Enamorarme de ella después del divorcio
Capítulo 380

Capítulo 380:

Sophia suspiró.

Los humanos… Era mejor corregir sus errores. No había necesidad de ser tan persistentes. Al final, los únicos que podían hacerles daño eran ellos mismos. En aquel entonces, se había esforzado tanto por ganarse el afecto de RK. Al final, fue en vano…

Debes dar la vuelta cuando te encuentres en un callejón sin salida. No puedes seguir luchando siempre, pues sólo conseguirás arruinarte. A veces, piensas que es injusto y te preguntas: ¿por qué estoy retrocediendo? ¿Por qué me he hecho daño?

Para ser sincero, algunas cosas no se pueden cambiar. Si eras abierto de mente y dabas un paso atrás, podrías beneficiarte de ello, así que ¿por qué sentirte desganado? Había muchas cosas hermosas que esperar en el futuro, así que no tenía sentido perder el tiempo con esto.

Si reconociera sus errores y los corrigiera, sería una buena persona. ¿No había cambiado Sophia para convertirse ahora en una buena persona? La gente debería aprender a dejar ir.

Si no había pérdidas, ¿cómo podía haber ganancias? Por desgracia, Dylan no entendía esa lógica.

Sofía sentía que, efectivamente, había ganado mucho después de viajar. No importaba qué, ella sentía que había ganado mucha sabiduría, y sus palabras eran como las de un filósofo que había pasado por las vicisitudes de la vida.

«¿Por qué no le gusto a RK? ¿Por qué no quiere estar conmigo? ¿Es porque soy un chico? Pero yo tampoco quiero ser un chico. Quiero ser una chica. ¿Por qué no se cumplen mis sueños?». Dylan seguía murmurando para sí mismo, ajeno a la incomodidad de Sophia.

Sophia puso los ojos en blanco. «¿No sería mejor que consideraras la cirugía de reasignación de género?».

«No lo quiero». Dylan puso los ojos en blanco mirando a Sophia. «No quiero que me inyecten hormonas femeninas todos los días».

Sophia sintió que Dylan era un pervertido muy astuto, y él intuyó que ella no entendía sus pensamientos, así que optaron por no entablar más conversación.

Pronto llegó la hora acordada. Dylan y Sophia llegaron al almacén situado detrás de la fábrica de papel, donde habían acordado reunirse con RK antes de las nueve de la noche.

RK y Stella también llegaron al almacén.

«Cuando entres, debes ponerte detrás de mí. No actúes imprudentemente. Sólo mírame. No provoques a Dylan, ¿de acuerdo?» Stella asintió. Él le había dicho estas cosas tantas veces que ella podría recitarlas todas.

A medida que se acercaban al almacén, Stella podía sentir claramente cómo RK le apretaba la mano. Guardó silencio mientras tragaba saliva y seguía a RK para abrir la puerta. Ya habían llamado antes a Carson, pero su teléfono móvil seguía apagado. Se calculaba que su avión aún no había aterrizado. Aunque Dylan tuviera un poco de miedo de Carson, no era una solución perfecta. Era mejor ser cauteloso cuando se trataba de una persona loca como Dylan.

«RK, por fin estás aquí.»

RK abrió la puerta de un tirón y entró en el almacén. Efectivamente, Sophia estaba sentada dentro, pero atada a un taburete. A su lado estaba Dylan, a quien RK no había visto en tantos años.

«Dylan, ¿qué crees que estás haciendo?». RK frunció el ceño. Su instinto le decía que Dylan no dejaría marchar a Sophia tan fácilmente.

«Sólo quiero cumplir mi deseo y que estas dos damas sean mis testigos». Dylan sonrió con dulzura e inocencia.

Frunciendo el ceño, RK se quedó pensativo un rato, pero no pudo recordar en qué había fallado Dylan todos aquellos años.

«¿Lo has olvidado? ¡¿Te has olvidado?!» La expresión de Dylan se volvió inmediatamente feroz. «Realmente lo has olvidado…»

RK se quedó sin habla. Habían pasado tantas cosas ese año, ¿cómo podía recordarlas todas?

«Por aquel entonces, te confesé mi amor, pero me rechazaste. Estaba tan enfadada que quise besarte, pero me tiraste al suelo de una patada. ¿Lo has olvidado?»

Al oír eso, la cara de RK se puso verde de inmediato, y su expresión se volvió lívida.

F*ck, cómo pudo Dylan tener el descaro de decir algo tan repugnante… RK recordó ese incidente. Fue el momento más humillante de su vida. La confesión de este tipo ya le había incomodado. ¿Quién iba a pensar que Dylan se pondría entonces de puntillas e intentaría besar a RK cuando falló? En ese momento, RK apartó a Dylan de una patada instintiva.

Sin embargo, había olvidado lo que había dicho.

«En ese momento, yo estaba sentado en el suelo. Me dijo: ‘Dylan, ¿no eres asqueroso? ¿Puedes parecerte más a un hombre? Te digo que tú puedes tener esas preferencias, pero yo no. Piérdete’. ¿Te acuerdas? Lloré en ese momento. ¿Recuerdas lo que dije?». Los ojos de Dylan estaban tristes, como los de una joven a la que ha dejado su novio. «Le dije: ‘RK, te quiero. Me gustas. Aunque no soy una mujer, ¿no puedes aceptarme?».

Excepto Dylan, las expresiones de los otros tres presentes no eran normales.

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Nota de Tac-K: Tengan una excelente mañana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /

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