El presidente tuvo gemelos
Capítulo 340

Capítulo 340:

Alan señaló a Stella sentada en el tobogán, llorando a gritos: «Ella me empujó».

Stella se quedó helada y se apresuró a explicar: «Yo no he hecho eso. Estás mintiendo».

Aurora era la princesa de la familia Barnett y estaba muy mimada, así que sus dos hijos también lo estaban. Tras oír las palabras de su hijo, no pudo controlarse, se levantó y fue hacia Stella.

El tobogán tenía menos de un metro de altura y cualquier adulto podría bajar a la niña fácilmente. Pero antes de hacerlo, Aurora fue empujada violentamente, retrocediendo dos pasos. Noah abrió los brazos para proteger la parte delantera del tobogán.

«Tonto, ¿Qué estás haciendo?». Aurora estaba furiosa y dijo lo que quería decir. En ese momento, la multitud también se apresuró a acercarse.

Hayden se puso al frente, cuando oyó sus palabras se enojó. Así que se apresuró a caminar y tiró de Noah detrás de ella. Entonces ella consiguió a Stella del tobogán y miró fríamente a Aurora: «¿Qué acabas de decir?».

La cara de Aurora estaba sombría de ira. «No me culpes por hablar mal. Si empujaran a tu hija por el tobogán, tu también perderías los nervios».

Con tanta gente reunida alrededor, Hayden miró a Alan. «Si mi hija se cayera, primero no culparía a los demás, sino que vería si mi hija está bien». Aurora estaba abrazando a Alan y secándose las lágrimas, así que dijo bruscamente: «Llévalo al hospital. ¿Por qué estás todavía aquí? Si a Alan le pasa algo, no podrás estar tranquila».

Era irracional y todos fruncieron el ceño. Hayden parecía enojada, Aurora y Samanta estropearon la comida. Ella realmente debió escuchar las palabras de Scarlett y no invitarlas. Hace Samanta compitió contra Nathan por la fortuna familiar cuando su abuelo aún vivía. Ella hizo que toda la familia perdiera la presencia, ella y su marido no eran nada razonables.

«Hay un doctor aquí.» Joseph había pedido al camarero que buscara al doctor privado del hotel.

Cuando el doctor revisó al niño, ya no le sangraba la nariz. «No le pasa nada, sólo se ha lastimado la nariz y ya no le sangra. No se preocupen demasiado».

Al oír estas palabras, todos suspiraron aliviados.

Aurora miró a Hayden y le dijo con tristeza: «Es una suerte para Alan… Hayden, tienes que enseñarle a tu hija a ser educada. Te casarás con Joseph y no puedes dejar que Stella vuelva a hacer algo así».

Si fuera una situación habitual, Hayden habría discutido con ella, pero hoy era un día especial. El Viejo Señor Beckham todavía estaba aquí y ella no quería avergonzarlo, así que apretó el puño y no dijo nada.

Scarlett también estaba enfadada, pero fue contenida por Nathan.

«Todos sabemos que Stella es una buena niña». Una voz llegó desde detrás de la multitud.

Cuando escucharon su voz, Hayden se congeló por un momento. Desde que el niño fue herido, Harrison no hablo para nada. Pero ahora se dieron cuenta de que el Viejo Señor Beckham se volvió frío y estaba enojado: «Antes creía que, como familia, protegerías a Hayden, pero hoy sé que me he equivocado. Nunca he visto a gente tan grosera como tú en mi vida»

Las palabras del anciano fueron fuertes y claras, como una cachetada en la cara de Samanta y su familia. «Si no fuera porque son parte de las pocas personas que quedan en la familia de la madre de Hayden, ni siquiera estarían cualificados para entrar en este lugar. ¿Cómo acabas de llamar a Noah?».

Después de que Aurora escuchara esas palabras, su rostro palideció.

«¿Tonto?». El anciano resopló fríamente: «Sólo por esa palabra, puedes irte».

El ambiente en la habitación se puso rígido de repente. Aurora se congeló por un momento, y antes de que pudiera mirar hacia atrás, los dos guardaespaldas ya la habían arrastrado afuera. Sólo se oían sus gritos, el marido de Aurora la echó. Su tío, probablemente porque se sentía avergonzado de sí mismo, también la siguió fuera, dejando a Samanta sentada en el sofá con un niño en brazos.

«¿Puedes intimidar a la gente sólo porque eres rico?». Samanta le gritó enojada.

Hayden cerró los ojos, ya no quería ver lo que pasaría a continuación.

«Cállate». Scarlett empujó a su marido y la regañó fríamente: «¿No tienes suficiente vergüenza por Hayden?».

Después de decir esto, respiró profundamente, luego exhaló lentamente y se levantó para mirar a Harrison. «Siento que hayamos estropeado la comida. Encontraremos otro momento para invitarlo a cenar».

Tras decir esto, se acercó a Hayden y le dio unas suaves palmaditas en el hombro antes de salir de la habitación. Samanta, al ver esto, no se atrevió a quedarse más tiempo y salió corriendo con el niño en brazos.

Iban a hablar de la fecha de la boda, pero la comida se convirtió en una farsa. Hayden se tocó la frente y le dijo a Harrison en voz baja. «Lo siento mucho, abuelo, por avergonzarte».

La habitación estaba muy silenciosa. Joseph sabía que Hayden estaba triste, así que habló por ella. «Abuelo, la familia del tío de Hayden no está familiarizada con ella. Ellos no pueden ser vistos como sus familiares. Hoy…».

«No tiene nada que ver con ella». El anciano interrumpió las palabras de Joseph. Su voz era seria y amable. Hayden levantó lentamente la cabeza y lo miró sorprendida. «Si no hubiera insistido en dejar que Hayden los invitara, hoy no habría habido tantos problemas. ¿Qué tiene que ver esto con Hayden?».

«Abuelo». Hayden se sintió muy conmovido, su pena desapareció poco a poco.

«Hayden tú también debes haber sufrido muchos agravios cuando eras niña». Harrison dijo suavemente: «Después de que te cases con Joseph, no dejaré que nadie te intimide. Serás su esposa y mi nieta, ya nadie se atreverá a hacerte daño».

Estas palabras le resultaron familiares. Fue igual a la vez que su abuelo le tomo la mano y le dijo: «Eres mi nieta más preciada y la Señorita de la Familia Barnett. Nadie se atrevera a intimidarte».

Hayden tenía los ojos húmedos. Lloriqueó y asintió pesadamente: «Gracias, abuelo».

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Nota de Tac-K: Estamos cada vez más cerca del final, tengan una linda tarde queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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