Embarazada de una noche con el Alfa -
Capítulo 330
Capítulo 330:
Cathy estaba en peligro por mi culpa.
Y, por primera vez, me puse en contacto con la única persona que sabía que podía salvarla a través del enlace mental.
Marco.
Desde la perspectiva de Marco.
«Marco, ¿estás ahí?».
Me encontraba sentado en el consejo de guerra cuando escuché la voz de Eric filtrándose en mi mente.
De hecho, fruncí el ceño porque no sabía cómo responder.
«Necesito estar a solas», les dije a mis soldados, y todos abandonaron la tienda que habíamos estado utilizando para elaborar tácticas de lucha contra los rebeldes de la manada.
El mencionado continuó llamándome cuando me senté.
«Tenías razón.
Debí haberte escuchado».
Esto no sonaba a Eric en absoluto.
De hecho, desde que éramos niños éramos rivales, por lo que nunca jugábamos ni entrenábamos juntos.
Elegimos, más bien, estar lo más lejos posible el uno del otro.
Y es que, para él, yo era el hijo de la Reina que reemplazó a su madre, y para mí, él era la persona que amenazó su derecho al trono.
Ni siquiera recordaba la última vez que hablamos a través del enlace mental; o tal vez nunca lo habíamos hecho.
«¿Qué ha pasado?», pregunté, a pesar de lo mucho que me habían enfadado sus acciones y de lo mal que lo estábamos pasando por su culpa.
Algo tenía que estar terriblemente mal para que el susodicho estuviese tan desesperado y se pusiese en contacto conmigo.
Le daría una oportunidad y le escucharía.
«Dorian se ha llevado a Cathy y va a sacrificarla con magia negra», dijo.
Entonces, me quedé sin respiración al comprender el dolor que debía estar sintiendo mi hermana; me aferré a la mesa para no romper nada.
«¿Dónde está ella?», pregunté.
«Hay algo que necesitas saber antes», anunció.
«¿Qué podría ser más importante que encontrar a Cathy?», le pregunté.
«¡Escúchame! —Dorian es el hijo de Joseph —enunció.
«Imposible…», murmuré.
«Marco, hablo en serio.
Tu padre tuvo una aventura con una bruja; Dorian es nuestro hermanastro.
Está enfadado porque este lo abandonó y ahora viene a por todos nosotros», concluyó.
«Entonces, ¿desea el trono?», quise saber.
«No, Marco. Dorian desea destruirlo.
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