Capítulo 18:
El matrimonio de Marshall y Katherine sólo duró un año, pero él no sabía de los problemas de salud de ella. En otras palabras, no sabía mucho de ella.
Marshall se apresuró a recoger a Katherine mientras el personal llamaba al coche para enviar a Katherine al hospital de inmediato.
Katherine recuperó la conciencia durante un minuto cuando la llevaron al coche.
Pero en cuanto abrió la boca, vomitó sobre Marshall, y todo era sangre.
Marshall se sobresaltó, limpió la boca de Katherine y la llamó con ansiedad: «¡Katherine, despierta!, ¿Puedes oírme?»
Katherine pensó que estaba soñando, entrecerró los ojos y dio un vistazo a Marshall durante mucho tiempo: «¿Marshall? No, no debería de soñar contigo».
Marshall frunció el ceño: «¿Qué ha pasado?»
Katherine se rio: «No es gran cosa, es el problema del estómago».
Se inclinó hacia los brazos de Marshall. De todos modos, era sólo un sueño y estaba sumisa para hacer lo que él quisiera. Incluso extendió la mano y rodeó la cintura de Marshall con sus brazos: «Marshall, ¿Por qué no puedes ser amable conmigo en la vida real?».
Marshall se quedó atónito ante sus palabras.
El conductor temblaba al ver a Katherine vomitando sangre por todas partes, así que los llevó rápidamente al hospital.
Exhausta, Katherine se durmió en los brazos de Marshall.
La enviaron a la sala de urgencias y la sometieron a una prueba de endoscopia. Su estómago estaba lleno de sangre, causada por una hemorragia interna en algunos puntos. Katherine seguía fuera de combate después de la revisión, así que la ingresaron en una sala.
La camisa de Marshall estaba cubierta de la sangre de Katherine, así que llamó a Peter, pidiéndole que le enviara su camisa, para confusión de Peter: «¿Tu camisa? ¿Estas con Kathy? Pero ya es tarde, así que no creo que pueda llegar. Es lo mismo si lo hago mañana, ¿No?»
Peter entendió mal la situación y pensó que Marshall se quedaba en la habitación de Kathy.
Marshall bajó la voz: «Estoy en el hospital. Katherine está hospitalizada».
Peter se levantó de golpe de la cama, sonó incrédulo: «Vaya, ¿Lo han llevado tan lejos?
Marshall cerró los ojos, un poco frustrado: «Estás hablando demasiado, date prisa y mándame la ropa, ahora estoy en pijama».
Peter se levantó rápidamente: «Enseguida, jefe. Ahora mismo voy».
Tras colgar el teléfono, Marshall volvió a entrar en la sala.
Katherine estaba en infusión, y aún no se había despertado, con el rostro pálido.
Era una sala VIP totalmente equipada.
Marshall se sentó en el sofá y se quedó mirando a Katherine durante un largo rato antes de retirar la vista.
Sacó su teléfono y se desplazó en busca de informes sobre el mundo de las finanzas, y luego revisó su F$cebook.
No tenía muchos amigos en línea en esta cuenta social privada desde que había cambiado la configuración, todas las personas en la lista eran su familia y algunos buenos amigos. Y Katherine era una de ellas.
No sabía cuándo se había añadido a su lista de contactos.
Pero podía estar seguro de que él mismo no la había añadido.
Katherine publicó dos selfies, mostrando sus labios rojos y sus dientes blancos. La iluminación era buena y la hacía parecer pura e inocente como una recién graduada.
Miró las fotos durante un rato y borró los datos de contacto de Katherine. Se habían divorciado y no debía haber más relación.
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