El presidente asesino
Capítulo 133

Capítulo 133:

¡Cómo se atrevía esa mujer a colgarle el teléfono!

Había tantas mujeres que estaban desesperadas por que él las llamara, ¡y sin embargo ella le cuelga!

Si estuviera a su lado, ¡sin duda la haría arrepentirse de esa decisión!

Mientras los hombres pensaban eso, Annabelle, estando lejos en su propia casa estornudó en su ducha… Al día siguiente.

Annabelle llegó a la oficina muy temprano por la mañana.

Tenía una mañana muy ocupada. Una reunión de nueve a once.

Después de la reunión, Alistair miró fijamente a Annabelle: «Annabelle, ¿cómo va el contrato con Alexis?».

«¡Casi terminado!» Dijo Annabelle que llevaba un top color pastel. Le daba un aspecto confiado y alegre.

«¡Ven a mi oficina más tarde!» Dijo Alistair.

Annabelle asintió, «de acuerdo, lo haré».

En ese momento, Alistair miró al director de RRHH de al lado, «ve e imprime una copia del currículum de Annabelle para ella más tarde».

«¡Sí, señor!» El director de RRHH asintió.

«¡Muy bien, la reunión termina aquí!» Cuando Alistair terminó, salió directamente.

Hay que reconocer que Alistair era muy guapo y encantador cuando estaba en la reunión. Se diría que un hombre serio es de lo más seductor, eso no era nada menos que la verdad.

Annabelle conocía a Alistair desde hacía mucho tiempo y era la primera vez que se sentía encantada por algo aparte de su aspecto.

En realidad, exceptuando el rostro del hombre y sus habilidades para los negocios, aún tenía algunas peculiaridades.

Por supuesto, Annabelle simplemente pensaba en eso y no lo demostraba.

Una vez terminada la reunión, Alistair regresó enseguida a su despacho y Annabelle le siguió.

«¡Presidente Mu! Annabelle llamó a la puerta.

La mujer se mostró entonces reacia a entrar en el despacho de Alistair. Pero el Presidente la había estado llamando con mucha frecuencia.

«Pase». Dijo Alistair.

Y por lo tanto, Annabelle entró directamente.

Ella presentó su diseño, «esto es lo que se me ocurrió ayer. Por favor, ¡échele un vistazo, Presidente Mu!»

Tras oír lo que dijo Annabelle, Alistair enarcó las cejas y la miró.

Después de saber que la mujer no sólo había respondido a sus llamadas e invertido mucho trabajo en su diseño, Alistair no se quejó.

Se hizo con el diseño y lo abrió de par en par. Y Annabelle simplemente se quedó de pie esperando a que Alistair comentara.

«¿Qué te parece?» preguntó Alistair mientras repasaba.

«Esto es lo que se me había ocurrido después de revisar el desarrollo de su empresa todos estos años. Creo que no debería haber problema».

«De acuerdo, haré que alguien se lo envíe». dijo Alistair.

Cuando Annabelle oyó eso, se quedó de piedra. Estaba preparada para que Alistair se pusiera a buscar huesos. No había pensado que podría pasar la revisión tan fácilmente.

«¿Está bien?» Annabelle levantó las cejas y preguntó.

«¿¡Si no!?» Alistair la miró y le devolvió la pregunta.

Annabelle se quedó estupefacta y luego sonrió: «De acuerdo entonces».

«¡Tengo absoluta confianza en el gusto de Alexis, y creía más en mi equipo de diseño!». Aunque Alistair utilizó la palabra «equipo», en realidad estaba complementando a Annabelle.

Porque eso lo había hecho Annabelle sola.

Annabelle sonrió: «¡Si es así, entonces me excusaré yo primero!».

«¡Ve al departamento de RRHH y llévate tu currículum!»

«¿Por qué debería llevar mi currículum?» preguntó Annabelle de repente. Durante la reunión, Alistair había dado instrucciones al departamento de RRHH para que imprimieran su currículum, pero ella no preguntó entonces.

«Alexis me lo pidió. Creo que quería invitarte a unirte a su equipo de Shin Rui». dijo Alistair.

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