Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 24

Capítulo 24:

Por otro lado, es una linda chica, tan buena que le gusta ayudar a todos los que la rodean».

Mi cuerpo se puso ligeramente rígido cuando Malik mencionó que había nacido de una madre sustituta.

«¡Clara!», llamó el hombre a una chica que estaba parada al otro extremo de la tienda. «¿Dónde está Tanya? No la vi cuando regresé».

«Parecía enferma», respondió la empleada. «Estuvo vomitando desde la mañana.

Si me preguntas, diría que está embarazada».

«Eso es imposible», replicó Malik, riéndose. «Ella es virgen».

Mi mirada se desplazó de inmediato del perfume hacia la cara de Clara y luego hacia Malik.

Aunque deseaba que no fuera cierto, escuché claramente lo que dijo esa chica y entendí lo que significaba.

Entonces, mi voz…

Se volvió más fría a medida que seguía hablando. «¿Dónde vive Tanya?»

Punto de vista de Tanya

Aunque veía el resultado, no podía creerlo, mucho menos aceptarlo. ¿Cómo podía estar embarazada? Era imposible.

Salí rápidamente del baño y metí la tira en mi armario.

Necesitaba aire fresco para despejar mi mente, así que salí corriendo de la casa para dar un paseo.

Apenas podía creer en mi destino.

Parecía que el universo quería hacer mi vida aún más lamentable de lo que ya era.

Todos creían que yo todavía era novia de Brandon. ¿Cómo podía aparecer embarazada de pronto? Obviamente, él negaría haber estado conmigo y tenía a Alina como testigo.

«¿Qué será de mí?», me pregunté con tristeza.

Después de caminar sin rumbo fijo durante una hora, decidí volver a casa y meterme en mi cama a descansar.

Podía ser que estuviera durmiendo y esa pesadilla desaparecería cuando me despertara.

Cuando entré por la puerta de mi casa, instantáneamente supe que algo andaba mal, ya que Richard, Maya, Alina y Brandon estaban sentados en el sofá, obviamente esperándome.

Mi hermana tenía una sonrisa fría y astuta en el rostro, mientras que Brandon ni siquiera me miraba.

Entonces supe que estaba en serios problemas.

«¿Te importaría explicar esto?», dijo Maya, arrojando la prueba de embarazo sobre la mesa.

Casi se me saltaron los ojos cuando miré la tira con el resultado positivo.

Mi primer instinto fue mentir, pero, muy en el fondo, sabía que sería inútil.

Todo el mundo se daría cuenta.

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