El regreso de la heredera adorada
Capítulo 702

Capítulo 702:

Madisyn se limitó a sonreír levemente en respuesta. «Ahora tienes que hacer que Patty crea de verdad que tienes novia. Eso sólo hará que se enfade más, y exigirá una fuerte multa por incumplimiento. Para entonces, será el momento perfecto para revelar nuestra relación».

Justo cuando terminó de hablar, el teléfono de Waylon sonó.

Era Patty.

Madisyn le hizo un gesto para que cogiera la llamada.

Waylon contestó. La voz de Patty sonó con aire de superioridad. «Waylon, ¿por fin lo entiendes? Si me dejas, serás criticado por todos».

Su tono goteaba arrogancia. «¡Si estás conmigo, puedo ayudarte a convertirte en una estrella mundial! Pero si me das la espalda, ¡me aseguraré de que luches por sobrevivir en esta industria!». Estaba convencida de que nadie en su sano juicio se atrevería a rechazarla.

Después de todo, era rica y despampanante, e innumerables personas anhelaban su favor pero se veían incapaces de ganárselo.

Los puños de Waylon se apretaron con frustración mientras respondía: «¡No me gustas! Patty, te lo he dicho muchas veces, ¡no eres mi tipo!»

«¿Qué quieres decir? Te gusta esa mujer de las fotos, ¿verdad?». La furia de Patty se encendió al instante. «¿Qué tiene de especial? No es rival para mí».

Patty no podía creerlo. ¡Esa mujer ni siquiera llevaba nada lujoso!

¿Qué podía ver Waylon en ella?

Con una mueca, dijo, «Oh, ahora lo entiendo. Te gustan las mujeres que están por debajo de ti, ¿eh? Eres como cualquier otro hombre».

Estos hombres sólo querían mujeres que les subieran el ego.

«Sé mi novio, y podría darte todo lo que quieras,» Patty trató de tentar a Waylon una vez más.

«Incluso si ella no estuviera, seguirías sin gustarme». Waylon dejó escapar una risa fría.

«Entonces, ¿te gusta?» Patty siseó entre dientes apretados. Waylon se calló.

Su silencio fue ensordecedor, como una cuchilla retorciéndose en el corazón de Patty.

El hombre al que había perseguido durante tanto tiempo se sentía atraído por alguien que ella consideraba inferior a ella, un golpe a su orgullo que la hirió profundamente.

«Bien, Waylon, te arrepentirás de esto», dijo Patty con frialdad antes de colgar el teléfono.

Madisyn, sin inmutarse por el drama, dejó escapar un bostezo.

Waylon sugirió: «Deberías dormir un poco, Madisyn. Necesitas descansar».

«De acuerdo», respondió Madisyn.

Waylon también se fue a la cama, deseoso de dormir hasta el mediodía.

Hacía días que no descansaba bien y, de todos modos, no le apetecía estar despierto para el compromiso de Andrew.

Sin embargo, se despertó temprano por el fuerte crujido de los fuegos artificiales.

El compromiso de Savannah había empezado con una explosión, literalmente.

Se quejó, murmurando maldiciones en voz baja mientras intentaba -y no lo conseguía- ahogar el ruido tapándose la cabeza con la manta. En ese momento, unos pasos resonaron al otro lado de la puerta. Curioso, se levantó, la abrió y vio a Madisyn bajando las escaleras. Sin dudarlo, la siguió.

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