Estuve allí antes
Capítulo 23

Capítulo 23:

«¡No!» Respondió Grace apresuradamente, «¡No me escondí de usted, Señor Shaw!».

¡Mentira!

¡Ella se escondía de él!

Pero…

«¿Qué pasa con tu voz?» ¡Qué ronca estaba su voz!

«Me duele la garganta». Grace bajó la mirada y se negó a decir más.

«¿Me tienes miedo?»

Los párpados de Grace se movieron, pero no refutó.

Caden, que estaba de pie junto a su cama, levantó las cejas lentamente y se sintió aún más infeliz.

De repente, se inclinó hacia delante. Grace vio en un trance horrorizado como él apoyaba un brazo en el colchón junto a ella, y de repente estrechó la distancia entre ellos.

Su otra mano alcanzó a Grace; y cuando ella se encogió inconscientemente hacia atrás, Caden dijo con voz tranquila: «No te muevas».

Al ver que Grace se sentaba inmóvil y obedientemente, Caden le apartó el flequillo y le pasó los dedos por la cicatriz de la frente. Grace ya no estaba bien; era realmente difícil para ella ignorar el frío dedo de Caden tocándola.

Caden acarició la cicatriz suavemente con sus dedos, frunció los labios y preguntó con desazón: «¿Cómo te hiciste esta cicatriz?».

Grace dio un vistazo a Caden frente a ella… ¡B%stardo hipócrita!

¿Cómo se la hizo? ¡Como si él no lo supiera!

Respondió con rigidez: «Me lastimé». ¡Gracias a ti! añadió en su corazón.

El dedo acarició la cicatriz y comenzó a bajar lentamente hacia sus labios.

La piel bajo las yemas de sus dedos estaba seca y descascarillada, tenía un color pálido.

Grace no se atrevió a moverse en absoluto. Se quedó en su sitio con el cuello rígido, mientras la palma de su mano sostenía la mayor parte de su rostro.

Su pulgar se movía por sus labios, acariciando suavemente. Lo extraño era que, a pesar de que sus labios no eran suaves y regordetes ni rosados, eran seductores como pétalos en flor, sus labios secos y pálidos despertaban de algún modo su deseo.

Los ojos de Caden se oscurecieron de deseo. Al segundo siguiente, tomó sus labios sin miramientos.

Sus labios ardientes cubrieron los de ella. Grace no tenía fuerzas para resistirse, aceptó pasivamente el dominante beso de Caden.

Dulce… Caden estaba totalmente inmerso en el beso. Después del beso, de repente recordó…

«¿Es bueno mi beso o fue mejor el de ese b%stardo de Franklin?»

Grace seguía aturdida, y su pálido rostro se había puesto rojo a causa del beso. Antes de que pudiera recuperarse del beso, oyó que Caden le preguntaba fríamente.

«¿Eh?»

¿Qué ‘Eh’? Caden frunció el ceño: «Te he preguntado algo. ¿Es mejor mi beso, o el de ese b%stardo? »

¿Qué demonios es esto?

Al ver que Grace seguía sin contestar, Caden se molestó.

¿Cuánto tiempo tardó en pensarlo?

¿Era tan bueno el beso de ese b%stardo de Franklin? ¿Dejaba un regusto tan duradero?

Una extraña y desconocida ira estalló en el cuerpo de Caden; Grace ni siquiera tuvo tiempo de entender lo que estaba pasando. Sólo tuvo tiempo de respirar agudamente cuando Caden la empujó con fuerza hacia la cama y la presionó. Al segundo siguiente, Caden bajó la cabeza y la besó en el rostro. Grace dejó escapar un «Oh» cuando Caden acercó frenéticamente sus calientes labios a los de ella y la besó con fiereza.

Chupando o mordiendo, ¡Debía hacerle daño! Caden no podía entender sus propios pensamientos y la extraña emoción surgió en su corazón, aunque la mujer que tenía debajo era la culpable de haber matado a Wallis hace tres años en este momento, y a pesar de que odiaba a esta mujer.

¡Pero él no podía permitir que esta mujer tuviera otros hombres en su corazón!

¡No se le permitía entrar en Franklin! ¡O a cualquier otro! Excepto Caden, aunque Grace viviera toda su vida bajo su tormento, ¡Él nunca permitiría que otros hombres vivieran en su corazón!

En ese momento, Caden no pensó en por qué tenía un deseo tan loco y abrumador sólo por Grace.

Hacía tiempo que había decidido que odiaba a esa mujer, pero nunca pensó en por qué se preocupaba tanto por cada movimiento de Grace.

Más tarde, se arrepentiría innumerables veces; se arrepentiría de lo que le hizo hoy y hace tres años.

«¡Ejem, ejem!»

Alguien tosió señaladamente fuera de la puerta de la sala. Grace se sobresaltó e inconscientemente apartó el hombro de Caden de ella.

Sin embargo, el hombre era obstinado y poderoso. La rodeó con el brazo presionándola debajo de él. Puso una gran mano en la mejilla de Grace, tratando de confinarla de esta manera, y continuó besando sus labios. Le chupó los labios e hizo ruidos de succión sin escrúpulos, sin importarle que hubiera una tercera persona en la sala.

El rostro de Grace se puso rojo y caliente de vergüenza. El sonido de los besos resonó en toda la sala.

En medio del beso, Caden abrió los ojos sin interrumpir el beso. Sus ojos oscuros se fijaron en el rostro de la mujer que tenía entre sus brazos; su postura embriagada le hizo sentirse satisfecho.

Sólo entonces la soltó y miró con elegancia hacia la puerta de la sala. «¿Qué estás haciendo?» Preguntó con voz perezosa.

¡Maldito b%stardo!

¡Humbert estaba a punto de perder la cabeza por el enfado!

Le llamó para que corriera al restaurante a recoger la comida y ahora tenía la desfachatez de preguntarle ¿qué hacía aquí?

Caden… ¿Podrías ser más descarado?

Humbert colocó el enorme termo en el mueble junto a la cama. “No hagas este tipo de cosas en el futuro. Es inmoral hacerlo a plena luz del día». Caden no reaccionó en absoluto. Sin embargo, Grace estaba roja de pies a cabeza.

Enterró la cabeza avergonzada, deseando encontrar una grieta en el suelo para desaparecer.

En un momento, habían pasado muchas cosas. Grace estaba muy embobada y confundida… ¿Caden la besó?

¿Por qué Caden la besó de repente?

El corazón de Grace estaba aturdido y confundido.

Su corazón que había estado muerto durante tanto tiempo se agitó en un momento.

Humbert tiró de Caden de la mano y lo sacó de la sala.

«Ella, ella… ¿Es ella Grace James?» Humbert sabía que era Grace. La reconoció aquel día en la habitación 606. Pero lo que no podía creer era la escena que acababa de ver en la sala… Ella estaba presionada bajo Caden y él la besaba, ¿En serio?

«¿Qué? ¿No tienes ojos para ver?»

«¡No!» Humbert agarró a Caden, que ya se había dado la vuelta y estaba a punto de entrar en la sala, «Caden, no sientes nada por ella, ¿Verdad?». ¡Oh!

Esta vez, Humbert tuvo éxito en hacer que Caden se detuviera en su camino. El hombre se giró lentamente y miró a Humbert peligrosamente,

«¿De quién estás hablando? ¿Sentimientos por quién?»

«Grace». ¿De quién más podría estar hablando? Humbert podía sentir que los ojos de Caden le atravesaban el alma. “Caden, mi hermano, por favor no uses tus ojos infrarrojos para escanearme más, ¿Ok?”

¡Acaba de presentar una conjetura razonable! ¿Era necesario tratarlo así?

Cuando Caden entró de nuevo en la sala, encontró a Grace sentada y rígida, ¡Como si estuviera congelada en un refrigerador!

La miró fríamente mientras sus finos labios escupían frías palabras: «Come, hice que

Humbert fuera especialmente a comprar la comida de la mesita de noche para ti».

Grace se quedó mirando a Caden con la boca abierta, pero sólo ella misma sabía que un rincón de su corazón cerrado y silencioso durante mucho tiempo estaba abriendo lentamente su puerta.

«Después de todo, estás en venta. Ya que te vendes, debería pagarte si te beso». Entonces sacó su cartera, sacó de ella un gran montón de dinero en efectivo y lo arrojó descuidadamente sobre la cama de Grace: «Esto es el reembolso de tu hospitalización por parte de la empresa. Si no es suficiente, pídele más a Gloria».

*¡Bang!*

La puerta se abrió y se cerró de nuevo. «Cuida bien tu cuerpo para que puedas ganar más dinero para mí».

Caden se fue con un aspecto elegante y despreocupado, dejando a Grace con el rostro ceniciento en la cama del hospital.

Ella pensó que la besó porque sentía algo por ella. Ella pensó que podría ser una señal… ¡Estaba equivocada!

Este hombre la odia, como siempre.

Sólo la torturaría y la humillaría. Nunca la amará.

Fue engañada de nuevo.

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