El innombrable vive en New York -
Capítulo 122
Capítulo 122:
Leonardo me bajo con cuidado.
“Todos los invitados se están yendo a la fiesta así que iré a vestirme”, dije.
“¿Qué?”, me miro confundido.
“¿No iras así?”
“No” le sonreí antes de alejarme de él.
“¿Acaso piensas asesinarme?, ¡Casi me desmayo al verte así!” grito a mis espaldas.
Yo solo empecé a reír mientras escuchaba sus pasos acercándose rápidamente a mí, empecé a acelerar mi paso, pero fue prácticamente inútil porque pocos segundos después él ya me había tomado de la cintura y me hizo girar por los aires.
“¿Qué tal si yo te ayudo a vestirte?”, preguntó muy cerca de mi rostro, yo solo reí.
“Leonardo hasta tu madre estará allí, dijo que quería ser de las primeras personas en verme con el otro vestido porque no me pudo acompañar a comprarlo”, dije y él gruño
“Tendrás que esperar hasta la noche” le guiñe un ojo.
Le di un beso en los labios antes de alejarme de él, esta vez no me siguió y yo pude entrar al hotel y subir a la habitación en donde de seguro que ya me esperaban mis amigas para ayudarme a cambiarme de vestido.
…
“Felicidades Leonardo”, dijo Alejandro uno de mis amigos acercándose junto con su esposa,
“Felicidades por tu boda”, dijo Ellie su esposa.
“Gracias” sorel,
“Cuando me dijiste que le ibas a casar realmente no te creo, estabas tan concentrado siempre en la empresa que llego un momento en el que pensaba que tal vez eras g$y”, todos empezamos a reír por su comentario.
“Yo también pensaba lo mismo de ti cuando estábamos en la universidad hasta que conociste a Ellie”.
“Todavía recuerdo una vez que le pedí prestado un cuaderno a Alejandro por la simple excusa de hablarle y cuando sacó el cuaderno de su mochila había un bóxer enredado entre el espiral del cuaderno”, dijo Ellie haciendo que todos nos riéramos.
“¡Eso lo hicieron Leonardo y Bradley!” Alejandro no paraba de reír.
“Si soy sincera en ese momento yo también pensé en la probabilidad de que Alejandro tal vez no estaba interesado en las mujeres” Ellie lo miró con una sonrisa burlona.
“Juro que algún día te devolveré la broma en frente de tu esposa”, dijo Alejandro riendo.
“Me la llevaré lejos de todos ustedes antes de que intentes avergonzarme frente a ella”.
“Por cierto, es muy hermosa, jamás tuvimos la oportunidad de conocerla hasta hoy”, mencionó Ellie.
Alejandro y Ellie viven en Canadá debido a que Ellie es canadiense cuando ambos se casaron prefirieron irse a vivir allí, rara vez ellos vienen a E$tados Un!dos, aunque cuando lo hacen siempre nos reunimos para hablar, debido a esa razón jamás conocieron a Olivia antes.
“¿Ya pensaron en tener hijos?”, preguntó Alejandro.
“Tranquilo, se acaban de casar, tienen que disfrutar primero de su vida de casados solos” mencionó Ellie.
“No hemos pensado todavía en tener hijos” respondí riendo
“Pero si esta en nuestros planes”.
“¿Te imaginas que tengan una hija y se enamore de Dylan?”, dijo Alejandra refiriéndose a su hijo.
“¿Acaso piensas que voy a andar exhibiendo a mi hija?”, dije en broma
“Si tengo una hija no tendrá permiso de tener novio hasta los 30 años”.
“Ah, pero tu si te puedes casar a los 27 años” alzo una ceja Dylan.
“Aunque no la dejes tener novio siempre encontrara la forma de tenerlo”, dijo encogiéndose de hombros Ellie
Pensar en el simple hecho de tener una hija hacia que me pusiera tan nervioso, ¿Y si todos los hombres que se le acercara a ella solamente quisieran jugar con sus sentimientos?
¡Por supuesto que no dejaría que hicieran eso! Ni siquiera dejaría que otros chicos la miraran, sería por siempre mi princesa.
“Oh por Dios, se mira bellísima”, dijo Ellie mirando por encima de mi hombro.
Me di la vuelta para mirar hacia donde Ellie estaba viendo y vi a Olivia entrando junto con sus amigas, todas se veían muy alegres.
Olivia llevaba otro vestido, a diferencia del anterior este no era tan grande y se veía un poco más cómodo para ella.
Ni siquiera podía quitar mis ojos de ella, se veía tan hermosa, ella podría vestirse con todos los vestidos que existen en este mundo y siempre seguiría causando la misma impresión en mí, ella simplemente es perfecta.
Ella caminaba mientras iba saludando a todos nuestros invitados, se detuvo un momento para hablar con mi madre, cuando sus ojos azules hicieron contacto visual con los míos sus labios rojos dibujaron una hermosa sonrisa que hacía que mi corazón se derritiera.
Olivia empezó a caminar hacia donde yo estaba y yo la tomé de la mano cuando estuvo a mi lado.
“Olivia quiero presentarte a unos amigos de la universidad, ellos son Alejandro y Ellie ambos son pareja”, dije y ella les sonrió.
“Es un placer al fin poder conocerte, Leonardo nos ha contado mucho de ti”
Ellie la abrazó y le dio un beso en la mejilla.
“¿En serio?”, dijo Olivia curiosa.
“Por supuesto, no te imaginas lo nervioso que estaba una noche antes hablándome y diciéndome ´¿Y si se arrepiente de casarse conmigo? ¿Y si me deja plantado el día de nuestra boda?`”, todos empezaron a reírse menos yo porque me quede fulminando con la mirada a Alejandro.
Él maldito había logrado vengarse.
Todos seguimos hablando y Olivia casi en unos pocos minutos habían logrado ganarse la confianza de Ellie y Alejandro ya que se contaban historias con tanta confianza, la mayoría de las historias eran cosas vergonzosas sobre nosotros.
Mientras hablábamos Rebeca se acercó a nosotros para decirnos que todos los invitados ya estaban en la Nesta y de que podíamos empezar con nuestro primer baile de recién casados.
Olivia y yo empezamos a caminar hacia la pista de baile que estaba en el centro de toda la fiesta, Justamente sobre nosotros había algunas flores y hojas verdes con muchas luces.
Olivia había elegido que la temática de la fiesta se sintiera como si literalmente estuvieras dentro de un cuento de hadas, no había un solo rincón en donde hubiera luces y flores que simulaban como si fueran luciérnagas.
Con una mano tomé de la cintura a Olivia y con la otra tomé su mano, todos empezaron a aplaudir cuando nos vieron en la pista de baile, a pesar de que todos los ojos estaban sobre nosotros, a ella y yo no nos parecía importar porque solamente nos mirábamos a nosotros.
“El primero de muchos bailes juntos como casados Señorita Spinter” le dije y ella me sonrió.
“El primero de muchos”, afirmo.
Empezamos a escuchar la melodía de los violines seguido después de los primeros acordes del piano, ambos nos empezamos a reír al compás de la música
Sentía como si solo ella y yo estábamos presentes en esta habitación, mientras la veía a los ojos podría jurar que mi mente se empezó a llenar de tantos recuerdos juntos, desde el primer día que la vi tocando la guitarra en Nasville hasta el día que ella acepto casarse conmigo.
Estoy seguro de que no soy el mejor hombre del mundo y estoy muy lejos de serlo, pero cada vez que ella está a mi lado es como si su fuerza magnética me impulsara a querer ser una mejor persona cada día y eso es lo que haré desde ahora en adelante.
La trataré como si fuera el cristal más frágil de toda la faz de la tierra, cuidaré de ella porque ella es mi mayor tesoro que pude haber encontrado en la vida.
Ahora mismo pienso que cada momento en el que mi corazón fue roto valió la pena si ese fue el precio para encontrarla a ella.
Mientras bailábamos le empecé a cantar la letra de la canción, ella se veía tan conmovida que con cada letra de la canción que cantaba sus ojos se empezaban a poner más llorosos.
“No sabes cuánto te amo Leo”
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