El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 680

Capítulo 680:

Punto de vista de Alina

La piedra preciosa en mi palma se calentaba progresivamente. Las lágrimas se derramaron inconscientemente de mis ojos debido a la sensación de ardor. Tragué un grito y mi cuerpo tembló incontrolablemente.

La verdad había resultado ser tan cruel. Yo era el hazmerreír.

Todo este escenario era como una vil broma. Todo aquello de lo que me sentía orgullosa se había hecho añicos como el cristal. Las emociones humanas podían ser tan falsas.

No importaba si era mi padre o Warren.

Incluso Owen, que siempre me quiso por encima de todos, ni siquiera me dedicó una mirada después de haber ganado una nuera.

La altísima temperatura de la gema parecía querer hacerme afrontar la realidad. La sensación de ardor en mi mano hizo que mi respiración se acelerara.

Una inmensa tristeza y resentimiento desgarraron mi alma despreciable.

Miré a todos con pánico, esperando que alguien hablara y me dijera que lo que pensaba no era cierto.

Que mi padre aún me quería y que Warren no me había abandonado. «Alina, ¿qué te pasa? Estás muy pálida. Si no te encuentras bien, vete a tu habitación y descansa». La voz de mi padre destilaba impaciencia, como si quisiera que desapareciera.

Me eché a reír mientras las lágrimas seguían cayendo por mi cara sin control. Así era mi padre. Ahora que tenía otra hija, podía tratarme despreocupadamente como si fuera basura.

Por fin se dio cuenta de que algo iba muy mal. Se acercó a mí, con la cara arrugada por la preocupación, y me preguntó: «Alina, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué le cortaste la mano a Sylvia con una cuchilla de afeitar?».

«¡Por nada!»

Interrumpí furiosa su pregunta, miré a la multitud reunida y finalmente fijé mis ojos en Sylvia.

«¡Simplemente la odio! ¡Detesto a esa zorra! Es tan bonachona, pero en cuanto conoce a un lobo macho, mueve la cola, suplicando atención como la zorra que es. ¡La detesto! ¡Desearía poder cortarla en pedazos!

La maldije con odio apasionado. Si las palabras pudieran matar, ¡sin duda querría asesinar a esa zorra que sólo robaba cosas que pertenecían a otros!

Mi padre se quedó helado e incrédulo. «Alina, ¿comprendes siquiera lo que estás diciendo? ¿Cómo has podido decir algo tan cruel? No es propio de ti».

me burlé. «Padre, eres un perdedor. Ni siquiera conoces la verdadera naturaleza de tu hija. Ya estoy harta de comportarme como una señorita. No me importa si no te gusto en mi verdadera forma. De todos modos, tienes más de una hija».

Mi padre se enfureció tanto que golpeó la mesa con la mano. «¡Alina! ¿Qué estás balbuceando? Vuelve a tus cabales. Este no es lugar para que andes con tonterías».

«Estoy en mis cabales. No te preocupes por mí. Tu verdadera preocupación debería ser si la boda se celebrará sin problemas». Le miré desafiante. Estaba tan desesperado por casarme y echarme de la manada, pero yo no quería que tuviera esa felicidad.

«¿Qué quieres decir?» El cuerpo de mi padre vibró violentamente mientras me señalaba con un dedo y preguntaba: «¿Quieres huir de tu boda?».

Me reí entre dientes y respondí: «Bien pensado. Te prometo que la boda que esperas con tanta ilusión sólo acabará siendo una vana esperanza tuya».

Entonces di un empujón a la mesa, volcándola.

No estaba contento con este banquete de mierda, y tampoco dejaría que los demás lo estuvieran.

Mi padre perdió completamente los estribos y gritó: «¡Guardias! Llevadla a su habitación. No puede salir de la habitación sin mi permiso y nadie puede llevarle comida».

Owen se adelantó y dijo con voz tranquilizadora: «Cálmate. Alina sólo ha dicho todo esto por rabia. Seguro que no lo decía en serio».

Mi padre no le hizo caso. Apartó a Owen de un empujón y dijo: «No intentes hacerme cambiar de opinión. Hoy le daré una lección».

Me hice a un lado con expresión gélida y permanecí callado. Entonces, los guardias me llevaron.

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Nota de Tac-K: Pasen una linda mañana queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /

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