El camino a reparar tu corazón
Capítulo 629

Capítulo 629:

Bella, al enterarse del embarazo de Sabrina, era una mezcla de asombro y alegría, ansiosa por conocer a la recién llegada.

De repente, una voz familiar en su lengua materna cortó el bullicio del restaurante. «¿Collen?»

Sabrina levantó la vista para ver a un hombre de mediana edad. Aunque no lo había visto antes, su dirección y su ligero acento la llevaron a suponer su identidad. Tenía que ser Horace.

Instintivamente, Sabrina desvió la mirada hacia Tyrone.

«Horace, Rita», Collen, sorprendido, se levantó y los saludó con una sonrisa.

«¡Qué casualidad! ¿Cuándo habéis llegado? ¿Por qué no me avisaste?».

No fue hasta entonces cuando Sabrina reparó en Rita, que iba elegantemente vestida y seguía a Horace.

Mientras Collen hablaba, Sabrina examinó a Horace en secreto.

Aunque Horace tenía más de cincuenta años, mantenía un aspecto juvenil, en forma y saludable, parecido al de un hombre de cuarenta. Sabrina pensó que en su juventud debía de ser todo un galán, lo que explicaba por qué Kira seguía colada por él. Tyrone y Blayze tenían los ojos de Horace.

Sabrina se dio cuenta de que Horace le robaba una mirada a Tyrone mientras hablaba con Collen.

Tyrone se recostó en su silla, con el rostro inexpresivo, aunque un atisbo de impaciencia parpadeó en sus ojos.

Horace respondió con una cálida sonrisa: «Vine aquí por negocios, pero decidí quedarme unos días por placer. No te informé porque sabía que estabas ocupado en el trabajo y no quería importunarte».

Collen se limitó a sonreír y le dijo a Rita: «Rita, cada vez que te veo estás más guapa. Apenas te he reconocido».

«Oh, no me tomes el pelo», respondió Rita riendo.

Tras unos instantes de conversación, Collen hizo la presentación. «Bella, Sabrina, éste es Horace, el padre de Blayze, y ésta es su mujer, Rita. Horace, ésta es Bella, mi novia. Ella es Sabrina, nuestra amiga. Y éste es el marido de Sabrina».

Sabrina saludó a Horace y a Rita como si no supiera nada. En cuanto se conociera la relación de Rita con ella, sería difícil mantener la calma, lo que pondría a Collen en un aprieto. Sabrina optó por actuar como si no conociera a Rita.

Rita, que no quería hablar públicamente de su relación con Sabrina, hizo lo mismo.

Horace asintió al grupo y ante la mención de Bella, dijo significativamente: «Collen, eres realmente afortunado por tener una novia tan agradable».

Collen estaba a punto de responder cuando Horace cambió de tema y se dirigió a Tyrone: «Es toda una sorpresa verte aquí en Philade. ¿Cuáles son las probabilidades?».

Tyrone le devolvió la mirada e hizo ademán de reconocer por fin a Horace. «Señor Fowler, le pido disculpas. No le había reconocido hace un momento. Ha sido una grosería por mi parte».

Horace se quedó sin palabras, pero se encogió de hombros. «No pasa nada. Después de todo, sólo nos hemos visto una vez».

Collen, siempre tan anfitrión, intervino: «No tenía ni idea de que Horace conociera a Tyrone. Cenemos juntos. Horace, Rita, uníos a nosotros. Yo invito».

«Claro». Horace no perdió el tiempo y rápidamente cogió la mano de Rita para sentarse.

Collen, cogido desprevenido por sus prisas, se apresuró a pedir al camarero que trajera dos juegos más de vajilla.

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