El presidente le propone matrimonio a su ex-esposa 99 veces -
Capítulo 540
Capítulo 540:
Cuando Marshall llegó por fin, la cena casi había terminado.
Estaban hablando y riendo en la sala.
Khalid hablaba con French y Katherine con Kyle la mayor parte del tiempo.
Rara vez se cruzaban palabras, pero todos estaban de muy buen humor.
Cuando Marshall empujó la puerta y entró, pareció sorprendido de ver a algunas personas en la habitación. Preguntó: «¿Papá? ¿Tú también estás aquí?».
Katherine le lanzó una mirada y dijo: «¿Por qué lo preguntas? Por supuesto que debería estar aquí».
French ya no era tan tímida como antes. Le preguntó a Marshall dónde había estado y por qué no había venido con Khalid.
Marshall contestó mientras se acercaba y se sentaba junto a Katherine: «Algo iba mal en el almacén de la fábrica. Fui a comprobarlo. Organizamos a mucha gente allí, y no lo he comprobado desde la última vez. Así que fui a darle un vistazo rápido».
Khalid también lo sabía. Sabía que eran de la ciudad natal de Katherine.
Así que asintió con la cabeza y preguntó: «¿Cómo están allí?».
Marshall se recostó en su silla. «Les va bien».
Katherine sabía que Marshall estaba mintiendo. No era eso lo que buscaba.
Marshall no quería decir la verdad, y Katherine sabía que debía haber una razón.
Marshall se sentó a charlar un rato. Luego miró a Kyle: «¿Qué te pasa hoy? Tú pareces muy contento».
Kyle se quedó un poco sorprendido. Miró fijamente a Marshall y le dijo: «¿Todos creen que estoy encantado hoy? Me siento más o menos como siempre».
«No… te ves muy diferente», dijo Marshall sin rodeos, «Tu estado de ánimo hoy difiere mucho del de hace días».
Katherine se rio y dio un vistazo a Kyle. «¿Ves que estoy en lo cierto?»
Kyle chasqueó la lengua: «¡Bien! Quizás hoy estoy de muy buen humor, mucho mejor que como estaba hace días. Ustedes tienen razón».
Pensó en ello y se dio cuenta de que realmente se había sentido un poco más cómodo hoy que hace unos días.
Marshall se dio la vuelta y volvió a preguntar: «¿La señorita Mitchell se ha reconciliado contigo?».
Katherine se echó a reír a lo que miró a Marshall: «¿Cómo puedes ir al grano con tanta rapidez y precisión?».
Marshall sonrió y asintió. «Entonces he acertado».
Kyle parecía un poco avergonzado y no respondió a lo que dijo Marshall.
Katherine sonrió y cambió de tema preguntándole a Marshall si había cenado.
Marshall no tenía apetito. Pensando que los demás habían terminado de comer, dijo: «Está bien. Comeré cuando volvamos. No tengo ganas de comer ahora».
Había tratado algunos asuntos sangrientos en el almacén, lo que le hizo perder el apetito por la comida.
Katherine no dijo nada más. Hablaron un rato y vieron que ya era hora de irse.
Kyle seguía encantado. Les pidió que se quedaran a jugar más al mahjong con él.
Katherine se dio cuenta de que Marshall ya estaba cansado. Rechazó la petición de Kyle y dijo que volverían cuando tuvieran tiempo.
Kyle asintió. «Esta bien, llamaré a alguien más para que me acompañe».
Todavía estaba en un estado de emoción. Las palabras de Rosie tenían mucho peso en él.
Katherine se fue con Marshall y Khalid llevó a French.
Katherine le guiñó un ojo a French cuando se separaron en la puerta.
Estaba segura de que French podía leer la implicación en su gesto.
French miró a Katherine durante unos instantes y sonrió. Había entendido la indirecta de Katherine.
Después de que Marshall y Khalid hablaran durante unos minutos, Katherine y Marshall fueron al coche.
Katherine se estiró. Todavía era temprano, pero ya tenía sueño.
En el camino de vuelta, Katherine se quedó dormida en la silla.
Marshall se giró para darle un vistazo a mitad de camino. No estaba seguro de si debía despertarla.
Los ojos se le estaban apagando.
Katherine fue llevada a casa por Marshall. Cuando llegaron a casa, estaba a punto de quedarse dormida nada más tocar la cama; sin embargo, algo se le pasó por la cabeza de repente.
Le preguntó a Marshall: «¿Ha vuelto el Señor Grant?».
Marshall se rio: «Acabamos de llegar. ¿Cómo pudo ser tan rápido y volver con nosotros? No pienses tanto. Solo vete a dormir».
Katherine murmuró un par de palabras que Marshall no entendió. Luego se quedó dormida.
Aquella noche durmió bien.
Katherine se despertó temprano al día siguiente, sobre todo por culpa de Marshall.
Jakub será incinerado hoy. Él y el Señor Grant serán presentados en nombre de toda la familia.
Katherine envió a Marshall a ver si Khalid había vuelto.
Marshall le tocó la cabeza y le dijo: “Bien, no tengas tanta prisa. Iré a comprobarlo».
Resultó que la suposición de Katherine era correcta. Khalid no volvió anoche.
Marshall llamó a Khalid y le dijo que el funeral era por la mañana, así que tenían que salir temprano.
Khalid dijo que estaba preparado y le dijo a Marshall que se reuniera con él en el hospital.
Katherine escuchó lo que decía Khalid.
Tuvo el impulso de gritar al teléfono y preguntar si French se había despertado.
Pero pronto se dio cuenta de que no era una pregunta apropiada para un mayor.
Podía bromear alegremente con French, pero no con Khalid.
Después de que Marshall colgara el teléfono, Katherine se inclinó y se apresuró a preguntar,
«Tu padre y tu madre vuelven a estar juntos, ¿Verdad?»
Marshall se lo pensó un rato. Luego dio un vistazo a Katherine y respondió: «Siento que mi padre siempre sigue mi camino».
Katherine no entendió lo que quería decir. Hizo una pausa y miró fijamente a Marshall.
«Siento que mi papá se va a mudar con mi mamá en unos días», dijo Marshall.
Katherine se rio al escuchar esto.
Si es que eso ocurre de verdad. En efecto, Khalid estaba siguiendo el camino de Marshall.
Pero también podría demostrar que el viejo estaba enamorado.
Marshall no tuvo tiempo de desayunar. Los Henderson llegaron a la hora demasiado temprano, así que se fue justo después de vestirse.
La Anciana Señora Grant también se había levantado. Salió de la habitación cuando Marshall estaba a punto de marcharse. Se encontraron en el pasillo.
La Anciana Señora Grant se compadeció de Jakub.
«Conduce despacio y con seguridad. Nada importa más que tu seguridad personal», le dijo repetidamente la Anciana Señora Grant a Marshall.
Marshall asintió: «No te preocupes. Puedo manejarlo».
Al verlo salir solo, la Anciana Señora Grant se quedó un poco desconcertada. «¿Dónde está tu padre? Creía que iba a ir contigo».
Marshall sonrió: «Debe haberse quedado ayer en casa de mi madre. Nos encontraremos en el hospital».
La Anciana Señora Grant estaba obviamente sorprendida al principio, pero luego asintió, «Ya veo. Entonces conduce despacio».
Marshall condujo desde la Antigua Casa hasta el hospital. Khalid ya le estaba esperando en la entrada del hospital.
Los dos se dirigieron al lugar de incineración situado detrás del hospital.
Los Henderson llegaron más tarde. Sus familiares, que también habían estado aquí antes, no se encontraban esta vez.
Los que venían eran principalmente familiares de la primera y segunda esposa de Tomas, y no eran demasiados.
La mujer de Tomás lloraba a lágrima viva y no podía atrapar el aliento. Clara la apoyaba.
El único socio comercial presentado era la Familia Grant.
No sabían si se había pedido a otros socios que no vinieran.
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Nota de Tac-K: Tengan un muy agradable inicio de semana queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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