El CEO asesino
Capítulo 22

Capítulo 22:

Los dos terminaron la llamada y Annabelle volvió a su asiento. Ordenó su escritorio y revisó cuidadosamente el documento de Mu….

Lo estudió meticulosamente y se dio cuenta de que esta tarea no tiene nada que ver con su campo de especialización.

Bajó las cejas preocupada, parecía una complicación intencionada por parte de Mu.

Sea como fuere, no tenía muchas opciones, una situación de hundirse o nadar. Y Dorie será acusada de ofensa criminal.

Annabelle se masajeó la sien y empezó a procesar la información disponible. Su mirada estaba concentrada y decidida. Se lo tomaba como un reto para sí misma y, sobre todo, para salvar a Dorie.

Al cabo de una hora, se reclinó tranquilamente y relajó sus ojos extenuados. Fue una suerte para ella tener importantes exposiciones comerciales cuando estudiaba en Londres. También estaba especialmente agradecida de que muchas de sus oportunidades de aprendizaje no se limitaran únicamente a experiencias en el aula, sino que abarcaran también habilidades interpersonales, técnicas de resolución de problemas y competencia en pensamiento crítico.

Al ver lo absorta que estaba Annabelle en el trabajo, Covi se deslizó sobre su silla para ver cómo estaba.

«Hola Annabelle, ¿cómo es que no te vimos ayer por aquí?». preguntó Covi con cariño.

Annabelle no sabía que había batido un nuevo récord en Yun Rui al ausentarse en su segundo día de trabajo. Sus compañeros estaban curiosos y desconcertados. Algunos incluso esperaban con impaciencia buenos chismes.

Annabelle se sintió acogida con su simpatía y levantó la cabeza para saludarla: «Hola Covi. Tenía algunos asuntos personales que atender, así que me he tomado el día libre».

«¡Ah! No me extraña, y aquí nos preguntábamos qué te había pasado. Pensábamos que te habían despedido». dijo Covi riendo entre dientes.

No era raro que la gente fuera despedida por incompetente después de su primer día aquí en Yun Rui.

Al saber lo que pensaban sus compañeros, Annabelle sonrió amargamente y casi dejó escapar un suspiro. Cómo había esperado que la empresa la despidiera sin más…

Pero si le dijera algo, Covi pensaría que se había vuelto loca.

Annabelle sacudió suavemente la cabeza y volvió a sumergirse en el trabajo. Al ver lo despreocupada y absorta que estaba, a Covi le invadió la curiosidad y preguntó: «¿En qué estás trabajando?».

«Oh, sólo un encargo del señor Mu». respondió Annabelle con indiferencia.

Covi echó un breve vistazo al documento. Cuando se fijó en el familiar título del contrato, sus ojos se abrieron de par en par y sus cejas se alzaron alarmadas.

«¿Qué hace esto aquí? exclamó.

La reacción de Covi sugería complicaciones. Y ahora Annabelle estaba segura de que el contrato era más de lo que parecía…

«¿Qué pasa con él?» Annabelle giró el cuerpo hacia Covi y le preguntó preocupada.

Pero Covi se limitó a mirar sin habla a Annabelle. Al cabo de un rato, preguntó: «¿Te has metido en el berenjenal del señor Mu?». Urgh… ¿Es tan obvio?

Annabelle sonrió sin astucia, se hizo la desentendida y preguntó: «¿Por qué lo dices?».

Entonces Covi se volvió para mirar a su alrededor con cautela y le susurró a Annabelle: «Esta segunda parte del contrato: ¡el director general es un infame lascivo!».

La ceja de Annabelle se torció inmediatamente en señal de repulsión, y Covi prosiguió: «No sólo eso, tiene un carácter raro y vulgar. Todos los demás intentan mantenerse al margen de esta tarea. La oficina de relaciones públicas cedió este caso al señor Mu, ¡y le estaba costando mucho trabajo!».

Y ahora, esta penosa complicación pasaba a Annabelle. Covi no pudo evitar preocuparse.

Además, ¡una belleza como Annabelle era susceptible de sufrir algún acoso!

Tras la aclaración, Annabelle por fin entendió el panorama y comprendió a qué se refería Mu cuando mencionó una tarea desafiante…

¡Eso es!

Era impensable la intención de Mu de pasarle este caso, ¿qué tenía en mente? se preguntó Annabelle.

«Annabelle, simplemente rechaza este caso. De lo contrario, ¡seguro que se aprovecharán de ti!» Advirtió Covi seriamente.

Yo también lo sé, pero ¿realmente tengo otra opción?

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