Capítulo 120:

Aturdidos, los dos habían dado vueltas en la cama durante toda la noche, y apenas habían parado. A la mañana siguiente, ambos se habían quedado dormidos. Abajo, la Anciana Señora Grant y la Señora Grant se enteraron por el criado de que ni Marshal ni Katherine habían bajado todavía. Ambas se sorprendieron. Era totalmente comprensible que Katherine no se hubiera levantado, pero a Marshal nunca le había ocurrido esto.

La Señora Grant supuso que Marshal estaba enfermo, así que se levantó inmediatamente: «Voy a subir a ver».

La Anciana Señora Grant asintió: «Bien.»

La Señora Grant subió de inmediato, encontrando que las puertas de Katherine y Marshal estaban cerradas.

La Señora Grant fue a llamar a la puerta de Marshal, bajando la voz.

«Marshal, ¿Estás despierto? ¿Estás enfermo?»

Golpeó varias veces y la puerta de Marshal permaneció cerrada, mientras que la de Katherine se abrió en su lugar.

Fue Marshal quien salió de la habitación de Katherine. Se abotonó el pijama y dijo con voz ronca: «Me he quedado dormido». La Señora Grant se quedó helada en el acto.

Marshal se acercó con aire despreocupado, abrió la puerta y entró en su propia habitación. Fue directamente al baño. Sus ojos se abrieron de par en par mientras daba un vistazo a Marshal y luego a la puerta de Katherine.

Curiosa, la Señora Grant abrió la puerta sin hacer ruido y dio un vistazo a la habitación. Katherine seguía en la cama bajo el edredón, pareciendo que dormía. La Señora Grant nunca creería que nada había sucedido la noche anterior cuando un hombre y una mujer estaban en la misma habitación.

Se puso pálida y entró inmediatamente en la habitación de Marshal: «¿Por qué estuviste anoche en la habitación de Katherine?»

Marshal terminó de lavarse y salió del baño: «Estaba borracho».

«¿Estabas borracho?» La sorpresa estaba escrita en el rostro de la Señora Grant.

Marshal no dio ninguna explicación, sino que miró la hora y comprobó que llegaba muy tarde al trabajo. Agarro el teléfono, hizo una llamada a Peter para decirle lo que tenía que hacer y se dirigió a su armario en busca de ropa. La Señora Grant entró y cerró la puerta tras ella.

Bajó la voz: «Dime la verdad. ¿Tú… anoche?»

Marshal sabía a qué se refería la Señora Grant y permaneció en silencio. No había necesidad de ponerlo sobre la mesa.

La Señora Grant apretó los dientes: «Cómo pudiste… cómo pudiste… ustedes dos están divorciados».

Marshal no dijo nada, sacó su ropa y le devolvió la mirada, lo que significaba que tenía que cambiarse mientras la Señora Grant debía dejarlo solo.

En ese momento, la Señora Grant estaba tan enfadada que le temblaban las manos. Seguía de pie: «¿Te ha seducido? Sabía que esta z%rra te haría algo. Siempre lo he sabido…»

«Yo lo hice», explicó Marshal.

La Señora Grant se quedó atónita, mientras Marshal continuaba: «Anoche bebí demasiado y entré en la habitación equivocada».

La Señora Grant se quedó boquiabierta. Antes de que pudiera decir nada, Marshal añadió: «Tengo que cambiarme».

La Señora Grant jadeó antes de darse la vuelta para salir.

Justo cuando llegó a la puerta, Marshal dijo: «No te metas con ella. Ella no empezó».

La Señora Grant se detuvo unos segundos, abrió la puerta y salió. Se detuvo en la puerta de Katherine. Tuvo un repentino impulso de sacar a esa p%rra de la cama y darle una lección o abofetearla en el rostro. Sin embargo, la Señora Grant no era tonta. Sabía que no tendría ventaja si hacía una escena ahora.

Porque Marshal aún no se había ido. No le permitiría meterse con Katherine. Además, Katherine ya no era tan buena para nada ahora. Ella podría incluso hacer una escena más grande. O más bien, diría que fue Marshal quien se emborrachó y la v!oló. Podría ser de cualquier manera. Aquella mujer de poca monta podía hacer cualquier cosa. La mente de la Señora Grant era un caos. Millones de ideas pasaron por su mente, pero no hizo nada y esperó a que Marshal saliera de su habitación.

La Señora Grant se adelantó y le hizo la pregunta más crítica: «Marshal, dile a mamá con sinceridad. ¿Te gusta Katherine ahora?».

Marshal miró a la Señora Grant con el ceño fruncido.

La Señora Grant parecía ansiosa: «¿Es así? ¿Estás interesado en ella ahora?»

Chasqueó la lengua: «Esa clase de chica nunca puede merecerte. Déjame decirte algo. Aunque te vuelvas a casar como divorciado, seguro que encontrarás a alguien mucho mejor que Katherine».

Entonces la Señora Grant habló de Clara: «¿Tuviste una charla con Clara cuando la enviaste a casa ayer? Clara es mejor que Katherine en todos los sentidos, y es exactamente el tipo de nuera elegible que estamos buscando. Marshal, en nuestra Familia Grant, tú eres el…»

«No te preocupes», interrumpió Marshal a la Señora Grant, «No estoy interesado en ella».

Katherine, que estaba apoyada en la puerta con los pies descalzos en la habitación, escuchó cada palabra que dijeron las dos personas de fuera.

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Nota de Tac-K: Tengan una muy muy buena noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌

Nota 2 de Tac-K: Normita Carell, Marcela F., Marisela Escamilla, Maria Peralta, Julie Ortiz y Adri Cartagena, gracias por el apoyo al suscribirse n.n

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