El presidente tuvo gemelos
Capítulo 97

Capítulo 97:

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«¿Qué quieres?».

Hayden pensó que Joseph había soltado su agarre sobre ella, pero antes de que pudiera encontrar sus pies después de liberarse de su restricción, fue arrastrada por él a la sala de reuniones, su cabeza estaba dando vueltas como loca debido al movimiento brusco.

El estruendoso portazo resonó en la sala mientras ella era empujada contra la enorme mesa de reuniones en un instante.

Hayden levantó la vista con una expresión espantosa en el rostro y chilló mientras se sentía abrumada por la vergüenza y la vejación: «¿Qué demonios estás haciendo ahora?».

«¿Tener un poco de amor propio?». Joseph tiró de su corbata para aflojársela y golpeó con sus manos a ambos lados de ella, aprisionándola sobre la mesa de conferencias. Su semblante decayó mientras la miraba de forma condescendiente: «Ahora tengo curiosidad, ¿Siempre actúas con despreocupación y pides a los chicos que tengan algo de amor propio después de acostarte con ellos?».

Se quedó perplejo al ver que era el único que seguía dándole vueltas al ‘accidente’ que había ocurrido aquella noche después de todos estos años.

Hayden giró la cabeza hacia un lado, apoyando la mejilla contra la mesa para evitar su intensa mirada. Su acción había avivado su disgusto y agravado su ira cuando siseó: «Siento si te has tomado a pecho el incidente de aquella noche, o si te ha rondado por la cabeza desde entonces. Me temo que le he dado una impresión equivocada, ya que no siento nada por usted, Señor Beckham. No me estoy haciendo la difícil, así que por favor suélteme ahora».

«De acuerdo.» La mano de Joseph se deslizó por su cintura, burlándose mientras echaba humo de la rabia: «Muy bien».

Una ola de escalofríos pasó sobre ella cuando su mano se movió por su cuerpo, haciéndola temblar incontrolablemente. La cara de Hayden se puso pálida y se horrorizó: «¿Qué estás haciendo? Suéltame».

«¿No decías que este tipo de cosas no te molestaban en absoluto? ¿Qué te importa entonces si ocurre una vez más?».

Hayden se quedó estupefacta al oír sus palabras, e instintivamente hizo un último esfuerzo para liberarse de su atadura justo después de su humillante comentario. Sin embargo, era inútil frente a la fuerza dominante de Joseph sobre ella.

Su acción había encendido instantáneamente toda la furia de Joseph al ver su autoestima pisoteada por ella de forma tan descarada. Era la primera vez que prestaba atención a una mujer, pero lo único que había obtenido a cambio era que ‘todo era una ilusión’, y eso mismo había deshonrado su ego.

De repente, una sonora cachetada resonó en la sala de reuniones. Hayden, de alguna manera, había utilizado sus últimas fuerzas para liberarse de su atadura mientras le miraba fijamente después de asestarle la cachetada.

Joseph se congeló en el acto, ya que sus acciones se detuvieron bruscamente, mientras que una huella de la mano se podía ver materializándose en su mejilla en tan sólo unos momentos.

«¡B$stardo!». Hayden lo apartó de un empujón huyendo de la habitación en un estado de desorden y pánico.

Joseph acercó una silla cercana y procedió a tomar asiento mientras se acariciaba la mejilla hinchada y dolorida mucho después de que Hayden hubiera emprendido la huida.

¿Qué había hecho? ¿Se había vuelto loco?

…

Tras salir del Grupo ST, Hayden regresó al hotel para solicitar un permiso de medio día para tomarse la tarde libre. Se encerró en su habitación, durmió durante toda la tarde con la reacción y el comportamiento enloquecidos de Joseph esta mañana aún clavados en su cabeza.

A pesar de estar abrumada de rabia por sus acciones, se dio cuenta de que su corazón se agitaba con incipientes emociones hacia él.

Si no fuera por la existencia del incidente de hace seis años en el que fue chantajeada, tal vez…

Se impidió a sí misma continuar con sus pensamientos y se obligó a olvidar lo sucedido golpeándose las mejillas, poco después se quedó dormida. Por la tarde, tras despertarse de su larga siesta, fue a recoger a Stella al Jardín de Niños.

Alayna estaba tumbada en el sofá junto a Hayden con una mascarilla en el rostro cuando preguntó: «¿Te vas de viaje de negocios a Ciudad GX? ¿Quién dio la orden? ¿No está Joseph intentando cortejarte? ¿A dónde quiere llegar con su plan pidiéndote que vayas a un lugar lejano?».

Hayden desvió la mirada mientras bajaba la cabeza para empaquetar sus pertenencias. «Lo organizó la empresa, y yo no tengo ninguna relación con Joseph, así que no seas ridícula y cuida tu lengua, Alayna».

Stella se agachó sobre su trasero junto al equipaje de Hayden mientras comía una chupeta en silencio.

«Estarás al cuidado de tu madrina mientras yo esté fuera, y tienes que hacerle caso, ¿De acuerdo? Si tarda en recogerte del Jardín de Niños, quédate ahí hasta que haya venido a por ti, ¿De acuerdo?».

«De acuerdo». Stella asintió con su preciosa cara y preguntó: «¿Puedo hacerte una pregunta, mamá?».

«Sí, puedes. ¿De qué se trata?».

«¿De verdad rompiste con Joseph?».

El semblante de Hayden decayó en cuanto escuchó la pregunta de Stella: «¿Romper? ¿Cuándo hemos estado juntos?».

«¡Vivías con él! ¿Eso no contaba como tener una relación?». Stella se quedó boquiabierta mientras miraba a Hayden.

«¿Vivías con él?». Alayna gritó asombrada mientras casi se le había caído la mascarilla del rostro: «¿Cuándo fue eso?».

«¡Fue cuando estabas fuera por un viaje de negocios, madrina!». Stella recordaba con nitidez los detalles de todo lo ocurrido mientras se lamentaba: «Si no tenías una relación con él, ¿Por qué te habías mudado a su casa mami? Y yo que me alegraba tanto por ti sin motivo alguno».

Hayden se quedó estupefacta ante el comentario de su hija y replicó: «No digas tonterías. Fue por culpa de Freddie que los periodistas se agolparan en tu casa, así que no tuve más remedio que refugiarme con Joseph».

La duda y la sospecha aún se dibujaban en el rostro de Alayna tras escuchar el contraataque de Hayden, y después de una larga explicación, finalmente asintió a regañadientes mientras decía: «Bien, digamos que te escondías de los periodistas. Sigo pensando que hay algo entre Joseph y tú, sobre todo porque ambos ya lo han hecho hace seis años…».

*¡Coff, Coff!*

Fue la oportuna y discreta tos de Hayden la que le había impedido continuar, mientras Alayna recordaba de pronto la presencia de Stella en la habitación y que algunas cosas no estaban hechas para que la niña las oyera. «Deberías irte a la cama, Stella. Date prisa y vuelve a tu habitación ahora».

«¡Como si quisiera quedarme aquí! ¡Hmph!». Stella hizo un puchero mientras resoplaba: «El papá rico que estoy deseando tener y que casi consigo tener ya no está. Estoy tan enfadada contigo, mami».

Volvió a su habitación dando pisotones justo después de terminar su declaración.

Alayna sacudió la cabeza mientras observaba la figura de Stella que desaparecía de espaldas. «¿Cuándo piensas decirle que Joseph es realmente su padre?».

«Todavía no he pensado en eso».

«Ella ya está tan encariñada con él, incluso si ella está en la oscuridad. ¿No te preocupa que quiera irse con él cuando sepa la verdad?».

«Eso es imposible. Conozco muy bien a mi hija».

«Espera, esto no está bien». Alayna se quitó la mascarilla mientras decía: «¿Tienes la cabeza tan dura? ¿Por qué no consideras a Joseph en absoluto? ¿No te parece raro que él, un admirable director general, siempre haya mirado por Stella y por ti? Es obvio que le gustas, Hayden. Incluso le he preguntado a Kevin sobre la cancelación de la boda de Joseph con esa estrella, Violet, y es evidente que la razón eres tú».

«Si todo eso es cierto, ¿Por qué me envía a un lugar lejano en un viaje de negocios? Si ese es el alcance de su amor por mí, no creo que pueda soportarlo».

«¡Oh, vamos!». Alayna movió los labios y continuó: «Ya había cancelado su boda por ti, pero lo que ha conseguido a cambio es que finjas indiferencia hacia él. Si fuera yo, te habría despedido sin dudarlo».

«¿De qué lado estás realmente?».

«¿Eh? Esa es una buena pregunta». Alayna soltó una risita mientras preguntaba con descaro: «¿De qué lado crees que estoy?».

«¿Qué quieres decir?».

«¿No crees que estás actuando como si tuvieras un ataque de ira? Me parece que estás enfadada con él, y los dos actuan como una joven pareja de enamorados».

La expresión de Hayden se congeló durante unos segundos por el comentario de Alayna, y pronto negó rotundamente: «Qué tontería, no es nada de eso».

Alayna se hartó de tener que convencerla de lo contrario, así que se limitó a decir: «De acuerdo entonces. De todas formas, no soy quién para decirte lo que tienes que hacer con tu vida amorosa. Hay cosas que sólo tú misma sabes, sólo espero que sepas ver quién es el que te trata bien. Me voy a la cama, no te quedes despierta hasta muy tarde».

Hayden se quedó sola en el salón después de que se hubieran ido a sus respectivas habitaciones. Se sentó en la alfombra y se quedó mirando sus pertenencias empaquetadas mientras sus cejas se fruncían profundamente.

…

Violet acababa de salir del trabajo del set de rodaje a altas horas de la noche y estaba descansando en una furgoneta cuando las malas noticias de su ayudante hicieron que su expresión se hundiera: «¿Sólo se ha encontrado el cadáver de César? ¿Qué pasa con ese detective?».

«Ha estado desaparecido hasta ahora, y todas nuestras búsquedas anteriores fueron en vano».

«¿No quieren darse prisa y acelerar la búsqueda?». El rostro de Violet palideció mientras murmuraba: «Nos meteremos en un buen problema si se escapa y da parte de esa información a la policía».

«Le hemos buscado por todas partes, e incluso hemos pasado por la posada en la que se alojaba, pero ha sido en vano. El empleado mencionó que no había vuelto en los últimos dos meses».

«…».