El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 498

Capítulo 498:

POV de Sylvia

Alcancé la placa con el nombre y la miré. No podía ser una mera coincidencia que dos vampiros tuvieran exactamente el mismo nombre….

Pero aquellos soldados hombres lobo locales habían dicho que la esclava Ashley era una vampiresa abandonada. ¿Cómo demonios podía provenir del clan Maurice?

El clan Maurice era uno de los clanes de vampiros más grandes y poderosos. Eran tan conocidos que incluso yo sabía de ellos, ya que mi madre había mencionado ese nombre cuando era joven.

Varias guerras entre vampiros y hombres lobo habían sido iniciadas por este clan, junto con otras fuerzas.

Después de que la raza de los hombres lobo y la de los vampiros firmaran un tratado de paz, el clan Maurice se retiró de la escena pública. No había oído nada sobre este clan en años.

Entonces, ¿por qué había una placa con el nombre de ese clan en este armario? Era muy probable que éste fuera el antiguo castillo del clan Maurice.

Metí la placa en un bolsillo oculto del vestido que llevaba y salí del armario.

«¿Crees que este Ashley Maurice es el mismo Ashley que vimos en la manada de Geoffrey? ¿Esa esclava vampiro?» le pregunté a Yana con curiosidad.

Yana se quedó pensativa un rato. «Yo creo que sí. Deben ser el mismo vampiro, así que este castillo probablemente no esté tan lejos de la manada».

«Estoy realmente confundido. Todos los soldados locales decían que Ashley era una perdedora sin ningún poder especial y que por eso fue abandonada por los de su especie, pero si realmente es descendiente de Maurice, ¿cómo pudo acabar siendo una esclava?» Mientras hablaba con Yana, seguía buscando más pistas en la habitación.

Los miembros de los grandes clanes solían estar unidos, al menos en apariencia. Por muy graves que fueran los conflictos internos, tenían que mantener la dignidad cuando se enfrentaban al mundo exterior.

Si Ashley era realmente miembro del clan Maurice, sus compañeros de clan deberían haberla protegido y no se habría convertido en la esclava más humilde de una manada de hombres lobo.

«Debe haber una historia muy complicada detrás de todo esto», dijo Yana angustiada. «Tengo muchas ganas de salir ya. Aquí hace demasiado calor».

«Espera un poco más. Es casi la hora de cenar», la consolé.

Mientras hablaba, tomé nota mentalmente de la distribución de toda la habitación. Después de asegurarme de que no había nada más que ver en la habitación, apagué la vela.

«¿Por qué has hecho eso?» se quejó Yana.

Sabía que no le gustaba la oscuridad, así que le expliqué pacientemente: «La vela podría ser útil más tarde, así que tengo que guardarla».

«Ah, ya veo. Quizá nos sea útil cuando escapemos». Yana volvió en sí enseguida. Su tono astuto me hizo reír.

«Sí, así que cálmate, ¿vale?».

«Te prometo que no me pondré nerviosa. Ahora soy una loba muy valiente».

«¡Bien! Yana, eres la mejor».

Elogié feliz a mi loba, y lo que habría sido un aburrido periodo de espera se hizo menos aburrido con ella cerca.

Me senté en el borde de la cama y descansé ociosamente. Luego me levanté y caminé de un lado a otro por la oscura habitación.

«¿Qué haces, Sylvia?». preguntó Yana con curiosidad.

«Estoy tomando nota del tamaño de la habitación». Me apoyé en una pared y caminé lentamente hacia la pared opuesta, contando los pasos.

«¿Para qué sirve eso?». Yana estaba claramente confusa.

«Si averiguamos cuántos pisos y cuántas habitaciones tiene este castillo, podremos calcular su tamaño total».

Me encontré deseando que el castillo estuviera a oscuras todo el tiempo. De ese modo, me sería más fácil escapar.

Escuchando el tictac del reloj, supe más o menos qué hora era. No fue hasta que dieron casi las ocho que volví a sentarme en la cama, esperando como si nada hubiera pasado.

«Ha pasado tanto tiempo. ¿Cuándo vendrán?» Yana empezó a retorcerse en mi mente con ansiedad.

«Espera un poco más. ¿Por qué no te echas una siesta? Te despertaré cuando venga alguien», le sugerí.

Pero justo entonces, oí el sonido de unos pasos familiares.

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