El camino a reparar tu corazón
Capítulo 886

Capítulo 886:

Blayze, frunciendo visiblemente el ceño, dijo: «Ah, pequeña Jennie, te agradezco mucho tus amables palabras. Te gustaría ser mi modelo infantil?».

Al oír estas palabras, Sabrina miró atentamente a Blayze, tratando de evaluar la sinceridad en su tono.

¿Era sólo una broma inocente o una oferta genuina?

Ante la propuesta, los ojos de Jennie brillaron de emoción, iluminando su rostro con una mezcla de sorpresa y alegría.

«¿Hablas en serio? ¿De verdad puedo ser tu modelo?».

«Sin duda», respondió Blayze, con la voz llena de admiración. «Eres la joven más fascinante y encantadora que he tenido el placer de conocer».

En medio de todo esto, Sabrina se quedó repentinamente sin habla, incapaz de articular respuesta alguna.

Jennie, radiante por el cumplido, se volvió hacia Sabrina, esperando ansiosamente su reacción. «¡Sabrina, esto sería como un sueño para mí! ¿Puedo aceptar, por favor?».

Sabrina, sorprendida, consiguió sonreír.

«Blayze vive en Violetholt, que está bastante lejos de aquí. Y ahora mismo, no estoy disponible para ir allí. Así que, si vas en serio con esto, tendrás que hablar con tu padre, ¿vale?».

Sabrina dijo eso sólo para pasarle la responsabilidad a Tyrone, plenamente consciente de que probablemente rechazaría la idea.

Jennie no lo sabía, pero había una tensión no resuelta entre Tyrone y Blayze. Ajena a la verdad, Jennie asintió inocentemente. «Hablaré con mi padre en cuanto lleguemos a casa».

«Perfecto, esperaré ansiosa tu respuesta», dijo Blayze en voz baja.

Sabrina dirigió a Blayze una mirada penetrante, advirtiéndole en silencio que no tuviera falsas expectativas con Jennie. Al percibirlo, Blayze cambió rápidamente de tema.

«Parece que el avión ha aterrizado. Me dirijo ahora hacia la puerta de llegadas».

Con eso, Blayze cambió la videollamada a la cámara trasera, ajustando el teléfono a la altura del pecho.

La pantalla mostraba ahora el gran vestíbulo del aeropuerto, que se balanceaba suavemente mientras Blayze caminaba hacia la puerta, escudriñando entre los grupos de viajeros dispersos.

En la puerta se había congregado una pequeña multitud. Algunas personas estaban absortas en sus teléfonos, mientras que otras sostenían carteles de bienvenida, todas ansiosas por la llegada de los pasajeros.

Pronto, los primeros pasajeros empezaron a salir del pasillo cercano.

Sabrina, con los ojos fijos en la pantalla, se inclinó hacia delante, escudriñando a la multitud en busca de alguna señal de Mason, a quien supuso acompañado por un adulto.

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