El regreso de la heredera adorada
Capítulo 728

Capítulo 728:

El hipnotizador cayó rápidamente al suelo y los hombres de negro desaparecieron entre las sombras.

Volvieron a su organización, donde una mujer se les acercó.

«Señorita Duncan», la saludaron con respeto.

Milly hizo una leve inclinación de cabeza antes de seguir adelante.

Los hombres intercambiaron susurros. «¿Cuánto hace que Milly no acepta una misión? Antes sólo aceptaba tareas para eliminar a los considerados ‘malos’. Me pregunto por qué la organización le deja tanta libertad de acción».

«Si tuvieras tanto éxito como ella, la organización también te lo consentiría. ¿Recuerdas aquel infame hombre de negocios perseguido por la policía internacional? Incluso autorizaron a cualquiera que se cruzara en su camino a matarle. Pasó un año y seguía siendo intocable. Sin embargo, al día siguiente de que Milly aceptara la misión, ¡estaba muerto!»

«¡Menuda diablesa!»

Los hombres de negro procedieron a poner al día a Peyton sobre el estado de la misión.

Con un simple gesto de la mano, Peyton los despidió.

Cuando se marcharon, entró Corbett.

«¿Qué pasa?» Peyton apenas le dirigió una mirada, su desinterés era evidente, una clara muestra de desprecio.

La expresión de Corbett vaciló por un momento. Antes, la gente buscaba su favor con entusiasmo, pero ahora se encontraba en una posición tan humilde. Sin embargo, rápidamente disimuló su frustración, plenamente consciente de su posición.

Se trataba de los Paleros Serpentinos, un lugar donde quitar una vida era tan rutinario como respirar.

Corbett sustituyó su descontento por una sonrisa aduladora, con un destello de malicia parpadeando en sus ojos. «Peyton, éste es el asunto. Me he dado cuenta de que el señor Johns ha estado actuando un poco inusualmente últimamente, así que lo he estado observando de cerca. Descubrí que podría no estar produciendo exactamente lo que pides».

El rostro de Peyton se puso serio en un instante. «¿Qué quieres decir?»

«Bueno, por ejemplo, el reloj de alta tecnología que le pediste que creara, el que puede disparar tres agujas venenosas capaces de incapacitar a alguien al instante. Él los hizo, pero aunque otros llevan los relojes, el control maestro sigue en sus manos. Puede activarlos cuando quiera».

Estos relojes eran para que los partidarios del padre de Savannah los llevaran durante las elecciones. El padre de Savannah era un hombre que no confiaba en nadie y no corría riesgos. Llevaban años preparándose para el cambio de liderazgo; el éxito era la única opción. Si fracasaban, atacarían a todos los presentes sin dudarlo.

Corbett continuó: «Y descubrí que ha manipulado toda la base con explosivos. Puede arrasar el lugar cuando le dé la gana».

Peyton se quedó atónito, con la rabia y la humillación bullendo en su interior. ¿Cómo había podido Howard hacer algo así delante de sus narices? Se levantó de su asiento. «¡Llévame allí ahora mismo!»

Por supuesto, Peyton no iba a fiarse de la palabra de Corbett, así que se dirigieron al laboratorio.

Por el camino, Peyton ordenó a sus hombres que estuvieran a la espera. Si Corbett decía la verdad, Howard moriría en el acto. Pero si Corbett mentía, entonces le tocaría a él encontrar un rápido final. A medida que se acercaban a las puertas del laboratorio, Corbett sintió que sus nervios bailaban entre la ansiedad y la excitación. Pronto, Howard moriría ante él.

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