El regreso de la heredera adorada
Capítulo 638

Capítulo 638:

Zahir siempre había sido sensato. De niño, nunca causaba problemas y mostraba un sentido de la responsabilidad y una madurez superior a la de su edad. Por eso, ahora que había vuelto, era natural que se hiciera cargo de la empresa.

En cambio, Wesley siempre había sido más despreocupado y rebelde, metiéndose a menudo en líos. A pesar de los esfuerzos de Clayton por guiarlo, seguía sin poder igualar la firmeza de Zahir.

Parecía que el destino había trazado los caminos de Zahir y Wesley desde el principio.

Clayton y Zahir compartieron una sencilla comida vegetariana en el templo antes de regresar a Ansport. Mientras tanto, Jada estaba ocupada en su despacho.

Era experta en finanzas e inversiones, y había pasado toda la tarde convenciendo a Wesley para que firmara un contrato con ella. Si Wesley la ayudaba a transportar perfumes al extranjero para su venta, podría establecer un próspero mercado que elevaría su marca a nuevas cotas. Con ese éxito, sus ingresos se dispararían y ya no tendría que depender de nadie más.

Convencido por las palabras de Jada, Wesley creía firmemente que su colaboración sería un éxito.

Jada estaba encantada de haber cerrado el contrato con Wesley. Con el proyecto resuelto, le invitó a cenar para celebrarlo.

Pero justo cuando salían de su despacho, su ayudante se acercó corriendo con cara de pánico.

Jada preguntó confusa: «¿Qué ocurre?».

La cara de la asistente estaba llena de tensión. «El presidente del Grupo Lambert ha anunciado un cambio en el director general de la empresa».

Jada y Wesley se quedaron atónitos por un momento. Se esforzaron por procesar la noticia.

Wesley era el único nieto de Clayton. ¿A quién iba a nombrar Clayton director general además de a él?

En ese momento, el teléfono de Wesley zumbó sin cesar. Lo sacó del bolsillo y comprobó que el chat de grupo de la empresa estaba repleto de mensajes.

Abrió el chat de grupo y se desplazó por el hilo. Resultaba que Clayton había nombrado personalmente a Zahir nuevo director general.

¿Zahir?

¿Cómo podía ser él? ¿No se suponía que estaba muerto? La mente de Wesley se agitó al recordar a la persona que había visto en la competición internacional. ¿Podría haber sido realmente Zahir?

¿Realmente Zahir no había muerto?

«Wesley, ¿qué te pasa?». Jada no pudo evitar preguntar al notar su expresión inusual. Él no parecía oírla. Volvió a preguntar, pero él seguía ensimismado.

Miró su teléfono y vio los mensajes. La confirmación del nombramiento de Zahir como nuevo director general la golpeó como un puñetazo en el estómago.

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