Estuve allí antes
Capítulo 197

Capítulo 197:

«¡Tú, z%rra! ¡Tú todavía puedes reírte ahora! ¡Tú, asesina! Tú, p$rra sin corazón».

Su voz se volvió agitada y teñida de una ira hirviente: «Si no fuera por ti, Wallis no se habría ido de este mundo tan joven. Si no fuera por ti, ¡Cómo pudo Wallis ser víctima de esos animales bárbaros! ¡Todo fue por tu culpa! Tú, p$rra malvada sin corazón».

Grace estaba atada a una silla a la que le habían cortado una de las patas por la mitad mientras miraba sin comprender al anciano que la maldecía.

«No podía creer que Wallis te viera como su amiga, y mejor amiga, además. Pero, ¿Qué has hecho tú a cambio? ¿Qué demonios has hecho tú?»

Sam estaba sacudiendo a Grace junto con la silla violentamente como si estuviera transfiriendo su ira a través de este movimiento. Sus ojos goteaban un odio venenoso.

Grace había soportado su ataque de ira en silencio, hasta que Sam había mencionado que ‘Wallis te veía como su amiga’… ¡Esta fue la gota que colmó el vaso para ella!

«Yo pensaba lo mismo hace muchos años. Wallis era, en efecto, mi mejor amiga y yo era su mejor amiga a su vez». Sam miró con odio a la chica atada a la silla, que empezaba a soltar una risita ahogada. Como si le invadiera el veneno por todo su cuerpo…

*¡Plaaf!*

¡Una cachetada!

«¡Todavía te atreves a reírte! ¡Tú todavía tienes las agallas para reírte!»

Su bofetada fue lo suficientemente fuerte como para torcer completamente el rostro de Grace en otra dirección.

Su cabeza se inclinó hacia un lado mientras su cuerpo permanecía inmóvil, medio apoyado en la silla. Aunque su boca palpitaba de dolor debido a la bofetada, parecía imperturbable mientras mantenía su postura mientras abría lentamente la boca: «Sam, ¿Crees que soy estúpida? ¿Crees que no soy capaz de entender las cosas después de pasar tres años en prisión?»

Su cabeza giró poco a poco para que su mirada cayera ahora sobre el rostro distorsionado de Sam.

«¿Quién fue el instigador? ¿Quién era el que albergaba malas intenciones? ¿Y quién fue la que falló estrepitosamente en sus acciones y tuvo su merecido?» Expresó cada palabra con convicción. Su voz era clara como el cristal. Aunque la comisura de la boca estaba marcada por la cachetada, ¡Insistió en dejar claros sus pensamientos aquí y ahora!

Era como si finalmente pudiera aclarar el enredo que la unía a Wallis con su anuncio aquí. También era su petición de revelar el crimen de Wallis, incluso después de todos estos años.

¿Cómo no iba a estar segura de todos los detalles?

Ella era la que había caído desde la cúspide de la pirámide en un enjambre de barro. Comprendió que estos detalles aparentemente insignificantes a los ojos de los demás eran primordiales para ella. Debía aferrarse a todas las ventajas que pudiera conseguir para estar segura de su propia decisión y preocupación.

«Tú…» El corazón de Sam pareció saltarse un latido mientras entraba en una espiral de confusión. Miró fijamente a la persona atada a la silla y un destello de sospecha cruzó sus ojos. ¿Se había enterado de la verdad?

No.

¿Cómo es posible?

Si realmente sabía la verdad, ¿Por qué no había dicho al Maestro Shaw en el momento en que salió de la cárcel?

Si realmente estaba al tanto, ¿Por qué no dijo nada sobre la mezquindad y el difícil trato que había recibido mientras se quedaba en la Mansión Shaw?

No habría sabido la verdad.

Si lo contrario era cierto, ¿Cómo podía quedarse sin saber lo que le ocurría? ¿Cómo pudo permanecer en silencio?

Grace no registró el shock en el rostro del tío Venus, o más exactamente, no le importó menos su reacción si era de asombro u otras emociones. No le importaban las opiniones de nadie mientras empezaba a poner en palabras sus recuerdos mientras miraba fijamente la luz blanca fluorescente sobre su cabeza.

«Sam, ¿Te acuerdas? Cuando todavía era una niña, siempre me divertía mucho con Wallis en el jardín de la mansión. Solas las dos, nos sentíamos contentas, aunque sólo estuviéramos leyendo un libro con la espalda apoyada en la de la otra bajo el enorme árbol. Cuando mi abuelo aún vivía, había sido muy estricto conmigo. Tenía que aprender muchas cosas, mucho más que mis compañeros. A veces, tenía que estudiar, aunque ya fuera pasada la medianoche, por lo que no había mucho tiempo para tomar un descanso. Cuando atrapaba una oportunidad para descansar, iba a la Mansión Shaw. Caden no me prestaba atención la mayor parte del tiempo, en cambio era Wallis quien pasaba más tiempo conmigo».

«¿Qué tratas de insinuar al pronunciar todo esto?» El rostro de Sam estaba lleno de aprensión y suspicacia. «¿Acaso piensas que, al recurrir a los sentimientos, funcionaría en mi contra?».

La línea de la mirada de Grace finalmente se desplazó de la luz blanca fluorescente y cayó sobre el rostro de Sam. Su vista estaba un poco borrosa después de enfocar la luz blanca durante demasiado tiempo, por lo que no podía distinguir los detalles del rostro de Sam con claridad.

Esto le hizo ver su intención… quería evitar, en la medida de lo posible, dar un vistazo al rostro de este despreciable anciano.

«Lo que trato de decir es que no creo que Wallis sea alguien que se s%icidaría, basándome en lo que entiendo de ella durante el tiempo que crecimos juntas».

«¿No fue la muerte de Wallis causada por ti al inculparla y permitir que la profanaran?» Las mejillas de Sam se habían hinchado por la ira.

Grace sacudió ligeramente la cabeza mientras manejaba una risita. Esto le resultaba divertido: «Estoy bastante segura de que yo no fui la responsable de lo que ocurrió aquella noche. Creo que todo el mundo sabía quién estaba detrás de esto. Sam, ¿Puedes contarme las circunstancias que rodearon la muerte de Wallis?»

«¿Qué… qué tonterías estás soltando ahora? Si tú no eres la culpable, entonces ¿Quién podría ser? Tú eres la que ha causado directamente su muerte».

Empezó a sentir un dolor persistente detrás de su retina. Tal vez, sólo tal vez… debería seguir enfocando su mirada en la luz cegadora que había sobre ella.

«Sam, ahora estoy completamente a tu merced teniendo en cuenta que estoy atada aquí. Tú probablemente no me permitirás salir de este lugar viva, ¿Tengo razón? De lo contrario, el incidente que la rodea llevaría a esa persona directamente a ti. Y para entonces, tú también encontrarías el final del camino».

Ella miró a esta persona mayor mientras continuaba: «Tío Venus». Era raro que se dirigiera a él así después de tantos años.

Ella continuó: «Tío Venus, ya que no piensas dejarme ir, deberías decirme directamente la verdad sobre la muerte de Wallis. A estas alturas los dos estamos perdidos». Ella creía vehementemente que Wallis nunca se s%icidaría voluntariamente.

«¡Wallis se había s%icidado! ¡Todo fue por tu culpa!» En el pálido rostro de Sam, había extraños colores que corrían por debajo de su piel.

«Es imposible que Wallis se s%icide».

«¡Ella sí lo había hecho!»

«¡Ella no haría eso!»

«¡Ella lo hizo! ¡Esa es la verdad!»

«¡Eso es imposible!»

«¡Por qué era imposible! ¡Ella sí se había s%icidado!»

Ninguno de los dos se conformaría con nada. ¡Grace estaba completamente segura de que Wallis nunca se s%icidaría! Por otro lado, ¡Sam se estaba agitando cada vez más!

«¡Ella no hizo eso!»

«¿Y que si no se s$icidó?» Sam estaba gritando en un estado frenético ahora. Sus ojos estaban inyectados en sangre y sus mejillas estaban teñidas de un rojo ominoso mientras gritaba: «¿Y si te digo que fui yo quien la mató?»

*¡Bang!*

Sintió como si el aire cercano a su oído hubiera explotado y el tiempo se hubiera detenido.

La voz de Sam desapareció de repente sin dejar rastro.

Había una expresión inimaginable en el rostro de Sam. ¡Varios colores luchaban por un lugar en su rostro como si su cara se hubiera transformado en una paleta!

«¿Tú eres… el que… ha matado a Wallis?» Grace logró exprimir sus palabras con incredulidad. «¿Por qué, por qué hiciste esto?» Ella estaba completamente perdida ahora.

Este anciano frente a ella era el padre biológico de Wallis.

¿Cómo podía matar a su propia hija?

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