Capítulo 220:

Cuando las verduras estuvieron todas enjuagadas, los dos chicos salieron de la cocina, dejando a Katherine dentro cocinando sola.

Al ver a Hector de pie en el salón, Kyle le pidió que se sentara, como si fuera el dueño del lugar. Sin un rastro de modales de invitado, Kyle incluso tuvo el descaro de preguntarle a Hector qué tipo de té quería: «He visto un té aromático en la cocina. ¿Quieres un poco? Prepararé dos tazas».

«Claro», respondió Hector cómodamente.

Kyle se dirigió a la cocina alegremente.

Sentado frente a Hector, Marshal le echó un vistazo rápido y dijo: «He oído que ayudaste a pagar el anillo de Kathy. ¿Cuánto costó? Te enviaré la cantidad ahora mismo».

Hector se lo esperaba de Marshal. Sonriendo ligeramente, respondió con ambivalencia: «Debe haber un malentendido, Señor Grant. Le regalé el anillo. ¿No le dijo ella por qué le regalé ese anillo?».

«¿Qué está tratando de insinuar?», dijo Marshal con frialdad.

Hector se asomó a la cocina, donde Kyle estaba zumbando alegremente alrededor de Katherine por alguna razón así que supuso que no volverían por un rato. Así, Hector habló.

«Sé que su divorcio ha finalizado y sé que solo se quedan juntos para silenciar las posibles habladurías en el torno hacia su matrimonio. Kathy me lo ha contado todo».

El rostro de Marshal se ensombreció por completo: «Realmente te lo ha contado todo, ¿Eh?».

Hector sonrió con cariño: «Kathy nunca me ha dejado de lado por mi condición. Eso es suficiente para decirme que no es el mismo tipo de persona que usted, Señor Grant».

Marshal sabía lo que quería decir. Si Katherine hablara con Hector de todo, naturalmente le habría contado cómo la despreciaban voluntariamente en la Casa de los Grant a causa de su propio estatus.

Los Grant la despreciaban por su baja educación, pero a ella nunca le importó que alguien más naciera en una clase social baja o alta. A juzgar por este aspecto, ella y Marshal tenían valores muy diferentes.

Frunciendo los labios, Marshal sonrió brevemente: «Parece tener mucha confianza en sí mismo, Señor Bennett. Eso es bueno. Siga así».

Al terminar de hablar, se levantó y se dirigió a la cocina, de la que salió Kyle con los tés que acababa de preparar. Pensando que Marshal estaba allí para ayudarle, Kyle preguntó: «Ahora, este es para ti. Kathy dijo que eres un hijo de p%ta quisquilloso que siempre exige esta taza designada, así que ahí tienes».

Ignorándolo, Marshal se dirigió directamente a Katherine, que seguía ocupada cocinando. Marshal se acercó y rodeó con sus brazos la cintura de Katherine, sujetándola por detrás.

Kyle gritó con los dientes apretados al ver que sucedía. «¿¡Otra vez!? ¿¡Van a dejar de hacerlo alguna vez!? En serio, ¿intentan alejarnos?».

Fumando, Kyle se dio la vuelta y se dirigió a la sala de estar, donde Hector, habiendo visto lo que Marshal estaba haciendo, mantuvo un rostro cuidadosamente neutral.

Katherine se sobresaltó. Girando la cabeza para mirar a Marshal, preguntó en voz baja: «¿Qué estás haciendo?».

Con el ceño ligeramente fruncido, Marshal miró a Katherine en silencio.

Katherine forcejeó un poco mientras exigía: «¡Fuera! Estoy haciendo la cena y aquí hay un poco de humo».

«No me importa», dijo Marshal mientras levantaba una mano para acariciar gentilmente el rostro de Katherine.

Katherine no tenía la menor idea de por qué Marshal había decidido perderla en ese mismo momento, pero no quería montar una escena. Hector sabía de su acuerdo con Marshal, pero Kyle no, así que ella tenía que actuar.

Katherine le dio una mirada a Marshal: «¿Tienes que llegar tan lejos con toda esta falsedad delante de Kyle? Basta».

Pellizcando su barbilla, Marshal exigió: «Apaga la estufa».

Y así lo hizo Katherine, sin saber qué pretendía Marshal.

Con la estufa apagada, Marshal hizo girar a Katherine de repente con un poco de fuerza y, antes de que ella pudiera averiguar qué estaba pasando, se inclinó hacia ella y la besó. Sus acciones fueron algo bruscas y sus besos algo duros, mientras agarraba los brazos de Katherine, manteniéndola en su sitio.

Casi con los ojos tapados, Katherine hizo un ruido, mientras Kyle comenzaba a aullar en la sala de estar. Cubriendo sus propios ojos con una mano, procedió a cubrir los de Hector con la otra: «No mires. Eso es una tontería NSFW que corromperá nuestras jóvenes mentes».

Agachando la mano, Hector dio un vistazo en la cocina a la atractiva pareja.

Asintiendo fríamente, Hector comentó: «Estas enfadado, ¿No?».

Sin saber a quién iba dirigido el comentario, Kyle supuso que Hector se refería a él. Saltando con la espalda apoyada en la cocina, gritó: «Sí, estoy enfadado. Enfadado con Marshal por provocarnos con su maldito conqueteo con su mujer».

Sin decir nada, Hector dio la espalda a la cocina y miró hacia el patio delantero.

Katherine, incapaz de apartar a Marshal, decidió darle un pisotón. Pero a Marshal no le importó en absoluto, y solo soltó a Katherine después de morderle ligeramente los labios.

Echando una mirada atenta a la sala de estar, Katherine preguntó en voz baja: «¿Qué crees que estás haciendo? ¿Estás completamente loco? Hay gente aquí».

Marshal buscó los labios de Katherine y les dio un tierno toque: «¿Loco? Sí».

Tenía una sonrisa sarcástica en el rostro, no dirigida a Katherine, sino a sí mismo.

Peinando su cabello, dijo: «Sé una buena actriz, ¿Quieres? Recuerda nuestro pacto».

Katherine hizo un puchero. Pero estaban en casa. ¿Tenían que actuar en casa? Su pacto se refería a lo que harían frente a toda una multitud. ¿Y de alguna manera se esperaba que ella actuara mientras un solo humano estuviera presente ahora?

Bueno, se estaba devaluando rápidamente como actriz.

Marshal salió de la cocina después de estar un rato con ella, la primera persona que vio esto fue a Hector, que estaba apoyado en el sofá y decididamente no lo estaba mirando.

Kyle, en cambio, lo señalaba furiosamente: «¡Espera a que me consiga una chica y nos besaremos delante de tus ojos! Tengo muchas chicas para elegir, te lo digo».

Con sorna, Marshal fue a sentarse a su lado: «Eso no me concierne de ninguna manera».

Sin palabras, Kyle parpadeó. Eso era bastante cierto. No sería asunto de Marshal, aunque se acostara con una mujer. Marshal no estaría celoso de sus chicas cuando ya tenía una para él.

Esa constatación hizo que a Kyle le doliera la cabeza. Se acercó para agarrar el brazo de Hector y gritó: «¡Me ha herido, Hector! ¡Un disparo en el corazón esta vez, y no creo que pueda curarme pronto! ¿Qué debo hacer?»

Volteando su mirada a Kyle después de un rato, el tono de Hector era ligero. «Si quieres disgustarle, busca a alguien que le importe».

Haciendo una pausa, Kyle dio un vistazo a Hector y chasqueó la lengua: «Parece que solo le importa Katherine. ¿Qué, se supone que tengo que ir a arrastrarme ante Katherine? No quiero ser miembro de su harem».

Hector había dirigido sus palabras a Marshal, y éste lo entendía perfectamente. Con una sonrisa casi inexistente, Marshal se limpió los labios con una mano. El mensaje estaba claro.

Mirándole fijamente, Hector también tenía una expresión tranquila. Realmente no le importaba.

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Nota de Tac-K: Tengan una linda linda noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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