Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 296

Capítulo 296:

Cuando me acerqué a él, le dije: «No llores, pequeño. Lo siento mucho».

Entonces, llamé a Tanya y ella volteó a verme.

Parecía estar un poco confundida debido al tono de voz que había utilizado.

“Devuélvele su globo».

Ella me miró con tristeza, casi sorprendida de que le hubiera pedido que abandonara su fuente de diversión.

«¿Pero por qué?»

«Porque es de él».

«Pero lo quiero».

«No puedes tomar algo que no es tuyo».

Tanya estaba actuando con tal inmadurez que el pequeño frente a mí parecía ser más adulto que ella.

Finalmente, y con gran desgana, se lo devolvió.

El niño se alejó rápidamente de nosotros, obviamente preocupado de que se lo quitáramos de nuevo.

«¿Cómo pudiste robarle un globo a un niño?»

«Bueno, yo aún sigo siendo una niña», me respondió, haciendo un puchero.

Fue entonces que me puse a pensar en cómo se había comportado en los últimos minutos y algo se me ocurrió.

“¿Recuerdas tu nombre?»

Tal y como esperaba, mi pregunta la desconcertó.

«¡Freya!»

Cuando vio mi expresión, se arrepintió y continuó diciendo: «No… ¿Tania? ¡Espera no! ¡Freya! ¡Ay, no sé! ¿Qué importa?»

Me eché a reír y le dije que siguiéramos caminando.

Cuando noté que estaba cansada, la cargué sobre mi espalda hasta que se quedó dormida.

Sin embargo, solo lo hizo por un par de minutos, pues al poco tiempo la escuché decirme al oído: «Lamento lo que te hice hace cinco años, pero te juro que no te abandoné por dinero. Tenía otras razones».

Sus palabras me sorprendieron un poco.

“La razón no importa, sé que te lastimé y lamento mucho haberlo hecho».

Me di cuenta de que Tanya había recuperado el control de su cuerpo nuevamente.

Tenía curiosidad por saber la verdad, así que le pregunté: «¿Entonces por qué me dejaste? Por favor, dímelo».

«Yo…».

Antes de que pudiera decir algo, ambos escuchamos un gruñido proveniente de su estómago.

“Yo… quiero vomitar».

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