Entre dos CEO’s -
Capítulo 11
Capítulo 11:
Amanda termina de recoger sus cosas y sin mirar atrás se marcha de la empresa. Dos días después encuentra alguien interesado en la casa, ellos quedan en un acuerdo donde muy pronto la vende y compra otra en la misma urbanización, pero en la entrada.
“Estoy cansada hija, por fin terminemos con los pormenores, jamás entendí por qué el cambio de casa si aún estamos en el mismo vecindario”.
“Aquí estaremos mejor madre, no crea que debo responder a todas tus preguntas, ¿Acaso no te gusta este lugar?”
“Claro que sí, es más espaciosa y tenemos hasta piscina”.
“Pues disfrútenla, es toda de ustedes. Madre iré hacer una llamada muy importante, Carlos traerá al niño, por favor recibe a tu nieto y dile que no lo quiero ver, que si desea decirme algo me escriba”.
Ella no dejó que Charo le respondiera y subió las escaleras, tiró la puerta de su habitación y tomó su teléfono para marcar a su antiguo jefe.
[¡Hola!]
[¡Hola John!]
[¿Amanda? ¡Qué milagro escucharte, pensé que se escondían de mí!].
[Con ese carácter que adoptó fue muy relajante salir corriendo].
[Siempre tan directa. Cuéntame de ustedes, espero que me estés llamando para decirme que volverán a sus puestos].
[¿Aún están disponibles?]
[No permitiría que nadie más lo ocupará, ustedes son el dúo perfecto en administración. Solo que ahora tendrán más trabajo.]
[¿A qué te refieres?]
[Eso lo quiero hablar en persona. Las espero en la oficina, no quiero que falten.]
[Allá estaremos.]
*¡Tock, Tock, Tock!*
Charo se acerca a la puerta de prisa y la abre.
“Buenas noches Señor Andrew”.
“¡Buenas noches señora!”
“Yo recibiré al pequeño y se lo llevaré a su madre”.
“Ven con la abuela pequeño Aarón”.
“¿Dónde está Amanda, acaso no está? Él se queda observando todo el lugar sin disimular”.
“Ella está ocupada, pero yo estoy aquí, me puede entregar el niño”.
“Llevo algunos días tratando de hablarle y no he tenido éxito ¡Por favor pídale que baje! ¡Me urge hablarle!”
“Ella ahora está ocupada Señor Andrew”.
“¿Ocupada, esta con el novio o qué?”
«¡Amanda!»
Él grita a todo pulmón desde el primer peldaño del escalón.
Parecía loco.
Como no obtuvo respuesta con el niño en brazo llegó hasta el segundo nivel gritando su nombre hasta que ella salió a su encuentro.
“¿Qué diablos te sucede, acaso piensas que estás en tu casa?”
Él la mira completa. Como ella se encontraba en una pequeña pijama entró a su habitación, buscando algo o alguien. Muy pronto ella lo detuvo parándose de píe frente a él
“Esto no lo permitiré. ¿Qué quiere?”
“¿Por qué te ocultas estoy queriendo hablarte y no he podido?”.
Ella lo mira poniendo los ojos en blanco, luego toma al bebe y se lo entrega a su madre ya que este se había asustado por el escándalo que había hecho su padre.
“Madre trata de calmarlo yo hablaré con él señor ahora”
“¿Todo está bien?”
“Debe estar bien, si escuchas algo fuera de lugar no dudes en llamar a la policía y reportar a este lunático”.
Él se queda sorprendido ante las palabras de Amanda.
“Disculpe señora, solo me altere un poco al no tener noticias de ella”.
Ella lo mira fulminante y luego los deja solos.
“Me pondré algo de ropa, espérame en la sala, ya mismo te alcanzo,”
Él se iba acercar para decirle algo, pero ella no le da tiempo y le cierra la puerta en la cara sin darle otra opción que bajar las escaleras y esperar que ella lo atendiera. Después que ella se vistió bajó las escaleras y se presentó frente a él.
“¿Qué es tan importante para hacer este horrendo espectáculo?”
“Llevo casi una semana tratando de hablarte y es como si me evitarás”.
“¡Pues aquí estoy, dime!”
“Necesito que regreses, nada está bien en la empresa desde tu partida. Para hacerlo peor tu amiga también ha renunciado esta mañana”.
“Trataré de ayudarte para que mi amiga se quede, aunque me había expresado su incomodidad”.
“¿Y tú, vas a regresar a mi lado?”
“¡Jamás! Yo salí decidida a realizar mi vida y no pienso dar un paso atrás”.
“Amanda, más que en tu puesto te extrañó, no sé bien si es egoísmo pero necesito verte todo el tiempo”
“Jajajaja”
“Ni en la empresa ni en tu vida tú me tendrás jamás ¿Qué clase de mujer piensas que soy?”
“Tenemos una historia y aunque lucho cada día o puedo olvidarme de aquella tarde”.
“La historia acabó sin ni siquiera iniciar y aquella tarde hace un año que pasó y se quedó en el tiempo. Si es todo lo que me tenías que decir te puedes marchar”.
Cuando ella logra alejarse, él la toma por el brazo y la intenta besar, pero ella lo rechaza, peleando con ella misma pero decida a no retroceder. Él la lleva lo más cerca que puede y le susurra: “¿Ya olvidaste lo bien que la pasamos?”
Ella se acerca y le responde con los ojos cerrados.
“¡Sí y no pienso revivirlo jamás!”
Sin mirar atrás sube las escaleras y entra en su habitación con el corazón tan acelerado que pensaba que saldría de su pecho.
…
Al día siguiente Amanda recibe a Yuli a primera hora, de verdad que no la esperaba.
“¿Es cierto que renunciaste?, no te esperaba por acá tan rápido amiga”.
“¿Cómo te diste cuenta? no recuerdo a verte dicho nada. Pero si amiga me cansé renuncié y deje mi puesto a la momia”.
“¡Un momento! ¿Cómo momia? ¿Sucedió algo entre ustedes?”
“Cada día entraba a la oficina, tomaba el que era tú puesto e iniciaba a dar órdenes, ella quería que yo trabajará a su manera, ¡Sabes que yo soy muy juiciosa en mi trabajo Amanda!, pero siempre he odiado que me digan lo que tengo que hacer y está mujer solo llegaba a cambiarlo todo”.
“¿Y desde cuándo a estado interesada en la administración de la empresa?”
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