Capítulo 61:
Peter era plenamente consciente. Supo lo que Katherine estaba pensando en cuanto vio su rostro de puchero. Miró a Marshall y le dijo: «¿Qué pasa, jefe? Tú no estás trabajando de nuevo, ¿Verdad? Estamos aquí para divertirnos. ¿No puedes relajarte un poco del trabajo?».
Marshall se dio la vuelta y miró a Peter, que luego guardó su teléfono. No dijo nada. Katherine supuso que la persona que le envió el mensaje debía ser una mujer. Pero lo que la sorprendió fue que Marshall respondiera al mensaje. Marshall era de los que valoraban la productividad por encima de todo.
Prefería llamar por teléfono que enviar mensajes de texto.
Pronto se sintió aliviada. Tal vez sus hábitos dependían de con quién tratara. Podía pensar que era una pérdida de tiempo con algunas personas. Pero cuando se trataba de otras, valían la pena sus desvelos. Katherine se apoyó en la silla y se rio.
Peter se lamió la muela y tampoco dijo nada.
Estuvieron esperando un buen rato a que les sirvieran los platos. No charlaban, y el ambiente ahora era similar al de cuando estaban en el taxi.
Marshall bebió un poco de agua y miró a Katherine. Como si pensara en algo, expresó: «Tómate la medicación».
Tenía que tomar una medicina antes de la comida.
Katherine se quedó sorprendida y contestó.
Siempre se olvidaba de tomar sus medicinas a tiempo.
Sólo entonces abrió su bolso lentamente y sacó filas de pastillas que estaban empaquetadas en papel de aluminio. Sacó varias del papel de aluminio. Peter susurró: «¿Es necesario tomar tantas pastillas antes de una comida?».
Marshall se quedó mirando la medicación de Katherine.
Katherine se puso a ello. Se las metió todas en la boca y las tragó con un trago de agua.
Respiró profundamente, luego se dio la vuelta y miró hacia la cocina.
Marshall le preguntó: «¿Cuándo empezó?».
Katherine se quedó desconcertada y miró a Marshall cuando respondió: «Hace unos diez años».
Todavía no había llegado a la pubertad cuando empezó a tener problemas de estómago.
Marshall simplemente asintió y no dijo nada más. Él conocía los antecedentes familiares de Katherine. El viejo Señor Henderson se lo había contado todo antes de la ceremonia de su boda.
Pero, aunque el Señor Henderson no dijera nada, los miembros de la Familia Grant harían una exhaustiva comprobación de antecedentes.
El dueño sirvió entonces el sashimi. A Katherine se le hacía la boca agua. Pero Marshall frunció el ceño. Se dio cuenta de que a Katherine le gustaba ese tipo de comida, y por eso le dijo: «No comas demasiado».
Katherine miró a Marshall y no dijo nada.
Peter se rio y dijo: «Se preocupa por ti, tiene miedo de que…».
Marshall se giró lentamente y le miró. Peter se tragó las palabras que iba a decir.
No les importó mucho el ambiente incómodo mientras comían.
Katherine se limitaba a meterse la comida por la garganta.
Peter hablaba a veces de cosas del trabajo con Marshall. Tenía curiosidad por saber qué hacer con el Grupo WF. Ya había reservado el billete de pasajero y volvía pasado mañana. Pero no quería dejar las cosas pendientes.
El Grupo WF les hizo una mala jugada. No podían dejarles ir tan fácilmente.
Marshall ni siquiera miró a Peter cuando le contestó: «Tú verás».
Era mejor que no contestara.
Peter estaba descontento, agitaba sus palillos imprudentemente.
Katherine pensó un poco y dijo: «Ah, claro, vi a la mujer que te dr%gó anoche. Te estaba buscando».
Marshall y Peter se quedaron sorprendidos.
Peter miró a Marshall y dijo: «¿Te estaba buscando otra vez?».
Marshall frunció el ceño: «No lo sé».
Katherine dijo: «Bueno, me encontré con ella y no me contuve, así que la regañé en público. Al final se tuvo que ir».
Luego miró a Marshall y dijo: «Creo que Sam la envió. No sé lo que está planeando».
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