El presidente asesino
Capítulo 291

Capítulo 291:

«¡Eres realmente una perra! Annabelle, ¡tú sedujiste a Alistair! De verdad disfrutas tanto siendo una amante!». Yoi miró furiosa a Annabelle y apretó los dientes.

«¿Seducir?» Al oírla, Annabelle hizo una fría mueca: «¿Cuándo me has visto seducirle?».

«¿Señora? Estoy muy lejos de eso. A lo sumo, sólo soy la ex esposa. Ni siquiera he pedido la pensión alimenticia. ¿Qué más quieres?» Annabelle la miró fijamente y enunció.

«¡¡¡Tú!!!»

«Yoi, eres la estimada hija de la familia Han. Los demás pueden aguantar tu arrogancia, pero eso no significa que yo lo haga. Déjame advertirte, si te atreves a levantar la mano contra mí en el futuro, ¡no me eches la culpa a mí!». Después de eso, Annabelle apartó la mano.

Yoi hervía de rabia. Pero tras el argumento de Annabelle, ¡casi se convenció de que ella era la víctima!

«Annabelle, no creas que puedes librarte de toda la responsabilidad diciendo eso. Si no sientes nada por Alistair, ¿por qué estuviste con él? ¡Y todavía intentas ganarte el favor de su familia! Annabelle, ¡te había menospreciado de verdad!» Yoi gritó furiosa.

Cuando Annabelle la oyó, se dio la vuelta y la miró. Los labios de la mujer se curvaron con desdén: «¡Señorita Han, si dijera eso, me daría a entender que la familia Mu está muy disgustada con usted!».

«Oh cierto, deja que esta ex-esposa te de un gentil recordatorio. La abuela Mu no mostraría favor fácilmente. Con tus modales, creo que… ¡No serías capaz de entrar en la familia Mu por el resto de tu vida!» Después de eso, Annabelle decidió no perder el tiempo con esa mujer problemática. En cuanto se abrió la puerta del ascensor, entró.

Yoi se quedó estupefacta. No había esperado que Annabelle tuviera una lengua tan afilada.

Innegablemente, Annabelle era certera en sus debilidades.

Una buena razón por la que no podía dar el siguiente paso en su relación con Alistair era la abuela Mu…

Era una mujer difícil y Yoi la conoció una vez. No importaba lo que hiciera, era incapaz de ganarse el favor de la anciana…

Ahora que se enteraba por Annabelle, se sentía completamente frustrada.

Sentía que la anciana era un enorme baluarte entre ella y Alistair. No podía ver ninguna esperanza de romper eso.

Odiaba a Annabelle. Las cosas que intentaba hacer lo mejor que podía y fracasaba no eran más que pan comido para Annabelle… ¡Eso aumentaba aún más su odio!

Yoi se paró en el aparcamiento y miró a Annabelle de espaldas entrando en el ascensor.

Era incapaz de describir su abrumador sentimiento.

En la familia Mu.

Cuando la abuela Mu se despertó por la mañana y vio la noticia, se alegró.

La mujer se alegró y aplaudió al ver el periódico.

Cualquier otra persona se habría frustrado o angustiado después de ver tales escándalos. Pero no la anciana, que aplaudía en voz alta: «Hmm, ¡no está mal! ¡Pero las fotos no son demasiado buenas! Acuérdate de decirles que saquen mejores la próxima vez».

Era obvio que la anciana estaba de muy buen humor.

En ese momento, Madam Mu observó desde un lado y sonrió suavemente: «Mamá, ¿se enfadará Alistair con nosotros por hacer eso?».

«¿No viste los ojos de ese mocoso cuando miró a Annabelle? Estoy cien por cien segura de que siente algo por ella».

«¿Pero no está con esa chica Han algo?»

En el momento en que la madre mencionó a Yoi, la abuela Mu hizo un mohín con los labios: «¿Esa mujer? ¿Crees que es lo suficientemente buena para ser nuestra nuera? Ella sólo arruinará nuestra familia!»

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