El presidente le propone matrimonio a su ex-esposa 99 veces -
Capítulo 270
Capítulo 270:
La Señora Grant se congelo al instante y no pudo contener más su ira.
Estaba en casa de sus padres y esperaba que Khalid admitiera sus errores y le rogara que volviera, pero no apareció nadie en toda la noche.
Llamó a la mansión esta mañana y descubrió que Khalid ya había vuelto a la mansión y había dormido allí anoche.
Furiosa, la Señora Grant ni siquiera desayunó, pero aun así, sabía que no podía volver a la mansión ni llamar a Khalid.
Definitivamente, él se limitaría a ignorarla y a pensar que ella no estaba siendo razonable. Después de divagar mucho, se le ocurrió un pensamiento horrible.
Si Khalid insistía en no recogerla y ella no volvía por sí misma, ¿Significaba que Khalid se daría por vencido con ella?
Pensando en esto, la Señora Grant se puso nerviosa y sopesó los pros y los contras de la situación.
A juzgar por la situación actual, si el escándalo en Internet sobre los Grant se resolvía, Khalid no estaría tan tenso y dejaría de lado las tonterías que había hecho antes y la recogería.
Una vez que todo el accidente se disipara, a nadie le importaría tanto.
Pero, ¿Cómo afrontarlo exactamente?
Ella pensó que Katherine sería un gran punto de ruptura.
Ahora que todos los internautas se compadecían de Katherine, ella podría decir que habían roto debido a su conflicto de personalidades.
Sería muy útil si pudiera ayudar a Marshal.
La Señora Grant se quedó paralizada durante un rato y reprimió la ira que llevaba dentro.
Luego dijo con frialdad: «Ahora se discute en Internet sobre su divorcio. Solo hay que emitir un comunicado para ayudar a aclarar la relación entre Marshal y Clara. Así se acabaría el asunto».
Pero Katherine estuvo mirando la televisión todo el tiempo y ni siquiera la dio un vistazo.
La Señora Grant frunció el ceño: «Te estoy hablando a ti. ¿Me has oído o no?».
Katherine sorbía los fideos y no le prestaba atención.
La Señora Grant estaba furiosa en ese momento: «¿Quieres mirarte a ti misma por un momento? Qué impropio. Ni siquiera tendrías la oportunidad de casarte con hombres en tu pueblo si no fuera por tu abuelo».
Katherine se rio y dijo: «Bueno, sí, probablemente es cierto. Pero a pesar de lo impropia que soy, me acosté con su hijo y me divorcié de él. Vaya, vaya. Qué divertido».
La Señora Grant estaba realmente enfadada esta vez.
¿Qué tan desvergonzada era esta Katherine? ¿Cómo se atrevía a decir esas asquerosas palabras?
Pero a Katherine no le importaba nada y se quedó riendo incluso.
Rechinando los dientes, la Señora Grant dijo: «Katherine, no tengo tiempo para tonterías contigo aquí. Solo hay que emitir un comunicado y acabar con todo el asunto. Así no tendríamos nada entre nosotras».
Katherine tomó un bocado de fideos: «¿Qué debo decir? ¿Debo decir que fingí que seguía casada con Marshal para ayudarle a superar la crisis del Grupo WF y que luego no tuve más remedio que anunciarlo porque nos pillaron?»
Terminando los fideos y poniéndose de pie con el tazón: «Bueno, probablemente estoy fingiendo ser tonta aquí, pero eres realmente estúpida, ¿Lo sabes? ¿Cómo te atreves a reunirte conmigo aquí? Si no recuerdo mal, antes estuviste en este mismo lugar y me dijiste que nunca me rogarías… Entonces, ¿Qué haces aquí?».
Katherine se burló y se dirigió a la cocina: «Además, ¿Es ésta la actitud que tendrías para suplicar a alguien? Tú deberías alegrarte de que no haya devuelto el ataque a Marshal. Deja de enredarte conmigo o no podré controlar mi boca».
La Señora Grant cerró los ojos y apretó el puño.
Inmediatamente pensó que ella también había sido humillada la última vez porque tuvo que disculparse con Katherine.
Después de lavar los platos, Katherine descubrió que la Señora Grant estaba de pie en el suelo.
Pensó que debía de haberse ido.
Katherine agarro unos pañuelos de la mesa de té y se limpió las manos: «Si es todo lo que tiene que decirme, subiré a descansar».
La Señora Grant no tenía ninguna expresión y se limitó a mirar a Katherine sin decir ni hacer nada.
Katherine frunció el ceño y se dio la vuelta para subir las escaleras.
Pero justo cuando Katherine le dio la espalda, la Señora Grant se abalanzó sobre ella.
Inmediatamente se agarró al cabello de Katherine y la tiró hacia atrás: «Tú, pedazo de mi$rda».
Katherine se asustó y se inclinó hacia atrás.
Aunque llevaba un año viviendo en casa de los ricos Grant, se había criado en el pueblo y aún conservaba su fuerza física.
Doblada hacia atrás, Katherine se dio la vuelta y se enfrentó a la Señora Grant, pero debido a que estaba agarrada, solo pudo bajar la cabeza.
Entonces empujó con fuerza la mano izquierda de la Señora Grant y le retorció el brazo.
La Señora Grant se lastimó y soltó su agarre.
Katherine enderezó su cuerpo y le acarició el cabello. Luego sonrió: «Bueno, parece que no has aprendido nada de la última pelea».
Entonces se acercó a la Señora Grant, que le acarició el brazo y le lanzó a Katherine una vela de decoración de la mesa.
Incluso maldijo: «Hija de p%ta».
Katherine la esquivó con facilidad e inmediatamente la abofeteó en el rostro: «No eres mejor que yo, imbécil».
Entonces Katherine le dio una patada en la pierna.
Había una silla colgante detrás de la Señora Grant, así que cuando Katherine la pateó, se golpeó contra la silla y cayó al suelo.
Con el rostro ensombrecido, Katherine recordó la escena que protagonizó con la Señora Grant.
De hecho, después se arrepintió de no haberla pateado más. Bueno, qué oportunidad perfecta para buscar su venganza aquí.
La Señora Grant se levantó y miró fijamente a Katherine: «¿Qué? ¿Tratas de ponerte física conmigo aquí? Seguro que más tarde llamo a la policía y hago que te arresten. Tú tendrás que devolver todo lo que has conseguido de Marshal».
Katherine directamente se rio: «Bueno, te daré esta oportunidad entonces. Llama a la policía todo lo que quieras. Te reto».
Entonces Katherine le dio una patada en el cuerpo, lo que preocupó un poco a la Señora Grant, ya que no preveía que Katherine le hiciera esto de nuevo.
Ella chilló y retrocedió.
Con otras dos patadas de Katherine, la Señora Grant estalló en llanto pues nunca antes había sido tratada tanto física como mentalmente.
La Señora Grant rechinó los dientes de rabia y agarro el teléfono que se había colgado antes: «Espera y verás. Llamaré a Marshal ahora mismo y le haré saber lo viciosa que eres».
Katherine se rio entonces: «Pues será mejor que te des prisa, porque probablemente te mataría a patadas si no le llamas pronto».
La Señora Grant llamó entonces a Marshal temblorosamente.
Marshal seguía en la empresa y se sorprendió al recibir la llamada de su madre.
Pensó que la Señora Grant solo le llamaba para quejarse del Khalid, pero mientras acababa de contestar, oyó los gritos de la Señora Grant: «¡Marshal, ven ahora mismo! Casi me mata a golpes esa p%rra de Katherine».
Marshal hizo una pausa: «¿Dónde estás?».
La Señora Grant chilló: «Estoy en la casa que le diste a Katherine. Ven aquí ahora mismo o no podrás verme después».
Marshal se levantó apresuradamente: «¿Dónde está Katherine?».
Mientras acababa de terminar su frase, Marshal escuchó las provocadoras palabras de Katherine: «Dile a tu hijo que venga rápido. Tú deberías saber que el cuchillo de la cocina está muy afilado y puede matarte en segundos».
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Nota de Tac-K: Ánimos en sus actividades, espero les vaya súper súper bien, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌
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