El arte del sexo
Capítulo 62

Capítulo 62:

El pelinegro muerde sus labios al sentir esa sensación de eyacular dentro de ella, pero no lo deseaba. Lo que lo lleva a escurrir la mano libre hasta su coño para frotar su clítoris, al hacerlo la pelirroja jadea con fuerza e inclina su culo hacia él.

Unos segundos después, una especie de fluido caliente se desliza por su polla acompañado de los espasmos del cuerpo de su secretaria. Connor continúa penetrándola con fiereza debido al exceso de húmeda en su interior.

– Connor -la oye jadear…

Él saca su polla de su vagina fijándose que estaba empapada de fluidos blanquecinos, lo toma desde la base y decide abrir las nalgas de esa mujer. Moja dos de sus dedos y frota el pequeño orifico de su culo, seguidamente ejerce presión con la cabeza de su pene contra ese pequeño ano.

– Connor, espera un momento…

– Vamos nena, no seas cobarde…

Emprende la tarea de introducir su polla lentamente en esa pequeña abertura empezando a sentir como se siente de bien que su pene este sumamente apretado. Entreabre los labios llevando tan solo la mitad, lo estaba disfrutando sin duda alguna.

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– Mierda, pero que culo tan bueno tienes.

Sujeta a la pelirroja de la curva de su trasero metiendo un poco más su polla, cada vez se sentía más estrecho. Baja la mirada avistando que su pene llevaba un poco más de la mitad, el CEO decide terminar por metérselo completo.

– Joder -exclama con fuerza.

– Connor, me duele, por favor, para…

Él aprieta la redondez de las nalgas y continúa entrando y saliendo de su culo, la sensación era tan carnal y placentera. Muerde sus labios al notar que su secretaria ya no se quejaba más, a cambio abrió un poco más sus nalgas con sus propias manos para que su pene entrara y saliera sin problemas.

Él podía ver a la perfección el oficio de ese ano y su polla entrando y saliendo de él, ambos estaban tan húmedos y excitados que sospecho que ella se volvería a correr. Acelera un poco las embestidas escuchando a la pelirroja jadear con fuerza.

Apretaba sus nalgas dejando sus dedos marcados lo que lo lleva a él a frotar su clítoris y de vez en cuanto introducía su dedo medio en su coño.

– Connor, me voy a correr de nuevo -gime fuera de control.

La mitad de su cuerpo estaba sobre el lavado mientras que él le daba dudo por el culo, afianzo las embestidas hasta que la oyó jadear de una manera que no había hecho antes. Ese gemido impulso a Connor a correrse dentro del culo de su secretaria, Cerro los ojos cuando comenzó a eyacular, la sujetó de las caderas mientras la penetraba y eyaculaba al mismo tiempo.

– ¡Ohhhh! Mierda -musita vaciándose por completo -. Joder que bueno esta esto -añade relamiendo sus labios.

Al sentir que acabo, lentamente retira su pene del culo de su secretaria. Ella se queda en esa posición un momento mientras que él limpia su pene con una toalla.

– Eso me ha dolido mucho, joder.

– No seas cobarde, bien que te ha gustado.

– Al menos debiste preguntarme.

– Esas cosas no se preguntan.

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