El camino a reparar tu corazón
Capítulo 663

Capítulo 663:

Sus miradas se cruzan brevemente. Lance, con una leve sonrisa, desvió la mirada.

Después de la comida, Amirah sugirió a Lance y Bettie que se relajaran en la habitación de Bettie.

Una vez dentro, Bettie bajó la voz y preguntó: «¿Estás detrás de esto?».

«¿Qué?»

«Vamos. Deja de fingir».

«Sí», admitió Lance, asintiendo. «Acabamos de casarnos. Tu padre no me involucraría en sus asuntos sin motivo, pero tenemos poco tiempo.»

Con este incidente, Corless confiaba en Lance ahora más que nunca. Sólo en tiempos difíciles tendría Lance la oportunidad de meterse en los negocios de la familia Ramírez.

Al ver que Lance había tomado la iniciativa tan pronto para cumplir el acuerdo, Bettie le sonrió y le dijo: «Si necesitas mi ayuda, dímelo.»

«Claro». Lance echó un vistazo a la habitación de Bettie.

El dormitorio de Bettie era una elaborada suite, que unía el dormitorio principal con el estudio, un vestidor y un cuarto de guardia privado.

En un rincón del vestidor, Bettie encontró una maleta y la abrió. Planeaba empacar algunos artículos esenciales para su estancia en la villa.

«¿Necesitas ayuda?» le ofreció Lance al acercarse.

«No, siéntate ahí».

«Creo que debería ayudar».

Desde la puerta, Bettie le indicó: «Coge algunos libros del escritorio del estudio y las pequeñas bolsas negras que cuelgan de la pared. Y… bueno, esa caja sobre la mesa».

«Entendido». Lance entró en el estudio, recogió los libros y las bolsas negras y los metió en la maleta.

Al volver con dos cajas en la mano, levantó un joyero de madera y una caja de regalo ornamentada, inseguro de su contenido.

De pie en la entrada del armario, preguntó: «Había dos cajas sobre la mesa. ¿Cuál quieres?».

Bettie echó un vistazo a las cajas que él sostenía y se detuvo, recordando de repente el contenido de la caja de regalo de la derecha. ¡Maldita sea! ¡Cómo se le había podido olvidar!

Ruborizada, Bettie dijo: «La de la izquierda. Por favor, vuelve a poner la de la derecha…»

«Olvídalo. Dámela». Bettie se acercó a Lance, le cogió la caja de regalo y la guardó rápidamente en el armario.

Enarcando una ceja, Lance la observó con curiosidad y bromeó: «¿Qué hay ahí? ¿Algo embarazoso?»

Bettie hizo una pausa, miró a Lance y preguntó con seriedad: «¿Qué quieres decir con eso?».

«Bueno, ya sabes la respuesta», contestó Lance, ajustándose las gafas.

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