El camino a reparar tu corazón
Capítulo 836

Capítulo 836:

Tyrone empezó a seguir a Sabrina al interior, pero ella le detuvo con el brazo. «Para ahí. Tienes que quedarte aquí».

Tyrone parpadeó, confuso: «¿Y por qué? Ya he estado aquí antes».

Él también la había acompañado a citas anteriores. Además, el médico le explicó las imágenes que aparecían en la pantalla.

«¿Y?», respondió Sabrina con firmeza. «Quiero hacerle al médico algunas preguntas personales».

A continuación adoptó una expresión simpática y astuta, que la hacía parecer realmente preocupada por los típicos problemas de salud femeninos.

Con un profundo suspiro, Tyrone asintió: «De acuerdo. Pasa. Yo me quedaré aquí. Si me necesitas, llámame».

«Claro».

Sabrina se dio la vuelta y entró sola en la sala de ecografías.

Una vez dentro, se quitó el abrigo y, sin que el médico tuviera que hablar, se tumbó en la cama y se levantó la blusa, dejando al descubierto su redondo vientre.

El médico le aplicó el gel frío en el vientre y, mientras ajustaba el aparato, le preguntó despreocupadamente: «¿Ha sentido alguna molestia últimamente?».

«Sí. La espalda se me pone rígida con facilidad. Además, voy al baño más a menudo».

«Lo comprendo. Si le duele la espalda, pídale a su marido que le dé un masaje».

«De acuerdo. Doctor, me gustaría saber si es posible comprobar sólo por ecografía si una persona ha tenido hijos antes».

El médico, sorprendido por la pregunta, respondió: «Es difícil saberlo. Los médicos experimentados pueden hacer una suposición basándose en el tamaño y la forma del útero, pero no es definitivo.»

«¿Y algo más seguro?»

«Una ecografía transvaginal podría».

«¿Me pueden hacer una?»

Esta vez el médico se sorprendió. «¿Tú? De ninguna manera. Ya estás en el último trimestre. Una ecografía transvaginal podría provocar un aborto».

«Oh, ya veo… está bien. ¿Puedes mantener esto entre nosotros, por favor?»

«Por supuesto».

Después de sorberse los mocos, el médico se concentró en el monitor.

«El bebé se está desarrollando bien. Tampoco hay indicios de envejecimiento prematuro de la placenta. Excelente».

Tras maniobrar el instrumento y examinar las imágenes, el médico retiró la sonda y limpió el gel con unas hojas de papel.

«Todo está en orden. Vuelva dentro de quince días para otra exploración».

«Gracias, doctor».

Sabrina se limpió con cuidado los restos de gel antes de usar los brazos para incorporarse.

Cuando se abrió la puerta, Tyrone se acercó inmediatamente y la apoyó para ayudarla a bajar.

«¿Va todo bien?»

«Sí, aquí están los resultados».

Tras la consulta, Tyrone llevó a Sabrina al Apartamento Estrella y le pidió que descansara un rato. Poco después, inició su viaje a la empresa.

De vuelta al Grupo Blakely, Kylan llamó a la puerta del despacho de Tyrone y entró, informando de las últimas novedades: «Señor Blakely, ya hemos encontrado al remitente del correo electrónico y a la persona que filtró la información para intentar difamar a la señorita Chávez.»

Sin apartar los ojos de la pantalla del ordenador, Tyrone preguntó con calma: «¿Les ha interrogado ya?».

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