Enfermo de amor
Capítulo 60 - Pagando la deuda en nombre de su hijo

Capítulo 60: Pagando la deuda en nombre de su hijo

¿Qué? ¿Samuel fue secuestrado?

Dolores se levantó inmediatamente. Su acción fue demasiado rápida que su pierna se raspó en el cajón, pero no sintió ningún dolor.

Sólo estaba preocupada por la seguridad de su hijo.

La ansiedad y el miedo llenaron su pecho. Aquel niño podía parecer más maduro que otros niños de su misma edad, pero al fin y al cabo seguía siendo un niño.

Salió corriendo de la Corporación LEO, galopando todo el camino para entrar en el coche.

Cada vez que se encontraba con un semáforo en rojo en el camino, sujetaba el volante con fuerza, ya que no podía esperar ni un segundo más.

Habían pasado veinte minutos cuando llegó a la comisaría.

El agente de policía condujo a Dolores a la sala de interrogatorios.

Matthew y Samuel se sentaron uno frente al otro.

Samuel no se asustó en absoluto cuando Matthew le miró ferozmente.

«Pequeño, dime, ¿Por qué tendría que secuestrarte?». Matthew miró fijamente a este pequeño pero tranquilo niño.

Aunque había sido inculpado, Matthew debe admitir que era un niño inteligente.

Sentía curiosidad por saber cómo eran sus padres y cómo pudieron dar a luz a un niño tan sobresaliente.

Sin decir una palabra, Samuel se llevó las manos al pecho e insistió en que Matthew lo estaba secuestrando.

Cuando Dolores entró y vio a su hijo, se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza. Lo miró y le preguntó ansiosa: «¿Te has hecho daño?». Samuel negó con la cabeza y dijo «Mami, estoy bien. No te preocupes…»

«¿Estás bien? ¿Te ha secuestrado alguien y todavía dices que estás bien? ¿No sueles ser muy inteligente? ¿No te dijo mamá que no puedes hablar con extraños ni comer cosas que te den? ¿Cómo es posible que todavía te secuestren?». El miedo era el corazón del amor.

Esta frase podría ser usada en ella ahora mismo, porque rara vez le hablaba así de duro a su hijo.

Ella estaba realmente asustada.

Los ojos de Samuel estaban ligeramente enrojecidos y buscó el rostro ansioso de Dolores,

«Lo siento, mami. No quería que te preocuparas por mí».

El corazón de Dolores se ablandó. Abrazó a su hijo con fuerza, enterrando su cara en lo más profundo de sus brazos, «Mami no quería regañarte, sólo estaba preocupada por ti».

Samuel se olió la nariz, «Lo sé». Mientras decía esto, fijó sus ojos en el hombre que le estaba mirando en ese momento. Si volvía a ocurrir, seguiría haciéndolo.

Dolores ya se había calmado en ese momento y pensó, ¿Quién era el b%$tardo que tenía las agallas para secuestrar a su hijo?

Dejó a su hijo en el suelo y se levantó: «Oficial…»

Antes de que pudiera preguntar nada, vio a un hombre sentado frente a la mesa esposado. Respiró ligeramente. ¿Cómo podía estar aquí? «Usted…»

Dolores se sintió muy confundida. ¿Qué había pasado aquí exactamente?

Los ojos de Matthew inspeccionaban a Dolores y al niño. Este niño se parecía mucho a Dolores.

¿Era su hijo?

Debería ser así de grande ahora.

«Él es el que secuestró a su hijo». El oficial de policía a cargo de este caso le dijo a Dolores.

¿Qué?

¿Matthew secuestró a su hijo?

Dolores pareció darse cuenta de algo. Giró la cara y miró a su hijo.

Samuel bajó inmediatamente la cabeza y se miró los dedos de los pies.

En ese momento, Bryan Eastwood, el responsable de la sucursal en otra ciudad de País A llegó con un abogado, «Señor Nelson, nuestro abogado ha negociado con la policía. Debería resolverse pronto».

Cuando Bryan recibió la llamada, casi se le cae la mandíbula. ¿Secuestro de niños?

¿Acaso Matthew tenía una afición especial?

Sin embargo, llevaba muchos años trabajando en la central.

Por lo que él sabía, Matthew no era un p%$ófilo.

«¿Qué pasó, Señor Nelson? ¿A qué niño secuestró?» Bryan realmente quería saber qué niño era tan lindo hasta el punto de que Matthew quería secuestrarlo.

Un niño nacía inocente. Nadie creería que fue el niño quien lo inculpó.

Sólo buscaban problemas siendo adultos.

Los niños eran ingenuos.

¿Cómo podían tener tantas ideas perversas?

Por el contrario, Samuel era mucho más maduro que los niños de su edad.

Era muy inteligente.

Matthew levantó la barbilla y le permitió echar un vistazo a Samuel.

Los ojos de Bryan siguieron la insinuación de Matthew y miraron hacia allí. Cuando vio a un niño pequeño de pie frente a la mesa con sólo la mitad de su cabeza expuesta, parecía solemne.

Este niño parecía realmente encantador. Tenía un rostro blanco y delicado así como unos ojos negros y brillantes. Cuando estaba erguido, se parecía un poco a Matthew.

Bryan se sobresaltó al pensarlo. Giró la cabeza y miró a Matthew. Ahora mismo, realmente pensó que este niño se parecía a Matthew.

Lo pensó detenidamente. ¿Cómo era posible?

Sólo había dos mujeres que aparecían al lado de Matthew. Una de ellas era su esposa, a la que no había visto antes. Se enteró de que se habían divorciado en menos de un mes de matrimonio.

La otra era la anterior secretaria de Matthew, Helen, que ahora era la joven de la Familia Herbert. Desde que ella orquesto un accidente de coche y mintió diciendo que había tenido un a%$rto espontáneo, Matthew hacía tiempo que la despreciaba cuando sabía la verdad.

No importaba cómo, Matthew no tendría hijos.

«¿No vas a decir nada?» Matthew miró a Dolores. Obviamente estaba sonriendo, pero no había ninguna sonrisa en ese momento.

Samuel tenía miedo de que Matthew pudiera intimidar a Dolores. La tomó de la mano y se adelantó para protegerla.

Parecía un hombre de verdad.

Dolores se sintió conmovida, pero suspiró sin poder evitarlo. Palmeó el hombro de su hijo: «Buen chico, espera aquí a mamá».

Dolores sólo quería salir, y el abogado había resuelto el caso. El oficial de policía dijo que Matthew podía irse ya.

Dolores no quería seguir con este asunto también.

Después de todo, no era un secuestro real.

Matthew se frotó la muñeca. Por primera vez en su vida, estaba esposado, e inculpado por un niño.

Dolores tomó la mano de Samuel y salió de la comisaría. No pudo evitar ponerse en cuclillas y preguntar: «¿Por qué has hecho esto? ¿Puede un niño bueno mentir?».

Samuel permaneció en silencio. Asumió la actitud obstinada de Dolores.

«¡Di algo!» Dolores frunció el ceño. ¿Cuándo aprendió este niño a mentir?

Fue una mentira tan grande que incluso acabaron en la comisaría.

Dolores estaba tan cabreada que jadeaba, pero se resistía a pegarle: «¿Intentas enojarme?».

Samuel sujetó sus manos con fuerza y gritó de repente: «Es un sucio b%$tardo. ¿Por qué no puedo llamar a la policía para que lo arreste?».

Dolores se quedó atónita por un momento. ¿De qué estaba hablando?

Samuel limpió la boca de Dolores con su manita, «No quiero que te bese. Es un tipo malo, un ladrón, un tonto. Ha intimidado a mamá, ¡Así que me voy a encargar de él!».

Matthew salió de la comisaría y escuchó una serie de críticas de Samuel.

Era la primera vez que escuchaba a alguien regañarlo tan suavemente.

«Ustedes vayan a esperarme al coche». Matthew bajó las escaleras y dijo: «Pequeño».

Dolores cogió a su hijo en brazos y observó a Matthew con recelo. «Sigue siendo un niño, y tú ya estás bien. Por favor, no hagas un escándalo».

Matthew sonrió débilmente, «Las sorpresas desagradables en mi vida fueron todas causadas por este pequeño niño. ¿Quieres que no haga un escándalo por ello?».

Dolores dio instintivamente un paso atrás. Con respecto a este hombre, ella sólo quería mantenerse alejada de él, «¿Qué quieres?»

El pequeño rostro de Samuel estaba molesto mientras miraba a Matthew.

Quiso clavarle un agujero en el rostro.

Matthew no se enfadó en absoluto y caminó dos pasos hacia ellos. Estiró la mano para pellizcar el rostro de Samuel y se burló de él.

Samuel torció el rostro y Matthew no pudo tocar sus mejillas. Detuvo su mano en el aire por un momento antes de retirarla. Cuando retiró la mano, sus dedos se deslizaron por la mejilla de Dolores y se burló de ella: «La madre debería pagar la deuda en nombre de su hijo”.

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Nota de Tac-K: Pasen una buena noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)

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