El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 814

Capítulo 814:

POV de Sylvia

Rodeé la cintura de Alina con los brazos para evitar que rompiera la bola de cristal.

Su capa estaba desordenada y le habían caído mechones de pelo delante de los ojos. Parecía muy nerviosa, pero seguía comportándose de forma arrogante conmigo. «Suéltame. Eres gafe. Quien te toque tendrá problemas».

Con tono indiferente, le susurré al oído: «Te lo mereces. Elegí deliberadamente el día de hoy para desenmascarar tu mentira. Quería hacerte probar la desesperación cuando estabas tan cerca del éxito».

Alina me fulminó con la mirada y dijo entre dientes apretados: «¡Sylvia, vas a tener una muerte horrible!».

Sonreí con desdén. «Deberías estar pensando en cómo explicar tus acciones a todo el mundo».

En ese momento, la bola de cristal en la palma de la mano de Rufus flotó lentamente en el aire y empezó a mostrar la escena de la muerte de Leonard.

Cuando vieron cómo Alina hundía la daga en el pecho de Leonard, la multitud exclamó colectivamente.

Alina debió darse cuenta de que estaba completamente condenada. La arrogancia y el orgullo de su rostro se desvanecieron, dejando en su lugar sólo pánico y agitación.

«¡Alto!», gritó desesperada, pero ya era demasiado tarde para hacer nada.

Cuando todos vieron a Leonard morir lentamente, se les partió el corazón. Con el nivel actual de la tecnología médica, podría haberse salvado aquel día aunque le hubieran apuñalado. Sin embargo, Alina no hizo más que contemplar fríamente cómo se le iba la vida.

Edwin estaba al borde de un ataque de nervios. Tenía los ojos inyectados en sangre y cayó al suelo murmurando algo para sí mismo.

Owen intentó controlar sus emociones con lo que le quedaba de cordura, pero seguía sin poder ocultar la intención asesina en sus ojos. Avanzó y abofeteó con fuerza a Alina en la cara.

«¡Tú!» Estaba tan furioso que las palabras le fallaban. Finalmente, con lágrimas en los ojos, señaló a Alina con su dedo tembloroso y le dijo: «¿Tu padre te ha hecho algo malo desde la infancia? Eras más importante para él que cualquier otra cosa, incluso que su propia vida. Se preocupaba constantemente por tu felicidad. Temía que te sintieras agraviada e infeliz si te casabas con la persona equivocada. Pero al final, no entendiste sus esfuerzos. ¡Incluso asesinaste a tu padre sólo para lograr tu objetivo egoísta! Alina, ¿aún tienes corazón?».

Owen no pudo aguantar más la tensión y se tambaleó hacia atrás. Flora se apresuró a sostenerlo y lo consoló suavemente.

Warren también estaba a punto de derrumbarse. Sus ojos se dirigieron repetidamente a la bola de cristal, con el dolor profundamente grabado en el rostro. «¿Por qué no le salvaste? Podrías haberle salvado».

«No, no lo hice. No maté a mi padre. Me vi obligado a hacerlo. Cuando volví en mí, la daga ya estaba enterrada en su corazón». Las lágrimas corrieron por el rostro de Alina. Intentó defenderse, pero ya nadie la creía ni se compadecía de ella.

«Aun así, ¿por qué no le salvaste cuando pudiste?». Los ojos de Warren se tiñeron de rojo y gritó maníacamente.

Alina no sabía qué decir. Se limitó a divagar, queriendo que todos la creyeran.

Pero las pruebas eran concluyentes. Todas las excusas de Alina fueron en vano.

En ese momento, un hombre lobo afligido subió al escenario y blandió su larga espada contra Alina.

Rufus corrió hacia nosotros y me arrastró detrás de él. Luego empujó suavemente a Alina hacia delante.

Alina gritó y esquivó el filo de la espada. Tenía el pelo casi suelto y la capa cubierta de polvo. El anillo, que representaba el poder de Alfa, cayó al suelo y rodó hacia mí. Me agaché para recogerlo y lo guardé a buen recaudo.

El hombre lobo tenía un aspecto formidable. Era obvio que estaba bien entrenado en artes marciales. Lanzó su espada en dirección a Alina sin vacilar.

Alina lanzó un grito desgarrador al recibir el corte en la cara. Había una herida profunda en su cara una vez hermosa, dejándola completamente desfigurada.

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