El camino a reparar tu corazón -
Capítulo 703
Capítulo 703:
Qué casualidad. La coincidencia era tan extraña que incluso Matteo empezó a preguntarse si se había equivocado con otra persona.
Sin embargo, el equipo de Matteo había confirmado que Trevor había entrado por error en la habitación de Shirley aquel día, y se suponía que el hijo de Shirley era de Trevor.
Sergio miró los registros y frunció las cejas. En ese momento, todo encajó para él.
Sus sospechas eran ciertas. Shirley era la mujer que Tyrone había utilizado para perturbar la relación entre Trevor y Sabrina. Shirley había hecho un trato con Tyrone, utilizando el dinero para pagar la operación de su padre y su posterior recuperación. Pero si ese era el caso, el hijo de Shirley debería haber sido de Trevor.
El incidente de aquel día sugería que Trevor debía pensar que el hijo de Shirley era suyo, por lo que la cuidaba bien. Pero Shirley lo había negado. Afirmó que no sabía quién era el padre del bebé.
Sergio frunció el ceño, su mirada intensa.
Matteo razonó que cuando Sergio le encargó investigar a Shirley, concretamente a partir de diciembre del año pasado, indicaba que Sergio había albergado sospechas durante algún tiempo. Así pues, preguntó tímidamente: «¿Debería mirar en los registros del hospital?».
«No hace falta», respondió Sergio en tono serio.
No había necesidad de complicaciones. Una vez que Rogelio y Shirley se sometieran a una prueba de paternidad, todo quedaría aclarado.
Sin embargo, Sergio no había previsto que Shirley empezaría a evitarle y a ignorar sus llamadas.
Sergio no volvió a casa aquella noche.
Sergio telefoneó a Marnie y le informó de una urgencia en el trabajo, explicándole que estaría ocupado durante un largo periodo y que pensaba dormir en la oficina.
Su voz era tranquila. No había ningún atisbo de frenesí, como si no hubiera estado bajo los efectos de las drogas, ni de enfado por descubrir que Marnie le había drogado.
Cuanto más tranquilo parecía Sergio, más inquietaba a Marnie.
Marnie sospechaba que Sergio podría estar buscando la compañía de prostitutas durante la noche. Interiormente, culpó a Matteo por haber llamado a Sergio a esas horas.
A la mañana siguiente, Sergio intentó llamar a Shirley pero no obtuvo respuesta.
Supuso que estaba preocupada y no podía coger el teléfono, por lo que volvió a intentarlo treinta minutos más tarde. Sin embargo, seguía sin obtener respuesta.
Fue entonces cuando Sergio se dio cuenta. Buscó la cuenta de Facebook de Shirley y le dejó un mensaje.
Después de una mañana ajetreada, Sergio comprobó su teléfono sólo para encontrar, como esperaba, ninguna respuesta de Shirley.
Levantó la mano y se frotó el entrecejo. Shirley era quien le había dicho aquellas palabras, desatando sus sospechas, pero ahora parecía ignorarle…
Durante su cuarto año de universidad, Shirley y dos compañeros formaron un equipo para participar en una competición profesional universitaria conjunta, con la esperanza de mejorar sus currículos.
A mediodía, Shirley y sus compañeros salieron de la sala de lectura de la biblioteca. Charlaban sobre diversos temas mientras caminaban hacia la cafetería.
«Shirley». De repente, Shirley oyó que la llamaban por su nombre. Al girarse hacia la voz, vio a Sergio de pie junto a una columna no muy lejos de ella. Al notar su mirada, se dirigió hacia ella.
La compañera de la izquierda se fijó en Sergio y le dio un codazo a Shirley, que miraba a la pareja con curiosidad. «¿Sr. Sergio Blakely?»
Shirley mantuvo la compostura. «¿Necesita algo?»
«Me gustaría invitarle a comer. Podemos hablar mientras comemos. ¿Qué le parece?» dijo Sergio.
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