El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 986

Capítulo 986:

POV de Crystal:

Todos los invitados se emocionaron y rompieron en susurros silenciosos. Cada vez se reunía más gente en la pista de baile.

Arron salió corriendo en cuanto las luces se atenuaron. Respiré aliviada.

Cuando los focos iluminaron el escenario, Laura, con un vestido precioso, subió al escenario con elegancia. Estaba más elegante y recatada que en un baile al que había asistido hacía muchos años. Ya no parecía tan dominante, pero tenía un aire tranquilo después de haber pasado por tantas penurias.

Mientras Laura hablaba, Rufus se me acercó de repente y me susurró en voz baja: «Tienes el pendiente atascado en el pelo».

Su aliento me hizo cosquillas en la oreja, pero me obligué a concentrarme. Rápidamente me toqué el pelo y descubrí que mi pendiente estaba realmente atascado allí.

Me di la vuelta torpemente e intenté quitarme el pendiente, pero no lo conseguí.

«Toma. Deja que te ayude». Rufus extendió la mano y me ajustó suavemente el pendiente.

«Eh, gracias.» En cuanto terminó, me alejé de él con cautela, sin atreverme a mirarle.

Rufus se rió. «No te preocupes. Tus hijos están a salvo aquí».

Su voz era muy baja y sólo yo podía oírla, pero aun así sentí escalofríos. Aunque ya me había apartado, seguía sintiendo que estaba demasiado cerca, lo que hizo que mi corazón latiera sin control.

La gente de alrededor escuchaba atentamente a Laura, que estaba en el escenario. Sólo Rufus y yo estábamos de pie en la esquina, susurrando, lo que me hizo sentir extremadamente nerviosa e incluso un poco excitada.

Me tragué mis emociones desordenadas y fingí calma. «Arron tenía curiosidad por el baile, así que se coló sin decírmelo».

«No había necesidad de colarse. Deberías traerlo contigo. Aquí es bienvenido», respondió Rufus con indiferencia.

Le robé una mirada, pero él la captó rápidamente y nos miramos por un momento. «¿Pasa algo?

«No, no es nada. Sólo un mosquito», dije rápidamente. Desvié la mirada. Por alguna razón, me sentía culpable delante de Rufus.

Rufus resopló y se burló: «Ahora es invierno. ¿No hibernan los mosquitos?».

«Oh, entonces debe haber sido una mosca». Nunca podría admitir la derrota delante de este hombre, ni siquiera antes de que hubiera perdido la memoria.

Rufus sonrió y no dijo nada más.

Apreté y aflojé los puños con ansiedad. Finalmente, decidí continuar con el tema anterior. «No quería asistir al baile, así que Arron no debía estar aquí. Arron siempre ha sido un buen chico. No sé por qué de repente decidió venir sin decírmelo».

Después de decir eso, volví a mirar a Rufus. Pero esta vez, le miré sin intentar ocultarlo. Rufus se quedó callado después de oír lo que dije. Bajó la mirada y parecía estar pensando en algo.

Aunque su expresión no había cambiado, antes éramos compañeros íntimos. Inmediatamente me di cuenta de que estaba un poco triste.

De lo contrario, habría contestado. Mi mente empezó a dar vueltas. No dije nada malo, ¿verdad? ¿Por qué Rufus se sentía infeliz de repente?

Jugueteé con el dobladillo de mi vestido, preguntándome si debería decir algo para animarle.

Pero entonces, Laura terminó su discurso de apertura y le pidió a Rufus que eligiera una loba para el primer baile.

Cuando los focos se centraron en Rufus, me alejé de él rápidamente, preocupada por si me involucraba.

Rufus me miró de reojo. Su rostro era inexpresivo, pero, por alguna razón, sentí un escalofrío que me recorrió la espalda.

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