El CEO calculador y su inocente esposa -
Capítulo 221
Capítulo 221:
El rostro de Alan se tornó sombrío y con cierta fría solemnidad le dijo: «Si lo está o no, creo que no tardará mucho en saberse el hecho”.
«Hermano, ¿Qué tengo que hacer?».
«Aoba, ya que has elegido un camino que te gusta seguir, espero que no te involucres en estas disputas». En cuanto a esos pecados y a la oscuridad, Alan quería soportarlos solo.
Cuando murió su padre, Aoba aún era menor de edad y no se había graduado de la Universidad Jun Ling, por lo que, en ese momento, Alan tenía que mantener a la familia por sí mismo y por su hermano menor. Como su padre había caído, él no podía caer.
Aoba no pensaba así. «Pero soy un miembro de la Familia Hoyle, y con mis acciones de la Compañía Hoyle, tengo que hacer algo por mi padre y la compañía».
Todos estos años, bajo la protección de su hermano mayor, Aoba había vivido de forma desenfrenada y libre, ya era hora de que hiciera algo para cambiarlo.
«Te mereces estar tranquilo. Si de verdad quieres hacer algo por padre y ayudarme, vuelve a Jiangcheng y cuida de mamá, así tendré menos de qué preocuparme cuando pase algo. Aunque la odio por interferir en mis asuntos y los de Oliva, después de todo, ella me dio a luz y me crió. Oliva todo lo que hizo fue por mí, así que no debería culparla».
Aoba sonrió: «Cuando dices eso, me dan más ganas de conocer a mi cuñada».
«Es una buena mujer». Todas las buenas palabras no eran suficientes para describir lo que sentía por ella, sólo que era buena y que merecía ser apreciada por el resto de su vida.
«Una mujer que puede hacerte sentir satisfecho no debe ser tan mala, de todos modos, antes, eras frío con las mujeres y no te entusiasmabas con Ofelia, lo que nos hizo pensar a Aba y a mi que tenías un problema con tu orientación se%ual. Es bueno darnos cuentas de que no era así, ya no hay necesidad de preocuparse por la siguiente generación de la Familia Hoyle».
Alan le miró: «No olvides que tú también eres miembro de la Familia Hoyle, también tienes el deber de tenerun bebé con tu mujer”.
Aoba se apresuró a apartarse un poco, «Hermano, tú ya tiene al amor de tu vida, pero mi verdadero amor aún no ha aparecido, la carga de este asunto debe recaer primero sobre tus hombros, yo esperaré lentamente a que llegue mi oportunidad».
«¿Cuánto tiempo quieres seguir jugando? ¿Todavía quieres seguir cambiando de novias?».
Cuando se trataba de este asunto, Alan se sentía impotente. Su hermano pequeño era bueno en todo, pero nunca se tomaba en serio el amor. Cuando Aoba tenía 18 años, ¡Había dejado embarazada a una chica! Por supuesto, Alan descubrió que se trataba de un mal entendido.
«Hermano, no hables de esas cosas como nuestra madre, ¿Sí? Tú puedes estar seguro de que no seré tan revoltoso como antes, y no volveré a darte problemas». Cuando era Joven e inexperto y desenfrenado, pero ahora tenía experiencia. Podía distinguir rápidamente lo que una mujer buscaba de él.
Alan resopló, y sólo entonces se acordó de preguntar: «¿Quieres desayunar?».
Aoba se tocó el estómago y dijo: «Si no lo mencionabas, no me hubiera dado cuenta de que tengo hambre, t ahora que lo dices…».
Alan bajó las escaleras y preparó dos tazones de fideos, y se sentaron en el sofá a comer mientras veían las noticias de la mañana.
«Hermano, ¿Cómo es la habilidad culinaria de mi futura cuñada?». Aoba le dio una pequeña patada a su hermano mayor.
Alan le respondió: «¿Qué te parece mi habilidad en la cocina?».
“No está mal, hermano, tienes potencial para ser cocinero». Aoba se rió.
Alan se alegró mucho de oírlo, sonrió y dijo: «Soy alumno de tu cuñada, ¿Como crees que será su habilidad en la cocina?».
«¿De verdad?». Los ojos de Aoba se abrieron de par en par, es una persona que no tenía demasiadas aficiones, excluyendo a las mujeres, sólo la pintura y la comida.
Le encantaban todas las cosas hermosas y agradables, «Me hace mucha ilusión, Alan, ¿A qué paso han llegado?».
«Tenemos una hija, ya deberías saberlo, ¿No?».
«Mi sobrina pequeña nació hace cinco años. Entonces, ¿Quieres decir que esta embarazada otra vez?».
«No lo está, pero no tardará mucho». Se esforzó un poco más para quitarle todo el peso de encima, ella le dijo que quería darle otro hijo, para que tuvieran tanto un hijo como una hija.
«Hermano, eres increíble». Aoba le dio un pulgar hacia arriba.
Alan se rió ligeramente: «No creas que mientras me halagues, la dejaré entrar en la cocina para que te cocine».
«Lo sé, es tuya, no te la voy a robar, ¿Por qué estás tan nervioso? Pero, siempre está bien que venga a comer de vez en cuando la podre llamar cuñada, ¿No? Además, si me la presentas ahora, al menos podré decirle que no todos en la Familia Hoyle están en contra de ella, y eso le dará unas cuantas preocupaciones menos, ¿No?».
Alan se lo pensó, y creyó que su hermano tenía razón, así que se levantó y subió para bajar la maleta de ella: «Lleva esto al Hotel Ángel esta tarde, tengo una reunión, luego ven a Hengdu conmigo a esperarme, entonces cenaremos juntos por la noche, ¿Sí?».
«¿No vas a presentarme?».
Alan levantó las cejas, «¿Qué, no puedes hacerlo?».
«de acuerdo. Por supuesto que puedo hacerlo». Aoba se alegró de hacerlo, y se puso a esperar en la entrada del hotel a primera hora de la tarde.
Oliva recibió una llamada de la recepción, diciendo que un Señor Hoyle quería verla, ni siquiera pensó demasiado en ello, sólo pensó que era Alan porque le había enviado un mensaje de texto antes. Ella le dijo que luego iba a recoger su equipaje, pero él dijo que se lo enviaría.
Oliva le pidió a la recepcionista que le dijera que la esperara un poco más de un cuarto de hora, porque aún quedaban algunos papeles por firmar, y el Señor Geve los esperaba. Estaba feliz por la visita, pero no se podía influir en el trabajo.
Aoba pensó para sí que, parecía que esta futura cuñada era una persona ocupada. Si se tratara de cualquier otra mujer, pensaría que estaba fingiendo. Sin embargo, esta legendaria mujer de la que su hermano estaba enamorado no querría hacer tal cosa.
Nunca le había visto el rostro, pero con su lengua de plata pudo sonsacarle a la recepcionista algo de información sobre ella. Para cuando ella bajó, él ya había averiguado algunos de los chismes que habían ocurrido en el hotel, incluyendo el hecho de que Ofelia había llegado a ponerle las cosas difíciles aquí.
A él nunca le gusto Ofelia, ni siquiera cuando eran niños. Cuando era Joven, siempre seguía de cerca a Alan, era tan dominante que no permitía que otros niños se acercaran a él, y tan manipuladora que, cuando se enteró de que Alan no tenía ningún interés en ella, se dedicó a moverse para complacer a sus padres.
Aoba pensó que una mujer no necesita ser tan sabia. E incluso si una mujer es sabia, no debería utilizar su sabiduría para conspirar contra otros. Por muy hermoso que sea el rostro de una mujer, él pensará que es una mujer fea si tiene un corazón oscuro.
Oliva paso a toda prisa e ignoró a las señoritas de la recepción y a Aoba, que pasó por su lado. Parece que el encanto de su hermano era realmente tan imparable que ella no penaba en otro que no fuera Alan.
Sonrió al verla salir por la puerta giratoria, se despidió de las señoras de la recepción y la persiguió sin demora.
Oliva se dirigió directamente a la parte delantera del auto familiar y trató de abrirlo, pero no lo consiguió, así que miró a través del cristal en el interior, sin encontrar a nadie y nada más que una pequeña maleta en el asiento trasero, lo que le hizo sentir mucha curiosidad.
«¿Dónde estará?». El sonido de la puerta del auto al abrirse, acompañado de un chirrido, la sobresaltó mucho, haciéndola saltar y mirar detrás de ella.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar