El contrato del Alfa
Capítulo 584

Capítulo 584:

Miro a Silas, que sigue completamente inmóvil mientras Indy intenta abrazarlo con fuerza. Pero no veo ninguna nube oscura.

«¿Una nube oscura? Quieres decir como la oscuridad que puede apoderarse de los licántropos?».

Klaus niega con la cabeza. «Esto es diferente, y proviene de la magia oscura. Xavi tiene una», señala al aire por encima de él.

«Irte lejos te ayudó, ¿verdad?». pregunto en voz baja.

Mira a su nuevo compañero y una sonrisa se dibuja lentamente en su rostro. «Fue una de las mejores cosas que he hecho nunca». Su mano recorre despreocupadamente el pelaje blanco, y Xavi choca su cabeza contra la pierna de Klaus. «Ahora sólo tenemos que matar a la Bruja para romper la maldición».

«Mientras tanto, ¿qué hacemos con eso?». Dane señala a Indy y Silas. Ella sigue aferrada a él.

«Ya lo tengo», Brax frunce el ceño. Empieza a caminar hacia ellos, pero se detiene y gira para mirarnos. «¿Dónde está Madison?»

«Probablemente con Blair en los jardines», le digo.

«Maddie parece evitar que Blair se meta en líos».

Asiente y se vuelve hacia Indy y Silas.

«¿Te vas a quedar?» le pregunto a Klaus.

Él mira a Xavi. «Por ahora. Hay que romper esta maldición».

«Tiene que morir, joder», gruñe Dane.

Klaus pone los ojos en blanco. «Xavi dice que de la forma más gloriosa posible».

«Eso se puede arreglar». Dane sonríe y me guiña un ojo.

«Indy, tienes que dejar que se vaya». Brax suelta un chasquido.

«Si lo suelto, puede que no vuelva a abrazarlo», llora Indy.

«¿Qué harás si te reconoce? Estás ligado a mí por la sangre, así que no puedes hacer nada hasta que nos ocupemos de eso».

«¡¿Qué?!»

Me doy la vuelta para ver a Maddie y a Blair. El dolor está escrito en la cara de Maddie. Sus ojos se abren de par en par, su labio inferior tiembla y una lágrima rueda por su mejilla.

«¿Te has atado con sangre a otra persona?», grazna mientras Blair pasa un brazo por encima de los hombros de Maddie.

«Madison, ¿podemos ir a algún sitio y hablar de esto?»

«Ni siquiera me marcas, y aún así te has atado voluntariamente con sangre a alguien. ¿Por qué me harías eso, Brax? Pensé… pensé que estábamos bien ahora. ¿Es porque ella es una Loba? ¿Crees que es mejor que yo?»

«No es como si me hubiera acostado con ella,» Brax gruñe. «Tú no estabas allí, Madison. Era una situación de vida o muerte».

Ella abre la boca para hablar pero se detiene, sacudiendo la cabeza mientras retrocede lentamente.

«¡Madison!»

Blair se va con ella, y Brax se apresura tras ellas.

«Sí, siempre que Brax está involucrado, hay drama», murmura Klaus a Xavi.

«Al menos no está matando a nadie», murmura Dane con una sonrisa de satisfacción mientras veo a Orion arrastrar a Indy lejos de Silas.

«Sí, gemelos», confirma Klaus, asintiendo a Xavi.

No me gusta escuchar solo una parte de una conversación, pero debe de ser duro para Xavi solo poder comunicarse con Klaus.

«Licántropos», añado, suponiendo que Xavi pregunta por los chicos. Echo un vistazo a mis hijos, que intentan despreocupadamente alcanzar los bolsillos de Dane, probablemente en busca de bocadillos.

Evrin había crecido mucho en la última semana y ahora era unos centímetros más alto que su hermano. Su desarrollo era mucho más rápido e incluso parecía mayor. Ya no tenía la cara redonda de bebé. Sin embargo, todavía no hay señales de que Logan haya cambiado.

No debería preocuparme, pero lo hace, sobre todo cuando veo a Evrin cambiar casi todas las noches. ¿Por qué un gemelo puede cambiar ahora y el otro no?

«¿Logan tiene que esperar hasta los trece?»

«Klaus, ¿por qué no llevas a los invitados a tu casa?» Dane sugiere.

Dane espera a que se hayan alejado y me rodea con sus brazos. «Tienes que dejar de preocuparte. Tú fuiste quien me dijo que es normal que los licántropos cambien a los trece años. Míralos a los dos. Evrin es una versión en miniatura de ti. Cambió temprano. Sólo está siguiendo los pasos de su madre».

«Lo sé, pero…»

«Si Logan llega a los trece y no sucede, entonces averiguaremos por qué». Aprieta sus labios contra mi mejilla, confiado y sin inmutarse.

No podía precisarlo, pero había algo que no encajaba cuando se trataba de los chicos.

Mallory lo llamaba «intuición de madre».

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