Capítulo 519:🍙 🍙 🍙 🍙 🍙

«Vale».

Al llegar al hospital, Sabrina se dirigió a la consulta del médico para recoger los resultados y luego procedió a hacerse una ecografía y la prueba del síndrome de Down.

Tyrone tomó los resultados de Sabrina, escaneándolos brevemente. Enarcando una ceja, preguntó: «¿De dieciséis semanas?».

«Sí», respondió Sabrina, con voz firme.

Tyrone cayó en la cuenta de que Sabrina debía de haber concebido en Philade.

En silencio, hizo cuentas. Cuatro meses atrás…

Sus miradas se cruzaron y Sabrina vislumbró su expresión de suficiencia.

Enrojecida de vergüenza, le dio un fuerte pellizco en la cintura.

Desviando la mirada, bromeó: «Eres tan capaz».

La respuesta de Tyrone fue una sonrisa. Le rodeó suavemente la cintura con los brazos y le susurró algo que hizo que sus mejillas se encendieran aún más.

Ella lo miró, con una mezcla de timidez y enfado en los ojos, cubriéndose el vientre como si quisiera proteger a su hijo nonato de la conversación. «¿Te atreves a repetirlo?»

«Preferiría que no», se apresuró a decir Tyrone, con una mezcla de cautela y placer en la voz. Apreciaba su actitud luchadora. Si no hubieran estado en el hospital, habría aprovechado el momento para besarla.

Sabrina se dio la vuelta y se alejó, dejando atrás a Tyrone. No le importaba que la hubiera seguido. Su mente, después de todo, parecía ocupada con pensamientos de intimidad.

Tyrone la alcanzó y le cogió la mano.

Fuera de la sala de reconocimiento, Sabrina tomó asiento y se acomodó para esperar su turno.

Tyrone se sentó a su lado y jugó suavemente con su mano.

Después de un momento, se inclinó hacia ella y le susurró: «Suerte que es fuerte, ¿eh?».

«Lo pasamos muy bien en Philade…».

Sabrina le lanzó una mirada de advertencia y le susurró: «Entonces sangraba. Supuse que era mi periodo…»

«Lo siento mucho. Eso fue culpa mía». Tyrone bajó la cabeza. En aquel momento, Sabrina le mintió acerca de que tenía novio, volviéndole loco hasta el punto de reclamarle varias veces. Al reflexionar, se dio cuenta de que entonces ya estaba embarazada. Se sintió aliviado de que tanto Sabrina como el bebé estuvieran bien. Si hubiera pasado algo, se habría sentido desolado.

«Basta. «

Al ver sus orejas sonrojadas, Tyrone sonrió y dijo: «Está bien, no más. No volveré a sacar el tema».

Por la tarde, Sabrina había terminado su control prenatal. El bebé estaba bien y la prueba del síndrome de Down había salido bien.

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