El presidente le propone matrimonio a su ex-esposa 99 veces
Capítulo 478

Capítulo 478:

El resto de los presentes se quedaron asombrados al escuchar lo que la Anciana Señora Grant dijo.

Cora se puso pálida al instante. Si una mujer de su edad no comprendía el verdadero significado de las palabras de la Señora Grant, había vivido en vano.

French se asombró de que la Señora Grant desanimara a Cora. Siempre había creído que la Anciana Señora Grant prefería a las mujeres de la clase de Cora. En verdad, estaba divorciada, pero si Khalid, un hombre de mediana edad, se casaba con una joven, la Familia Grant se convertiría en el hazmerreír de toda la Ciudad. Además, Khalid nunca fue el tipo de hombre que se casaría con una mujer de la edad de su hija.

Katherine se recuperó y sonrió: «Tienes mucha razón, abuela. Si uno tiene sentido del decoro, debe mantener una distancia adecuada con la gente que conoce».

La Anciana Señora Grant sonrió, solo porque Katherine la llamaba ‘abuela’.

Los labios de Cora se comprimieron en una fina línea, y estuvo de acuerdo con Katherine tras una larga pausa.

Katherine pudo notar que Cora estaba avergonzada, sintiendo al mismo tiempo un poco de simpatía por ella. Después de todo, ella no había hecho nada malo, sino que amaba a un hombre, y no debería haberse puesto en evidencia. El problema era que se excedía. Si nadie la desanimaba, podría ir aún más lejos. Era muy posible que Khalid, que siempre desempeñaba un papel pasivo en una relación, se enamorara de una mujer tan proactiva. Y probablemente, la Anciana Señora Grant también se había dado cuenta.

La Anciana Señora Grant ya estaba cansada después de volver del jardín, y ahora se sentía agotada después de charlar con Cora.

Katherine se puso en pie. «Deja que te ayude a entrar en tu habitación, abuela».

La Señora Grant asintió. «Muy bien. Puede que no lo crean, pero estoy agotada. Será mejor que me vaya».

Katherine dirigió una mirada a French mientras ayudaba a la Anciana Señora Grant a subir a su habitación, mientras French la miraba por casualidad. En el momento en que sus miradas se encontraron, apartaron la vista, y Katherine fue inmediatamente consciente de que French ya sabía lo que tenía que hacer.

Como la Señora Grant caminaba lentamente, Katherine también redujo la velocidad. Mientras las dos se dirigían a la habitación de la Anciana Señora Grant, Katherine suspiró: «Parece que la Señorita Willis realmente ama al Señor Grant».

La Anciana Señora Grant dijo: «Tú también te has dado cuenta».

Katherine se rio. «Es tan obvio».

La Anciana Señora Grant asintió y suspiró: «En realidad, es una buena mujer, pero no puedo dejarlo pasar después de lo que pasó entre Khalid y ella en aquel entonces. Ella lo dejó, y me siento mal cada vez que pienso en ello».

«Ya veo». Katherine no conocía la historia entre Khalid y Cora, así que no se marchó inmediatamente después de mandar a la Señora Grant a su habitación. En lugar de eso, la ayudó a acostarse y continuó: «Si el Señor Grant sabe cómo hemos tratado hoy a la Señorita Willis, ¿Pensará que metemos las narices en sus asuntos y por eso se enfadará? Y…»

Katherine dudó: «… ¿Y si realmente quiere a la Señorita Willis?».

La Anciana Señora Grant se rio y dirigió una mirada a Katherine. «¿Qué pretendes conseguir de mí? Dilo de una vez».

Katherine soltó una risita. «No estoy tratando de obtener nada de usted, sino que tengo curiosidad sobre la postura del Señor Grant en esto. Es demasiado reservado como para leerlo».

La Anciana Señora Grant pensó un rato y contestó: «Tienes razón. Es reservado, pero creo que su postura es bastante obvia esta vez».

Por ejemplo, cuando hoy volvió con Marshal, lo siguió escaleras arriba después de una breve vacilación. Al parecer, buscó a French en el segundo piso y no la encontró, pero fue demasiado tímido para preguntar. La Anciana Señora Grant, sin embargo, lo vio todo.

Más tarde, bajó las escaleras y se sintió demasiado avergonzado para preguntarle directamente a la Anciana Señora Grant por French, así que empezó a quejarse de que French era quisquillosa con el lugar donde vivía y que tal vez no se acostumbrara a la cama de aquí, entre otros. Quería decir, en una palabra, que French nunca se acostumbraría a ninguna otra habitación.

La Anciana Señora Grant se limitó a ignorar a Khalid, pero sabía en qué estaba pensando. Sin embargo, como ya se habían divorciado, French no podía vivir en la misma habitación con él porque su caso era diferente al de Katherine y Marshal.

Katherine dijo después de pensarlo un poco: «Yo también pensé que era obvio antes, pero estoy confundida desde que vino la Señorita Willis».

Nadie esperaba que Cora fuera tan proactiva. ¿Tenía alguna otra interacción con Khalid en privado?

La Anciana Señora Grant estaba agotada. Cerró los ojos y suspiró: «No se me ocurrió que Khalid correría la misma suerte que Marshal».

Katherine se quedó mirando a la Anciana Señora Grant durante un rato antes de levantarse y salir de la habitación. No bajó a la sala de estar, ya que ése era el campo de batalla de French, y ésta no debía ser interrumpida ahora. Por lo tanto, Katherine volvió a su habitación y jugó con su teléfono en la cama.

Katherine vio un mensaje sin leer de Hector, que le decía que estaba a punto de hacer el trabajo y que quería verla cuando volviera.

De hecho, no tuvo que decir eso. Eran buenos amigos y, por supuesto, ella celebraría su éxito.

Katherine se quedó mirando la pantalla durante un momento y, finalmente, optó por no responder. Colgó el teléfono y se recostó contra la cabecera, como si estuviera en trance.

Hector era un buen hombre, y la vida debía ser buena con él. Hector era mucho más cálido que Marshal y, en consecuencia, vivir con él debía ser más relajado.

Pero uno nunca podía controlar sus emociones. Por muy bueno que fuera Hector, ella era incapaz de tener sentimientos románticos por él.

Pensando así, Katherine se fue adormeciendo poco a poco. Pero antes de que pudiera dormirse, alguien llamó a la puerta.

Al momento siguiente, French empujó la puerta y entró.

Entrecerrando los ojos, Katherine preguntó: «¿Se ha ido la Señorita Willis?».

French se acercó a la cama de Katherine y se sentó. «Sí. En realidad, no hablamos de nada serio, y resultó que ella no sabía que nos habíamos mudado. Entonces, ¿Para qué crees que vino aquí?»

«¿Qué otra cosa podría ser?» Katherine se giró hacia French y le dijo: «Como le gusta tu ex marido, es natural que pretenda infiltrarse en la Familia Grant poco a poco, y lo primero que haría sería relacionarse con los demás miembros de la familia.»

French frunció el ceño. «Es una mujer muy atrevida. Si fuera yo, no podría haber hecho eso. Es muy embarazoso».

Katherine se rio. «La Anciana Señora Grant te estaba defendiendo hace un momento».

French asintió, pensó un momento y se acostó también. «Me sorprendió. Creía que no le gustaba».

Katherine respondió: «Es cierto que antes no eras una persona agradable, pero ahora eres bastante amable. El pasado es pasado, y no te molestes más con él».

¿Con qué se estaba molestando? French tampoco tenía ni idea. Antes era una mujer ignorante.

Katherine estaba somnolienta. Murmuró un rato antes de quedarse dormida.

Tumbada en la cama, French reflexionó y se quedó dormida también.

Las dos no se despertaron hasta que cayó la noche.

La Señora Grant hacía tiempo que se había despertado. No pudo evitar que la criada pidiera a Katherine y a French que se reunieran con ella después de tomar el té y escuchar la música en el salón a solas durante algún tiempo.

La criada respondió un rato después: «Las dos están durmiendo, así que no las he despertado».

La Anciana Señora Grant sonrió. «Muy bien, que duerman. La casa nunca estuvo tan tranquila cuando los dos vivían aquí antes».

Antes, cuando vivían bajo el mismo techo, French siempre se metía con Katherine y la casa era un caos todo el tiempo. Pero ahora, era más tranquila, además de pacífica.

Después de un tiempo, Marshal y Khalid volvieron. Diferente a lo de antes, Marshal llegaba a casa a tiempo ahora, mientras que Khalid tampoco hacía horas extras.

La Anciana Señora Grant se rio a su pesar al verlos entrar en la casa.

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