El presidente tuvo gemelos
Capítulo 363 (FIN)

Capítulo 363 (FIN):

Hayden hizo una pausa, y luego dirigió a Kevin una mirada inquisitiva.

«Siempre he tenido la sensación de que Edison no aceptará fácilmente divorciarse de tí. Espero estar siendo paranoico». Explicó Kevin.

«Confío en él». Dijo Hayden con una sonrisa.

Fue entonces cuando un auto vino a recoger a Hayden. Kevin le abrió la puerta.

«Muy bien, sube. Que tengas suerte».

Hayden le devolvió la sonrisa: «Gracias».

Edison llevaba un rato esperando a Hayden cuando ella llegó al restaurante francés. Edison le hizo señas cuando la vio.

Hayden avanzó y se sentó frente a Edison. Se pusieron al día durante un rato antes de entrar en el tema principal.

«Mañana vamos a presentar la demanda de divorcio. Esta podría ser la última comida que hagamos juntos como marido y mujer». Empezó Edison.

«¿Qué? ¿Estás triste por eso?». Preguntó Hayden.

«Algo así». Admitió: «Pero el divorcio, hay que hacerlo».

«Seguiremos comiendo juntos, como amigos. No te preocupes». Dijo Hayden, sonriendo.

«Es verdad. Espero que no me olvides».

«No lo haré, seguro».

Aun melancólico, Edison añadió a continuación: «La audiencia para el divorcio dura seis meses, a medida que se presenta la petición. Si las cosas van bien, tienes que estar en el juzgado para entonces».

«Claro».

Fue una comida agradable. Nada valía un ápice de duda.

Kevin pensaba demasiado, especuló Hayden.

Pero confiaba en Edison.

Al día siguiente fueron a presentar la petición a la notaría. Una vez hecho, Hayden regresó al país en avión.

Podría casarse con Joseph medio año más tarde si todo iba bien.

Joseph, la abeja ocupada, fue al aeropuerto a recoger a Hayden en persona cuando su avión aterrizó.

Al ver a Joseph, Hayden tuvo una sensación especial que no encontró palabras para describir. Esa sensación la impulsó a correr hacia Joseph, al calor de su abrazo.

A Joseph le sorprendió su reacción, pero disfrutó de la intimidad con ella.

«¿Qué pasa?». La abrazó cariñosamente, acariciándole suavemente la cabeza con la mano.

«Nada, sólo sentí que había pasado mucho tiempo. Te extrañe mucho». Murmuró Hayden.

«Yo también te extrañe».

Joseph llevó a Hayden de vuelta a casa.

Los niños salieron saltando de su habitación cuando vieron a Hayden de vuelta.

Y de repente, Joseph le dijo a Noah solemnemente. «Noah, debes llamar a Hayden mamá».

Hayden, confundida, se giró para mirar a Joseph: «¿Qué?».

Noah la ha estado llamando mamá, ¿Verdad?

Bajando la cabeza, Joseph miró a Hayden, con tono serio. «Benjamín me lo ha contado todo. Eres la madre biológica de Noah».

La confesión de Joseph sorprendió a Hayden.

Noah no estaba menos sorprendido que Hayden. Se lanzó hacia delante y se agarró al muslo de Joseph, apremiante. «Papá, ¿Es verdad? ¿Mamá es realmente mi madre de verdad?».

«¿Entonces Noah es mi hermano?». Reflexionó Stella mientras chillaba.

Sólo Hayden seguía en estado de shock.

«Hayden, me diste dos niños dulces como la miel, gracias. Nunca te hubiera dejado ir si hubiera sabido que la chica eras tú».

«Joseph…». Hayden estaba perdida, su boca se abría y cerraba.

«No digas nada más. Estoy seguro de todo esto».

«¿Estás segura?»

Joseph asintió y dijo. «He hecho analizar nuestro ADN. El mío y el de Stella, el tuyo y el de Noah. Ahora no puedo estar más seguro».

Por fin Hayden logró asimilar la noticia. Se arrojó a los brazos de Joseph y empezó a sollozar. No eran lágrimas de tristeza sino de felicidad lo que lloraba.

Es estupendo, los niños son de los dos.

Y la verdad de lo sucedido años antes por fin salía a la luz.

La noticia emocionó aún más a los ancianos. Dieron su bendición e instaron a Hayden y Jospeh a casarse pronto.

Pero tuvieron que esperar a que se consumara el divorcio de Hayden con Edison.

Medio año después, la petición de divorcio de Hayden fue aprobada. Todo el proceso terminaría con su confirmación.

Joseph estaba con ella en la notaría esta vez. Y contaban con la total cooperación de Edison.

Después de tener el certificado de divorcio en la mano, Hayden agasajó a Edison con una comida y lo invitó a su boda.

Cuando volvieron al país, Joseph no perdió ni un segundo y se puso a planear la boda al instante.

Probablemente sería la boda más fabulosa de Ciudad N.

Durante medio año habían organizado la boda para poder celebrar por fin este momento sagrado para ellos.

Celebraron una boda tradicional Chin$. Con numerosos protocolos, la boda fue épica. El vestido de novia de Hayden, maravillosamente exquisito, fue cosido hilo a hilo por el mejor modista.

Al bajar del palanquín, Hayden entró en el lugar de la boda con un velo cubriéndole la cabeza.

El ambiente era alegre. Los invitados vestían alegremente con curiosas sonrisas en sus rostros, entre las que se extendían las risas inocentes de los niños.

Delante de sus padres, Hayden y Joseph se colocaron de pie.

Como era el ritual de una boda tradicional, se inclinaron ante el Dios, ante sus padres y entre ellos como muestra de respeto.

«Pueden inclinarse ante el Dios». Gritó el anfitrión.

Marido y mujer quedan unidos tras inclinarse ante Dios, dice la gente, y se encontrarán en su próxima vida.

Estarán juntos hasta el final de sus vidas, hasta el final de los tiempos.

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FIN

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