambas se detuvieron y me miraron con una sonrisa en su rostro, no podía creerlo eran gemelas tenían su cabello rubio casi platinado como el mío, sus hermosos ojos azules casi grises, como el agua del lago, sentí algo extraño en mi corazón la necesidad de abrazarlas, como si fueran mías.

Me acerqué a ellas y me arrodillé, una corrió a mis brazos me abrazo con fuerza, tocando mi cabello y con su dedo siguió la línea de mi nariz.

“Eres muy hermosa, no puedo esperar a conocerte pronto”, dijo ella sonriéndome.

“¿Cómo te llamas?”, le pregunté.

Pero ella puso su dedito en sus labios.

“iShh! No puedes saberlo todavía, ella se va a enojar conmigo”, dijo mirando a su hermanita, me puse algo seria mirándola y mi vista se dirigió a la otra niña que caminaba hacia mí.

La primera niña que me abrazo se alejó de mí hacia el lago y empezó a caminar hacia el agua, la miré y estaba por levantarme para detenerla, pero la otra niña estaba frente a mí, con sus manitas en ambas de mis mejillas, tratando de tener mi atención completamente, que solo la viera a ella.

“Aquí estoy yo”, me dijo sonriéndome, pero trataba de desviar la mirada y ver a la otra niña no quería que le pasara algo.

“Deja de verla, me tienes a mí”, dijo sonriéndome.

“Se puede ahogar, déjame verla no quiero que le pase nada”, le dije y tomé sus manitas, para levantarme, pero su rostro cambio y sus ojos azules se convirtieron en negros, me invadió un miedo que no podía describir, mi corazón sentía agonía por ella, por esta niña.

“Tendrás que elegir ella o yo, pero no importa lo que tu corazón decida, siempre tendré a la oscuridad de mi lado y ella no tendrá a nadie, no puede haber dos, solo puede vivir una”, dijo con una sonrisa y dio unos pasos hacia atrás.

“Tendrás que alejarla de mí, si quieres que viva, las dos vivas, pero separadas o juntas y con la muerte rondándonos hasta que finalmente, ella muera, tendrás que tomar una decisión o ella o yo, sabrás quien soy cuando veas la marca de la luna en mi”, me dijo mirándome, no entendía sus palabras, como podría decidir entre la vida de dos niñas tan hermosas e inocentes.

Ella me sonrió y levanto su mano, señalando al lago, la otra niña se estaba ahogando.

“No siempre podrás salvarla”, dijo con una sonrisa demoniaca y comenzó a reírse, mientras yo corría al lago a salvarla.

Nadé lo más rápido que pude, pero ya no estaba, no la veía por ningún lado, me sumergí y nada, volví a salir a la superficie y miraba para todos lados, llorando, gritando por ella, hasta que abrí mis ojos y me levanté, con mi respiración agitada.

Fin del Flashback.

Pasó el tiempo y la esperanza creció en mí cuando mis pequeñas princesas cumplieron 11 años y ese sueño no se había manifestado aun, pensé que finalmente seríamos felices y ellas vivirán una vida plena, pero eso no sucedió, al contario vi como el inicio del fin estaba dando su marcha.

POV Faith.

“¡Arya! ¡Arya!”, le gritaba a mi hermana, pero ella me ignoraba.

“¿Qué quieres Faith? Ya te dije que no haré eso, porque tienes que ser tan rebelde, tus bromas siempre nos meten en problemas”, decía Arya tratando de persuadirme.

“Y tú porque siempre tienes que ser tan miedosa, ya te dije que nada va a pasar porque vayamos al lago Chenek, me sé el camino perfectamente y no tenemos por qué pedir permiso, tenemos 11 años no necesitamos niñera”, le dije con mi mejor sonrisa.

“Está bien, pero prométeme que no me dejaras sola”, me dijo asustada, sabía que me lo diría le echo tantas bromas que la pobre tiene miedo de que la vuelva a dejar sola.

“Te lo prometo, anda vamos antes de que nos veía Niza o alguien más”, le dije y comenzamos a caminar rumbo al lago Chenek.

“Faith, ¿Nunca te has preguntado por qué no tenemos poderes? Si también somos brujas, sé que no obtendremos nuestras lobas hasta los 16 años y a nuestro mate hasta los 18, que por cierto eso será mágico el conocer a nuestra otra mitad, nunca has soñado con ese momento”, me dijo y pude darme cuenta de lo emocionada que estaba al decirme esas palabras.

La miré y solo pude girar mis ojos, por su comentario.

“¿Y quién te dijo que espero conocer a mi otra mitad? Conmigo soy más que suficiente, ¿Por qué habría de emocionarme el ser la pareja de un alfa posesivo, bruto y cavernícola, son territoriales y solo falta que te hagan pipi para marcar su territorio?”, ella me miro y mostró una enorme sonrisa.

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