El arte del sexo
Capítulo 99

Capítulo 99:

– ¡Buenos días! -Daviana oye la voz de Gael llevando la vista hacia la entrada -. No esperaba verte tan temprano en aquí -le sonríe el médico.

– No podía esperar para venir a ver a mi hermano, me fui algo preocupada por él.

– No tienes nada de qué preocuparte, muy pronto le daremos de alta y él tendrá una vida feliz y normal -Gael se queda a su lado.

– Muchas gracias por todo lo que hace por mi hermano.

Gael observa a Daviana de soslayo, ella miraba a su hermano con una expresión de alivio en el rostro que no vio durante tres largos años. Se sentía contento de que ella al fin pudiera tener un respiro.

Sin embargo, existía otra cosa de la que debían conversar, y creía que ese momento era apropiado.

– Daviana, me gustaría hablar contigo sobre algo -la castaña levanta la mirada para verlo.

[…]

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Michele se remueve en la cama sintiendo el otro lado de la cama vacío, eso lo lleva a abrir los ojos estrepitosamente para fijarse de que Daviana no se encontraba dormida a su lado.

Michele se pone en pie y decide buscarla por la casa, pero no la hallo en ningún lado. El CEO frunce el ceño puesto que el único lugar donde puede estar era la clínica, pero no le agradaba la idea de que estuviera sin él allá.

– Esta mujer va a acabar con mi paciencia, al menos una nota debió de dejarme.

Sube de nuevo a la recámara para tomar una ducha y salir directo a la clínica, pero mientras lo hacía pensaba que si ella quería ir a ver a su hermano se lo hubiera pedido. No tenía problema en llevarla.

– ¿Por qué demonios se empeña en hacer las cosas por ella misma? refuta enojado.

Cuando estuvo listo sale de casa directo a su coche y conduce hasta la clínica esperando encontrarla allá, pero sobre todo sola y no con ese pendejo del doctor.

[…]

– ¿Sucede algo? -Daviana pregunta algo alarmada, no esperaba que le dijeran algo malo de su hermano.

– Podemos hablar en el sofá -Gael la conduce hasta el mismo, y ambos terminan por sentarse.

– ¿Qué está pasando? Me está asustando.

– No te alarmes, no es nada malo. Y tampoco tiene que ver con tu hermano.

– ¿Se trata de lo que le debo? Le prometo que le cancelare lo más pronto posible.

Gael niega algo divertido, hace un gesto con la mano para que ella se tranquilizara.

– Daviana no es nada de eso… -ella se asombra, puesto que no tiene idea de que pueda ser.

– No estoy entendiendo.

-Me gustaría saber quién es ese hombre que ha estado acompañándote en este proceso, no lo había visto antes.

La castaña se tensa de inmediato ante la mención de Michele.

– ¿Ocurre algo con él? -Bueno, la verdad es que sí -ella ensancha la mirada ante la franqueza de Gael.

La clínica no estaba muy retirara de su casa, y menos cuando se iba en carro propio. El CEO se bajó del coche y se encaminó directo hasta la habitación de Arthur para encontrarse con Daviana.

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