El presidente tuvo gemelos
Capítulo 29

Capítulo 29:

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Hayden no notó nada malo en sus palabras. Así que se limitó a asentir y se alegró un poco. «Parece que la Señorita Kidman todavía se acuerda de mí».

Pero Violet respondió irrelevante: «¿Cómo se llama su hija?».

Su mirada se posó en Stella. Después de ver su pequeña cara linda, sus párpados inexplicablemente se movieron. ¿Cómo es que sintió que esta niña se parecía un poco a Joseph? Imposible. Una voz en su mente se lo recordó.

«Me llamo Stella Downey. Puedes llamarme por mi apellido, Downey». Stella interrumpió de repente y miró a Violet, evaluándola.

«¿Stella Downey?». Al oír este nombre, Violet apretó las manos. Recordó la lista del historial médico que había visto en el despacho de Joseph aquel día. Cada vez sospechaba más, así que preguntó directamente.

«¿Cómo es que tu apellido es el mismo que el de tu madre?». Stella no supo a qué se refería y se limitó a girar la cabeza para mirar a su mamá.

Era normal que Hayden no entendiera lo que Violet quería saber, pero ahora, Violet había hecho una pregunta que concernía a la privacidad personal. Era una estúpida si seguía sin entenderlo.

Ella inmediatamente jalo a Stella de vuelta a su cuerpo y hablo con un tono bajo. «Stella crecio en los Estdos U y de regresamos no hace mucho. Así que no entiende muy bien lo que quiere decir la pregunta de la Señorita Kidman. Además, ya estamos en el siglo XXI, no es extraño seguir el apellido materno».

Violet se quedó ligeramente estupefacta. Cuando vio que Noah se escondía íntimamente detrás de Hayden, se disgustó aún más y su tono se volvió más áspero.

«En realidad no importa que apellido tiene. Sólo me da un poco de curiosidad como una niña de una familia normal pueda entrar en un colegio como el Jardín de Niños Bilingüe Castillo Azul. La Señorita Downey es sólo una aprendiz de gerente del Grupo ST. Si no tiene un marido sobresaliente, no me explico cómo es tan capaz de enviar aquí a su hija».

Hayden parecía avergonzada. Estaba segura de no haber ofendido a Violet antes, pero Violet era tan agresiva que su sola frase pudo dar en el clavo. De hecho, por su propia cuenta, ella no era tan capaz de enviar a Stella aquí. Así que se quedó muda en ese momento, sin saber cómo responder.

«Este es un asunto privado de ella».

Joseph interrumpió de repente, esto ocultó el nerviosismo de Hayden. Luego le lanzó una mirada de desagrado a Violet: «¿Tiene que informarte de cómo matricula a su hija en este colegio? Últimamente estás metiendo las narices en demasiadas cosas».

Al oír esto, el rostro de Violet palideció. Joseph sorprendentemente ayudó a esta mujer e incluso la avergonzó abiertamente.

«Joseph, estoy haciendo esto por el bien de Noah». Habló rápidamente: «Me temo que hay una mezcla de la gente buena y mala en esta escuela, así que es mejor preguntar correctamente».

«No hace falta». Joseph ya no la miraba y tenía una actitud fría: «Vuelve al auto, yo traeré a Noah».

Como el padre del alumno había dicho esto, el portero naturalmente no dejaría entrar a Violet. Esta era la regla del Jardín de Niños Bilingüe Castillo Azul.

«Joseph».

Violet dio un pisotón de rabia fuera de la puerta. Sólo pudo observar las figuras de Joseph y Hayden entrando. Los dos ni siquiera giraron la cabeza hacia atrás, por lo que su rostro se contorsionó de rabia y furia.

Stella y Noah caminaron delante de los dos adultos. Cuando Stella giró la cabeza y vio el comportamiento de Violet de dar un pisotón de rabia, se encogió de hombros y susurró.

«Noah, ¿De verdad te gusta esta señora? Creo que da un poco de miedo».

Desde que oyó a Harrison decir que Joseph iba a casarse con Violet, buscó información sobre ella en Internet. Las fotos de Internet estaban todas embellecidas, lo que la hacía parecer una diosa venida del cielo. Pero cuando Stella vio a la persona real, se sintió escéptica.

Sólo estaba vestida a la moda. Su cara y su forma de hablar eran totalmente inferiores a las de mi madre. Ese señor tenía mal gusto.

De repente, Noah se agitó un poco y sacudió repetidamente la cabeza.

«¿No te gusta?». Stella se quedó atónita: «Entonces, ¿Por qué sigues queriendo que sea tu madrastra?».

Noah negó con la cabeza aún más enérgicamente.

«¿Quieres decir que no quieres que sea tu madrastra?». Los ojos de Stella se iluminaron de repente.

Noah asintió.

«Entonces…». Los ojos de Stella se abrieron de par en par: «¿Qué opinas de mi mamá? ¿Crees que es mejor dejar que mi mami sea tu madrastra? La comida que hacemos mi mami y yo es muy deliciosa».

Noah asintió con la cabeza muy fuerte.

Al ver esto, Stella estaba tan jubilosa que casi saltó. Como si hubiera encontrado de nuevo la esperanza, de repente tomo solemnemente la mano de Noah, parpadeó con grandes ojos y habló.

«Entonces eres mi hermano mayor a partir de ahora. No te preocupes, si tomo un trozo de carne, no te dejaré tomar sólo sopa, ¿Vale?».

Noah asintió, pero de repente volvió a sacudir la cabeza. Bajó la cabeza para escribir algo en el tablero y se lo enseñó.

Stella no entendió la mayoría de las palabras. Frunció el ceño: «Noah, ¿Qué has escrito?».

Al ver esto, Noah se dio la vuelta y volvió corriendo. Le entregó el tablero a Joseph y señaló el tablero, seguido de Stella, lo que significaba que le dejara leer las palabras.

Al ver esto, Joseph le miró con extrañeza. Vio que Noah se agarraba la esquina de la ropa y esto le pareció que estaba muy ansioso. Así que sólo pudo fruncir el ceño y leerlo vacilante.

«Mi familia es muy rica. ¿Podemos comer carne juntos sin tener que beber sopa?… Noah, ¿Por qué escribes esto?».

Noah miró fríamente a Joseph, tomo el tablero de dibujo y ya no le dirigió la palabra. Caminó hasta el lado de Stella y le guiñó un ojo.

Stella sonrió alegremente y asintió feliz a Noah.

«Sí, sí, jajaja».

Joseph no entendía el extraño comportamiento de los dos niños. Sin embargo, en su opinión, ser incapaz de entender el comportamiento de los niños no era nada digno de que siguiera pensando en ello. Así que no pensó mucho en ello.

Por el camino, Hayden estaba deprimida y parecía preocupado. Recuperó la presencia de ánimo sólo después de que los dos niños la distrajeran. Tras dudar un rato, dijo: «Señor Beckham, gracias por ayudar a Stella a matricularse en esta escuela».

Joseph miró al frente sin expresión alguna en el rostro. Habló despreocupadamente. «No pienses demasiado. Es sólo porque Noah se lleva muy bien con Stella, ella es considerada la primera amiga de Noah. Así que, siendo su padre, más bien espero que ella pueda acompañar a Noah».

Al oír estas palabras, Hayden se quedó sin habla. La razón por la que gastó tanto dinero para que Stella estudiara en esta escuela era que quería que Stella acompañara a Noah. Era cierto que los ricos podían hacer lo que quisieran.

Si no fuera porque la Doctora Wilson estaba aquí, desde luego no se inclinaría ante un superior para conseguir la escasa paga. Pero ahora sólo podía inclinarse, y debía inclinarse con fuerza.

Hayden le siguió. Apretaba los puños con tanta fuerza que se oían unos crujidos mientras hervía de rabia.

«¿Qué sonido es ese?». Joseph se volvió y la miró de repente.

Sus manos se relajaron y su rostro se llenó de sonrisas. «¿Hay algún sonido? ¿Cómo es que no lo oigo?».

Los ojos de Joseph se entrecerraron y habló débilmente. «¿Lo hay? A lo mejor lo he oído mal».

El proceso de matriculación ya estaba resuelto. Los dos niños fueron conducidos directamente a sus clases asignadas por el ayudante del administrador.

La razón por la que Hayden vino a la escuela esta vez fue para echar un vistazo al ambiente de la escuela. Joseph tenía el mismo propósito que ella, la única diferencia era que Hayden tenía que volver al trabajo antes de las nueve. Por lo tanto, caminaba rápidamente.

Cuando llegó al patio, echó un vistazo y se dispuso a marcharse. Pero de repente oyó una voz interrogativa detrás de ella. Dejó de moverse.

«Aquí no hay medidas de seguridad para los columpios». Joseph miró al ayudante del administrador que le seguía. Su tono era algo hosco: «¿Está seguro de que son seguros?».

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