Estuve allí antes -
Capítulo 331 (FIN)
Capítulo 331 (FIN):
Mi nombre es Leona.
El nombre me lo puso mi abuelo. Mi abuelo, según mi experiencia, no era un buen hombre.
Toma mi nombre como ejemplo. Su nombre suena bien, pero él me puso un nombre tan extraño.
Cada vez que protestaba a mi abuelo, él siempre decía que, si mi padre hubiera sido una chica, el nombre no me habría caído encima.
Fue él quien me puso un nombre tan extraño, pero le echó la culpa a mi padre por no ser chica.
Ah, hablando de eso, me olvidé de presentar a mis abuelos.
Mi abuelo, se llama Caden. He oído que era muy atractivo cuando era joven.
Y mi abuela, se llama Grace. A veces me pregunto por qué estas dos personas, que no parecían coincidir en absoluto, estaban juntas.
Mis abuelos se divorciaron antes de que naciera mi padre.
Después del divorcio, ninguno de ellos se casó de nuevo.
Deberían haber seguido caminos separados, pero mi abuelo no tenía vergüenza y siempre molestaba a mi abuela.
Desde que lo recuerdo, mi abuelo no dejaba de complacer a mi abuela.
El abuelo Humbert dice que mi abuelo nunca bajaba la cabeza ante nadie. Era tan duro que todos le temían. Pero no creo que el abuelo Humbert dijera la verdad.
Si mi abuelo era tan duro, ¿Por qué era tan obediente como nuestro golden retriever cada vez que la abuela lo miraba?
Además, ¿Has visto alguna vez a un hombre duro con unas habilidades culinarias tan perfectas, comparables a las de un chef de cinco estrellas?
Desde que era joven, la cocina de mi abuelo era la mejor de la familia, incluso mejor que la de los chefs que contratábamos.
El abuelo se levantaba temprano por la mañana para pasear al perro. Cuando volvía, siempre tenía un montón de ingredientes en la mano.
Cuando la abuela se despertaba, el abuelo había estado ocupado en la cocina toda la mañana. Una comida caliente estaba lista en la mesa del comedor. No sería muy suntuosa, pero sí bastante caliente.
La abuela nunca cocinaba. Su único trabajo doméstico era regar las flores del jardín. El abuelo decía que era bueno que la abuela fuera así.
Un día le pregunté al abuelo en secreto: «Te levantas temprano todos los días para cocinar tres comidas al día, y luego tienes que ir a trabajar. Incluso los empleados tienen fines de semana y vacaciones. ¿No estás cansado sin tener un solo día de descanso?».
El abuelo dio un vistazo a la abuela, que estaba tomando el té de la tarde en el jardín. Sonrió como un tonto y dijo.
«Soy feliz con todo lo que hago mientras a tu abuela le guste. Estoy dispuesto a mimarla. Lo mejor es mimarla tanto que desprecie a los demás hombres. Así, tu abuela no tendrá tiempo de pensar en dejarme por el resto de su vida».
Hubo otros detalles aparte de eso.
Todo lo que sé es que el abuelo mimaba a la abuela como un loco.
Siempre consideré a la abuela pretenciosa. No quiso volver a casarse con mi buen abuelo. Se lo conté al abuelo, y él, que nunca se había enfadado conmigo, me dio una fuerte palmada en el trasero. El abuelo me dijo: «Pequeña bribona, si vuelves a considerar a tu abuela así, te mato a golpes.
Tu abuela es la mejor mujer del mundo. Recuerda ser buena con tu abuela en el futuro. Está bien si no eres buena conmigo. Pero si te atreves a no ser buena con tu abuela, te prometo que te daré una paliza».
Me sentí agraviada en ese momento. Estaba siendo regañada por mi abuelo. Más tarde, me enteré del pasado entre mis abuelos.
Una noche, tenía hambre y me levanté de la cama para buscar comida. Cuando pasé por la habitación de mis abuelos, la puerta no estaba cerrada y me asomé al interior con curiosidad. La escena que vi casi me sorprendió.
El abuelo sostenía los pies de la abuela y los colocaba sobre su pecho.
Me pareció increíble. Corrí a la habitación de mis padres y pregunté: «¿Es el abuelo un p$rvertido? Le he visto sujetar los pies de la abuela. ¿Tiene un fetiche con los pies?».
«Tu abuelo estaba calentando los pies de tu abuela. Tu abuela no goza de buena salud y siempre tiene las manos y los pies fríos. Tu abuelo se preocupa por tu abuela. Finge que no lo has visto. No se lo digas a tu abuelo».
«¿Por qué?».
«Porque tu abuelo te castigará haciéndote practicar caligrafía».
«Papá, ¿Cómo lo sabes?».
«Es una historia triste. Leona, vete a dormir. Tu madre y yo tenemos un negocio que hacer luego».
Mis abuelos no se volvieron a casar. Mis recuerdos de infancia estaban llenos de la vida cotidiana de mi abuelo y mi abuela, que no eran marido y mujer.
La abuela era una persona tranquila, pero cada vez que decía algo, la familia no se atrevía a refutarlo.
No porque tuvieran miedo de la abuela, sino porque el abuelo siempre defendía a la abuela. Esto lo sabían todos en la familia.
De niña, nunca sentí mucho el tiempo, pero lo hice cuando mi abuela falleció.
Mi abuela falleció cuando yo tenía ocho años.
Era el principio de la primavera. Como de costumbre, la abuela se sentaba bajo el gran árbol del jardín y tomaba el té de la tarde que le preparaba el abuelo.
La mecedora bajo el árbol era lo que más le gustaba a la abuela. Cuando estaba cansada, se tumbaba y dormía la siesta.
El abuelo cubría a la abuela con una cobija y esperaba a que llegara la hora de despertarla.
Pero ese día, el abuelo no pudo despertar a la abuela.
La abuela se fue tranquilamente en la mecedora balanceándose al viento de una verde primavera.
La abuela no tuvo ninguna enfermedad repentina. Dejó este mundo en paz en esta tarde de primavera.
Dejó al abuelo…
Nunca olvidaré a mí siempre fuerte abuelo agachado junto a la silla de la abuela durante mucho tiempo, sollozando y llorando. Nunca olvidaré las manos del abuelo, que ya no eran jóvenes, sujetando con fuerza las frías y rígidas manos de la abuela.
El abuelo lloraba como un niño.
Mis padres estaban de pie, no muy lejos, pero no entraron en el jardín. En aquel momento, no lo entendí. ¿No estaban mis padres tristes?
Más tarde comprendí que mis padres estaban dando a mis abuelos la última oportunidad de estar solos.
El funeral de la abuela no fue grandioso, pero vinieron todas las personas influyentes de Ciudad S.
El abuelo organizó el funeral él solo.
Después de que la abuela se fuera, la salud del abuelo empezó a deteriorarse sin motivo.
El doctor no pudo averiguar la causa, pero su cuerpo estaba mucho más débil.
Mi padre dijo que el abuelo estaba enfermo del corazón.
¿Por qué estaba enfermo del corazón?
No me atreví a preguntar.
Después de la muerte de la abuela, todos los días el abuelo sostenía la foto de la abuela y la miraba con atención, como si la abuela siguiera viva.
De vez en cuando, el abuelo le hablaba a la foto de la abuela como si estuviera hablando con ella.
Llegó otra primavera y todo volvió a suceder.
El abuelo me tomo de las manos y me dijo: «Tú te pareces a ella».
«¿A quién?»
«A tu abuela».
«Abuelo, no estés triste». Ese año, yo tenía catorce años, y entendía más cosas. Había escuchado más historias sobre mis abuelos.
Era inconcebible. Cuando escuché por primera vez la historia de mis abuelos, me enfadé porque el abuelo no distinguió lo bueno de lo malo. Era demasiado egoísta y daño a la abuela antes de saber nada.
Entonces pensé que la abuela no tenía respeto por sí misma. Si yo fuera ella, no volvería a ver a mi abuelo, ni siquiera una vez.
Mi corazón subió y bajó siguiendo su historia.
Culpe a la abuela por su falta de carácter.
Más tarde, la abuela Gloria dijo que mi abuela cedió a su afecto retorcido, todo por el amor y el odio.
Mi abuelo aprendió a apreciarla y no desperdició su amor como muchos hombres en este mundo.
La forma en que el abuelo mimaba a la abuela era como si su cuerpo estuviera poseído por un genio mimador de esposas.
Cuando terminé de escuchar la historia de mis abuelos, me quedé en silencio. Ya no culpaba al abuelo por no ver a través de su corazón, ni a la abuela por su indecisión.
Tal como dijo la abuela Gloria, uno de ellos dejó de ser extremo y dio paso a su afecto para que su relación tuviera un final perfecto.
No pude evitar preguntarme. Si la abuela no hubiera dado marcha atrás, ¿Se hubieran convertido en dos personas desafortunadas?
«Abuelo, he oído tu historia de amor con la abuela. El principio no es feliz».
El abuelo sonrió y me dio una palmadita en la cabeza. «Gracias a la concesión de tu abuela, pude volver a tener su amor. Ya sé por qué no quería volver a casarse conmigo. Pensó que yo no conocía su pequeño secreto».
«¿Qué pequeño secreto?».
pregunté con curiosidad, pero mi abuelo sonrió sin decir una palabra.
«Por cierto, abuelo, tú quieres mucho a la abuela, pero ¿Por qué no te he oído hablarle con dulzura?
Mi abuela se quejó una vez con la abuela Gloria y la abuela Vivian, diciendo que tú lo hacías todo por ella, pero te negabas a decirle ‘Te amo’. Abuelo, ¿Por qué no se lo dijiste a la abuela? La abuela tenía muchas ganas de oírlo».
El abuelo se rió con voz vieja pero alegre, como un niño travieso. «Sé que ella quería oírlo».
«Entonces, ¿Por qué no se lo dijiste?».
El abuelo dejó de sonreír y dijo con firmeza.
«Por supuesto que no puedo decírselo ya que ella lo deseaba tanto. De lo contrario, ya habría sido suficiente y no querría oírlo en su próxima vida. ¿Qué debo hacer si ella no viene a mí en la próxima vida? Si no lo decía, ella siempre lo recordará. Así, tu abuela seguirá siendo mía en la próxima vida».
El abuelo me dedicó una sonrisa malvada cuando dijo eso.
El abuelo parecía estar un poco fatigado. Me dio un dulce que estaba sobre la mesa de piedra y agitó la mano con cansancio. «Buena chica, tómalo».
A mí me gustaban mucho los dulces de mi abuelo, así que me marché feliz con ellos.
Esa tarde, fui a ver a mi abuelo con un libro de inglés y le pedí que me leyera a Shakespeare con puro acento cockney. La profunda voz del abuelo era especialmente agradable al oído cuando leía en inglés.
«Abuelo, léeme a Shakespeare». Estiré la mano y empujé a mi abuelo, que estaba durmiendo en la mecedora de la abuela, pero no pude despertarlo.
El abuelo se había ido. En la misma tarde de primavera, bajo el mismo árbol, en la misma silla en la que había fallecido la abuela, se fue tranquilamente dormido como la abuela.
El abuelo llevaba un reloj de bolsillo en la mano. En el reloj de bolsillo había una foto de la abuela. En la foto, la abuela sonreía cálidamente.
En la silla, el abuelo también sonreía con sus labios envejecidos.
El cielo era azul y la brisa era gentil. Pero el abuelo se había ido.
Sé que el abuelo se fue sin remordimientos. Siguió a la abuela, la persona más preciada de su vida.
En su vida, mis abuelos no volvieron a casarse. Y ninguno de los dos mencionó el pasado, pero vivieron el resto de su vida tan felices que los demás los envidiarían.
«Abuelo, has ido a buscar a la abuela, ¿Verdad?».
No puedo oír la respuesta del abuelo, pero sé que lo más serio y persistente que había hecho el abuelo en su vida era mimar a la abuela.
Al final, vi sus últimas notas en su poder.
[Caden ama a Grace, con toda su vida. Querida, voy a buscarte].
Me quedé un poco boquiabierta. El abuelo no dijo ‘te extraño’, pero esa breve frase reveló los más profundos sentimientos de añoranza.
«Abuelo, no hagas daño a la abuela en tu próxima vida».
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Fin
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Nota de Tac-K: Me pregunto quién logrará terminar primero la novela…, espero les gustará, la novela tuvo un largo proceso durante poco más de dos meses y es parte de mi objetivo de traerles más novelas completas, espero les gustará, tengan una excelente mañana, tarde y noche. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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