El CEO asesino
Capítulo 379

Capítulo 379:

La mujer fue derrotada fácilmente después de unos pocos intercambios de palabras. Eso… ¡en realidad se sentía bastante bien!

Al final, Yoi no dijo nada más y miró furiosa a Covi y Annabelle. Después, volvió a su mesa.

Era la primera vez que Covi sentía tanta satisfacción después de expresar su opinión.

En ese momento, Covi intercambió una mirada con Annabelle y las dos se rieron.

Después de eso, ninguna de ellas dijo nada más y la multitud se dispersó para volver al trabajo.

Annabelle se sentó en su sitio y miró a Yoi con el rabillo del ojo. Las cejas de la mujer bajaron.

Ahora que Cole Ho no había sido apresado, seguía en peligro.

Podía escapar una o dos veces, pero eso no significaba que pudiera conseguir escapar todas las veces.

Annabelle siguió reproduciendo lo que Cole Ho le dijo el momento antes de ser empujada por el acantilado.

«Si quieres buscar venganza, ve a buscar a Yoi…»

Si Yoi estaba detrás de todo, ¡entonces Cole Ho estaría buscando a Yoi otra vez!

O eso, ¡ella estaría buscando a Cole Ho!

Sin importar qué, Annabelle sabía que debía encontrar el paradero del hombre lo antes posible.

Después de la primera vez, podía dejarlo pasar. Sin embargo, hubo una segunda vez y era muy posible que hubiera una tercera.

No podía arriesgarse tanto todo el tiempo.

Mientras pensaba en ello, la mujer tomó una decisión.

Respiró hondo y volvió a concentrarse en su trabajo.

Annabelle descansaba unos días en la casa de los Xia y Alistair estaba ingresado otros tantos.

El hombre sacó su teléfono varias veces con ganas de llamarla, pero reprimió su impulso cada vez.

¡Annabelle!

¡Mujer sin corazón!

La mujer se marchó así, sin venir a visitarlo ni una sola vez.

Había prometido cuidar de él. Pero ahora que estaba completamente recuperada e incluso había vuelto al trabajo, ¡todavía no había ido a visitarlo!

Alistair acababa de acumular una enorme carga de irritación.

En ese momento, sonó su teléfono.

Cuando Alistair vio el número, contestó, «¡Hola!»

«Presidente Mu, la señorita Xia ya ha vuelto a la empresa y parecía estar de muy buen humor. No almorzó en la empresa y lo hizo junto con Song Jing. También fue Song Jing quien vino a recogerla. Los dos se divertían cada vez que hablaban y parecían bastante íntimos el uno con el otro…» Jack informó claramente y sin emoción como una máquina y no omitió nada.

Cuando Alistair escuchó el informe de Jack, ¡su rostro se ensombreció en un trueno!

¡Cómo podía aquella mujer divertirse con otro hombre!

Parecía que durante los últimos días en que él no estaba cerca, ¡ella se lo estaba pasando bien!

«¡No menciones nada de ella en el futuro nunca más!» Después de decir eso, Alistair colgó la llamada y la tiró.

Cuando Jack oyó el pitido silencioso después de que su jefe le colgara, se quedó estupefacto y se preguntaba si había dicho algo malo… ¡Pero el Presidente le ordenó que dijera la verdad!

Jack se quedó pensativo, pero decidió que debía seguir espiándola por el bien de su jefe…

Mientras Alistair estaba en el hospital y recordaba el informe de Jack, tenía una expresión sombría.

¡Parecía que la mujer se lo estaba pasando en grande sin él!

Cuando pensó en eso, se levantó, se cambió y ¡consiguió que le dieran el alta!

En una lujosa suite.

Sean, Thomas Mo y Jerry Kuang estaban sentados relajadamente en el sofá. Tenían tanta gracia mientras se recostaban en el mullido cojín y observaban cómo Alistair bebía vaso tras vaso.

El hombre parecía un desconsolado intentando emborracharse.

¡Era tan raro ver a Alistair así!

En ese momento, Sean levantó los ojos y le miró perezosamente: «Alistair, ¿¡nos has traído a todos aquí para verte beber!?».

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