En mis tiempos de desesperación
Capítulo 420

Capítulo 420:

Me avergüenza su mirada, me siento tan tímida que entierro la cabeza entre sus brazos. Él aparta un poco mi cabeza de sus brazos y me da un dulce beso.

Su beso baja por mi cuerpo, primero por mis labios, luego por mi pecho, mi vientre y por fin llega a mis partes íntimas.

Me ruborizo y mis partes íntimas no pueden evitar mojarse.

Todo mi cuerpo está iluminado por él.

Se detiene un rato en el lugar más suave de allí y luego vuelve a besar la cicatriz de mi vientre.

Últimamente, cada vez que hacemos el amor, besa la cicatriz una y otra vez.

Su beso es tan cariñoso que me ablando con él.

«Jane, siento mucho haberte hecho sufrir tanto. Pero gracias a Dios ahora estás conmigo y también hemos recuperado a nuestro hijo. A partir de ahora, os protegeré a los dos de cualquier daño».

«Bien».

Asiento con la cabeza y mi corazón se llena de su ternura.

Poco después, se introduce en mi cuerpo, y al instante siento que algo caliente y enorme se clava en mí.

Al principio se mueve con suavidad teniendo en cuenta que acabo de salir del hospital, pero cuando comprueba que no hay señales de que no me encuentre bien, libera completamente su deseo sobre mí.

Esta noche, estoy como pez en la marmita ante sus vueltas y revueltas.

No sé cuántas veces me corro en sus movimientos acelerados, durante los cuales también le pido clemencia muchas veces, pero no me escucha en absoluto.

Al final, es el llanto del bebé pidiendo de comer lo que detiene a Francis, o realmente no sé cuánto va a durar esto.

«Niño travieso, estropea la buena acción de tu papá. Papá te castigará más tarde».

Sintiéndose insatisfecha, Francis se sienta a un lado y mira indignada a Earl, al que está dando de comer.

Lo fulmina con la mirada y le replica con voz ahogada: «¡No seas tan malo con nuestro hijo, o puedes esperar a ver cómo te castigo yo primero!».

Al oír esto, retira su mirada de queja.

Sin embargo, me empuja de nuevo a la cama en cuanto termino de darle el pecho, continuando con el episodio.

Esta noche va a ser una noche de insomnio.

A la mañana siguiente, me levanto, sujetándome la espalda dolorida. Es raro ver a Francis dormir hasta tan tarde, así que no le despierto. Volví a buscar el anillo en la habitación, pero no obtuve ningún resultado.

Si no está en la habitación, ¿Se lo habrá llevado alguien?

No hay muchos miembros en la familia, excluyendo a Francis y al Viejo Señor Louis que no tienen motivos para llevárselo, los que quedan son Sabina y la niñera.

No es decente sospechar de los demás sin pruebas, pero aun así bajo a preguntar a la niñera.

Después de todo, este anillo es importante para mí.

«¿Entraste en mi habitación?»

La niñera niega con la cabeza y dice: «Ya me conoce, Señora Louis, nunca he subido, ¿Cómo podría entrar en su habitación? Lo más importante para una niñera es saber qué hacer y qué no, así que nunca haré lo que no me pida el amo de casa».

Parece que la mirada firme y segura de su rostro me está diciendo que no tengo motivos para preguntar más, así que sólo me queda preguntarle a Sabina.

«Mamá, ¿Has visto mi anillo de pedida que me regaló Francis?».

Sabina cambia de cara en cuanto abro la boca.

«¿Qué quieres decir? ¿Estás dudando de mí? Tengo mucho dinero. Puedo comprarme cualquier cosa, y no me importará una mi$rda tocar lo tuyo. Aunque le gustes a Francis, eso no significa que seas la reina de la familia. El hecho de que yo sea su madre nunca cambiará, así que no te pases».

Mirándola, no supe qué decir por un momento.

De repente, la voz de Francis se oye detrás.

«¿Qué ha pasado?»

«Esta mujer, ha perdido el anillo de pedida que le regalaste y ahora viene a interrogarme». Sabina resopla fríamente y responde.

Ahora es imposible mantenerlo en secreto.

.

.

.

Nota de Tac-K: Pasen un muy bonito fin de semana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (＾ｕ＾)

.