Entre dos CEO’s -
Capítulo 16
Capítulo 16:
“Seré breve, me gusta lo que propones y estoy seguro que funcionará. No quiero perder la oportunidad de trabajar contigo. Solo quiero saber si podemos negociar dos puntos”.
“¡Habla y deja los rodeos!”
“Ada estará fuera y nos reunimos aquí en tu casa los fines de semana que me toque traer al bebé”
“¿Por qué dejar fuera a tu esposa?”
“Ella con sus celos e inseguridades solo lo hará más difícil. Si no está enterada, ella no te va a molestar”.
“¿Si se entera por otro lado no se sentirá aún peor?”
“Lo atenderé de manera personal y no dejare que ella se entere”
“Acepto los cambios. Reunión quincenal, y si ella se entera le muestro la copia del contrato con las reglas establecidas”
Él le tiende la mano y ella se la recibe en señal de un trato. Cuando el intenta besar su mano ella lo aparta y se despide. Sube las escaleras y no vuelve a mirar atrás.
“¡Hija!”
Charo abraza a su hija
“Pensaste bien lo que acabas de hacer”.
“Solo no puedo dejar que siga en baja, cuando lo puedo ayudar”
“¿Segura que podrás controlar la situación sin volver a salir lastimada?”
“Es diferente, yo ahora sé muy bien cuál es mi lugar y como actuar”.
Charo no está muy feliz de que ella vuelva a caer en las garras de Carlos pero no entra las narices en los negocios de su hija. Aunque promete estar alerta ante cualquier cambio de parte de su hija.
Amanda fue la solución que necesitaba Carlos. A solo un mes de su acuerdo todo marcha sobre ruedas, gracias a la idea implementada por Amanda. Ella seguía trabajando duro junto a Yuli aunque aún mantienen distancia.
“¡Buenos días!”
Saluda Amanda y en lugar de recibir un saludo ve a su amiga salir de la oficina.
Ella se siente triste por el trato. Ya había pasado mucho tiempo después de la discusión y su amiga aún no está dispuesta a una tregua. Cuando piensa acomodarse en su asiento escucha un gran alboroto desde la puerta.
“¡Feliz cumpleaños!”
Yuli estaba de regreso junto a dos secretarias más y también Robert.
Amanda de la impresión solo pudo llorar y abrazar fuerte a su amiga después de tanto tiempo separadas.
“No pienses que me olvidaré de este es tu día especial. Hoy no es un día de lágrimas, es tiempo de celebrar la oportunidad de ver un nuevo año”
“Devolverme tu amistad es el mejor regalo que puedo recibir”
“Solo quería que abrieras los ojos amiga, nunca haría algo que te dañará. Verte quebrada y sin fuerza me molestó mucho. ¡No vale la pena!”
Ellas están hablando y festejando sin darse cuenta que Jhon los observa desde la puerta de la oficina.
“Jefe, disculpe el atrevimiento de nosotras. Solo queremos festejar junto a Amanda y agradecer por un año más de vida”.
“En seguida se disculpa Yuli”
“Lo único que me molesta es que no me hagan parte de la celebración. Veo que planean salir a bailar y no estoy incluido”.
“Todos se miran”.
“¿De verdad nos acompañaría?”
Pregunta Amanda sorprendida.
“Que este ciego, no significa que no esté dispuesto a disfrutar de la vida y festejar con ustedes”.
“Siendo así, queda usted cordialmente invitado”.
“Mejor los invito yo. Solo que tienen que bailar y tomar”
Todos después de un gran alboroto regresan a sus lugares. Jhon aprovecha que no hay trabajo pendiente en administración y les da la tarde libre, más un día de spa.
Ambas fueron muy contentas por el detalle, pasaron una tarde de masajes relajantes, peinaron su cabello, arreglaron sus uñas y también maquillaje incluido.
“Este sí que es un regalo”
Expresa Yili complacida por los detalles del Señor Ferrari.
Ellas van a su casa se termina arreglar y luego se reúnen en el bar. Todos estaban en la entrada esperando por el jefe, mientras se toman una selfie y se ríen de cada ocurrencia.
“¡Buenas noches!”
Se presenta el chófer de Jhon.
“El señor los espera adentro”
“A llegado muy temprano”.
“Así es. Quería estar presente a su llegada”.
Todos siguen sorprendidos por la atención del jefe. Siempre se mantienen alerta por su mal carácter, solo que al entrar en aquel bar encontraron una persona muy diferente. Decoraron todo el lugar con globos y ambiente de cumpleaños.
Él los esperaba en el VIP muy sonriente y una vez Amanda entro al lugar, las bocinas inician a tocar ´Las Mañanitas” y todos lo presente cantaron para ella. En ese momento mostró una gran sonrisa, se acerca a Jhon y le agradece hablando cerca de su oído para que la escuchará sin que la música la interrumpa.
“Gracias a todos, este es el mejor cumpleaños de toda mi vida…”
La noche empezó con tragos y bebidas, todos bailando y festejando la noche de sábado. Las horas pasaban y el alcohol fue el protagonista de la alegría, pronto llegó la hora de cerrar el bar y todos querían seguir disfrutando, así que llevaron bebidas y continúan la fiesta en la Mansión Ferrari.
Amanda sentía todas las emociones desbordadas en su interior, canta y baila con gran emoción. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que sentía alegría en su corazón.
“Gracias Jhon por esta fiesta”.
Se dirige a él ya pasada de tragos.
“¿Te sientes feliz?”
“¡Mucho! Puedo decir que el deseo de vivir está corriendo por mis venas”.
“Al parecer sabes tomar, solo tú te sostiene en pie”.
Ella ve a Yuli cabeceando en el sofá de la esquina.
“¿Cómo sabes que duermen?, ¿Acaso puedes ver?”
Le dice ella mientras retira sus lentes oscuros.
“No puedes tocarme. Y sé que todos se han retirado porque Robert me lo ha contado antes que se durmiera tu amiga”.
Ella está muy cerca de Jhon y aunque él le reprocha por tocarlo ella con la cabeza alocada por el alcohol no se detiene.
“Estás jugando con fuego Amanda. Soy un hombre que siente, esto no está bien, llamaré a mi chófer para que te lleve a casa”.
“Si quieres no te toco pero no me eches, no quiero que la noche feliz se acabe y volver a mí sola habitación”.
Amanda bajo los efectos del alcohol se sigue acercando a Jhon hasta hacerle sudar de los nervios.
“Debes irte Amanda”.
“Dos shots más y me voy”.
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