El arte del sexo
Capítulo 125

Capítulo 125:

– Te encantara nuestro nuevo hogar, te vas a divertir mucho, tendrás muchos juguetes con los que te vas a distraer todo el día.

Le dice ella a su hermano mientras empaca sus cosas.

– Sí, ya me quiero ir Davi…

– Nos iremos pronto, te lo prometo.

En eso oye el nombre de un doctor que la hizo voltear. Ella pilla a una rubia sonreír mientras pasa frente a la puerta del cuarto de su hermano, la curiosidad pudo más que ella y sale al corredor. En cuanto lo hace se percata de que esa mujer corrió abrazar a Gael plantando un beso en sus labios.

Allí Daviana confirmo las palabras de Michele, ese imbécil era un bastardo. La rubia no se demoró mucho, le dejo como especie de una mochila y luego se fue. La castaña al verlo solo va a su encuentro, toca su hombro y en lo que él se da la vuelta planta una cachetada en su mejilla.

– ¡Eres un idiota! Espero no volver a tener que verte infeliz mentiroso.

Y con aquellas palabras regresa con su hermano y segundos después Michele llega y los tres se marchan a casa. Sin embargo, Daviana no podía ocultarle a su esposo lo que hizo.

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– He visto a Gael -Michele mira de soslayo a Daviana -. Lo he cacheteado, lo pille con una mujer rubia.

– ¡Se lo merece por hijo de puta!

– Lo que me preocupa es que aún sigo debiéndole dinero.

– Yo he cancelado esa deuda mi amor, el día que le partí la cara. No te lo dije por el momento, pero pensé hacerlo, solo que tampoco creí importante hablar de ese infeliz.

Daviana sonríe con amor, su esposo era único.

[…]

– Creo que el sol está muy fuerte, Arthur. Porque no regresas aquí bajo la sombra.

– No quiero…

Daviana observa como su hermano corre por la blanquecina arena de la playa, luego de dos meses el doctor le aseguro que su hermano podía realizar cualquier viaje. Por ese motivo Michele programo un viaje para los tres y la niñera a una hermosa playa.

La castaña divisa a su hermano correr por la orilla de la playa mientras que la niñera construía un castillo de arena sin quitarle los ojos de encima.

– Creo que estará bien cuidado al menos por unas horas-Michele le susurra contra el oído.

– ¿Un par de horas? ¿Y eso que significa? -ella sonríe con picardía.

– Significa que te llevare a la habitación para hacerte el amor.

EI CEO sujeta a su esposa para cargarla como princesa al interior de una hermosa casa de playa, Daviana sabía que su hermano estaba bastante distraído como para buscarla.

En cuanto ambos llegaron a la habitación, Michele le pasa el seguro a la puerta y camina a paso veloz a la cama tumbándola con delicadeza en la misma. Inmediatamente descubre su cuerpo despojándola de aquel pareo transparente. Únicamente dejo a su esposa en bañador.

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