El presidente le propone matrimonio a su ex-esposa 99 veces
Capítulo 516

Capítulo 516:

La expresión de la cara de Hector no cambió en absoluto cuando Katherine le puso al corriente de lo que había ocurrido con la Familia Bennett. En el pasado, la noticia lo habría alegrado por un momento, pero ahora, no era más que un chisme ocioso para él. En opinión de Hector, era una estupidez poner la atención en alguien que no le gustaba en absoluto. Ahora no podía importarle menos. Desde que había cortado todos los lazos con la Familia Bennett, lo que les había ocurrido no era asunto suyo.

Recostado en el sofá, Hector se limitó a suspirar: «Me temo que el futuro de la Familia Bennett depende de David».

Ahora parecía que David era el único que podía hacerse cargo. Kevin siempre había dicho antes que Alexis y Patrick dirigirían el negocio familiar después de graduarse en la universidad, pero ahora parecía que eso no podía ocurrir.

Sin embargo, Katherine apenas había oído hablar de David. Era reservado y a veces se le mencionaba en las noticias económicas, pero ni siquiera se mostraba una foto suya en la televisión.

Katherine recordó que había leído una entrevista de David antes. De discurso metódico, no decía nada, pero respondía a las preguntas del periodista. Por lo tanto, era un hombre astuto y sofisticado a los ojos de Katherine. Si David realmente se hacía cargo del negocio familiar en el futuro, Bennett & Co., Ltd. no fracasaría.

Pero Katherine tenía un poco de curiosidad. «Me pregunto qué pasará con Ariel, Alexis y Patrick cuando David se haga cargo del negocio familiar».

Hector se puso a reflexionar. Al poco tiempo, sonrió a su pesar. «No creo que tengan una vida dura, pero tampoco será fácil».

Justo en ese momento, sonó el teléfono de Katherine. Echó un vistazo al identificador de llamadas y vio que era French. Respondió a la llamada y French le preguntó dónde estaba. Katherine miró a Hector y le dijo que estaba en el club de Kyle.

De hecho, Katherine esperaba secretamente que French viniera porque ahora era un poco embarazoso entre Hector y ella. Si French se unía a ellos, el ambiente se aligeraría.

En ese momento, el camarero llegó con los fideos de Hector. A French le pareció oír la voz del camarero y soltó una risita: «Ahora mismo voy».

Katherine colgó, guardó el teléfono y dio un vistazo a Hector, explicándole: «Es la madre de Marshall. Últimamente ha sido muy amable conmigo. La relación entre nosotros ya no es tensa».

De alguna manera, Hector pareció pensar en algo y suspiró: «Han pasado tantas cosas durante mi ausencia».

Katherine no quiso insistir en lo que dijo Hector pero asintió.

Lo que siguió fue un silencio absoluto. Katherine se recostó en el sofá y miró hacia otro lado, mientras Hector se tomaba sus fideos mientras jugaba con su teléfono. Al parecer, alguien le había enviado un mensaje. Debía de ser algo serio porque tenía el ceño fruncido.

Katherine pensó para sí misma. Debería ser sobre el concurso de talentos. En realidad, lo que le esperaba a Hector era un camino lleno de baches porque tenía que construirse una carrera por su cuenta.

French entró trotando en la habitación poco después. Vio al hombre junto a Katherine y se acercó, solo para ver que era Hector. Se sorprendió un poco al verlo y lo saludó primero. «Hola, Hector. Has vuelto».

Hector colgó el teléfono y dio un vistazo a French. «Mis vacaciones comienzan hoy, Señorita Mason».

French asintió y dijo: «Qué bien. Tú deberías descansar bien». Luego dio un vistazo a su alrededor y se preguntó: «¿Dónde está Kyle? No lo he visto».

Katherine repitió la respuesta que acababa de dar a Hector, diciendo que Kyle estaba borracho.

French se burló: «¿Está borracho a mediodía? ¿Qué le ha hecho beber hasta el fondo?». Katherine no dijo nada, pero sonrió.

French se sentó junto a Katherine y preguntó: «Entonces, ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Simplemente sentarnos?»

Katherine echó la cabeza hacia atrás y soltó un suspiro. «No lo sé. No tengo ni idea de qué hacer para matar el tiempo».

French no estaba de acuerdo con ella. Hizo un gesto a un camarero y dijo: «Vamos. Vamos a jugar al Bridge. Únete a nosotros».

Katherine lanzó una mirada resignada a French. «Bueno, estás obsesionada».

French miró a Hector y le preguntó: «¿Te unes a nosotros?».

Hector pasó a terminar sus fideos ahora. «Por supuesto».

La verdad es que fue una buena idea. De lo contrario, no habrían tenido nada que hacer antes de que Kyle se despertara.

Antes de salir de la habitación, Katherine pidió a un camarero que comprobara cómo estaba Kyle, que estaba muerto de sueño y no se despertaría ni aunque una banda de músicos estuviera tocando en su habitación.

Las cuatro personas estaban jugando al Bridge en la sala de cartas. Ahora que la partida de cartas había comenzado, el ambiente en la sala era relajado. Después de unas cuantas partidas, Marshall llamó a Katherine. Cuando sonó el teléfono, Katherine estaba agarrando una carta, así que contestó a la llamada sin mirar el identificador de llamadas. Al principio, Marshall no dijo nada y Katherine llamó: «Hola, Marshall».

Hector hizo una pausa y miró a Katherine, un poco molesto.

Marshall le dijo a Katherine que había estado haciendo recados hoy, y que se iría directamente a casa cuando terminara lo que estaba haciendo ahora.

La otra razón por la que llamó a Katherine fue para preguntarle qué quería cenar para poder comprar la comida y llevársela a casa.

Katherine respondió: «Estoy en el Club de Kyle. Hector ha vuelto y vamos a comer fuera. Ven y acompáñanos».

Marshall se mostró receloso al oír el nombre de Hector y resopló: «Ya voy». Después de eso, añadió: «Estaré allí pronto».

Hector resopló sin motivo mientras Katherine colgaba y se deshacía de una carta.

French miró a Hector y comentó: «Khalid me dijo ayer que estaba pensando en un nombre para el bebé en estos días, y le dije que tú eres quien debe tomar esa decisión porque ahora la persona más importante de toda la familia eres tú. Marshall incluso te trata como una reina. Pero al final le dije a Khalid que se quedara al margen».

Katherine no dio un vistazo a French, sino que ordenó las cartas en su mano. Naturalmente, sabía que French se lo había dicho indirectamente a Hector. Sin embargo, no sabía qué decir para animar las cosas, así que decidió fingir que no había oído nada después de pensarlo un poco.

Cuando el juego terminó, French lo dejó porque escuchó a Marshall subir. Mientras tanto, Hector también oyó los pasos.

La puerta estaba abierta y Hector no dejaba de mirarla. Nada más mostrar Marshall, se encontró con la mirada de Hector. Al segundo siguiente, el rostro de ambos se ensombreció.

Probablemente porque por ahora tenía la ventaja, Marshall optó por tomar el camino más fácil. Se volvió hacia Katherine, se acercó a ella y puso la mano en el respaldo de su silla. «¿Por qué dejas de jugar?»

El camarero, al que French acababa de pedir que se uniera a ellos, se levantó y se fue.

Por lo tanto, Marshall ocupó el asiento y se rio: «Bueno, supongo que ahora me toca a mí».

Avergonzada, Katherine lanzó una mirada a French a su lado, solo para ver que ésta curvaba los labios y parecía impotente.

Habían querido dejar de jugar, pero desde que Marshall se les unió, Katherine y French no tuvieron más remedio que seguir jugando.

Marshall se sentaba a la derecha de Katherine, y casi tiraba la partida al perder todas las bazas que podía contra ella. Siempre le preguntaba por sus manos y le dejaba ganar las bazas, incluso cuando él podía ganarlas jugando a las cartas de triunfo.

Al principio, Katherine pensó que Marshall estaba bromeando. Pero después de que él se quedara con varias partidas, ella se quedó callada.

Hector, el compañero de equipo de Marshall, había puesto un rostro hosco y no había dicho nada desde que Marshall se sentó frente a él.

De hecho, Katherine se sintió bastante avergonzada, incluso más que cuando había estado con Hector a solas hace un momento.

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