El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
Capítulo 472

Capítulo 472:

POV de Sylvia

Las palabras de Félix me parecieron absurdas. No podía entender lo que quería decir. ‘¿Desde cuándo los hombres lobo tienen que someterse a los vampiros?

«¿Es tu hermana Alva? ¿No está a salvo dentro del muro?»

Los ojos de Félix se abrieron de golpe. «¿Cómo conociste a Alva? ¿Fuiste a verla?»

«Sí, me encontré accidentalmente con su hermana cuando pasé por delante del orfanato. Es una chica encantadora», dije con sinceridad.

Félix me miró fijamente. «¿Cuál es tu propósito? ¿Por qué estás aquí?»

«Mis amigos y yo simplemente queremos ayudarte. Pero primero tienes que contarme la verdad para que tengamos una idea de por dónde empezar». Quería que Félix confiara en mí. Si seguía reacio a bajar la guardia, tendría que pensar en otras formas.

Tras un momento de silencio, finalmente cedió. Me llevó a un lugar seguro y dijo: «¿Qué quieres saber? Date prisa. Aunque ahora no hay nadie, sólo podemos hablar un rato. Los vampiros vendrán pronto».

«Quiero saber qué clase de trato ha hecho Geoffrey con los vampiros».

Ante la mención de Geoffrey, el odio brilló en el rostro de Félix. «Hace mucho tiempo, Geoffrey y los vampiros habían llegado a un pacto de no agresión mutua. El precio era que los hombres lobo de fuera de la muralla, como yo, tendrían que participar en el juego de caza mensual y servir de presa a los vampiros.»

Resopló y continuó: «Los hombres lobo del interior del muro viven una vida feliz a costa de nuestras vidas. Llevan una vida pacífica y rica, con abundantes recursos. Sin embargo, el refugio seguro del que hablaban está construido sobre nuestros huesos».

Su respuesta me enfureció. «¡Ese asqueroso bastardo!»

«No te sorprendas demasiado». Félix se burló. «Nuestras vidas no significan nada para ellos. Las bestias en piel humana son los verdaderos monstruos. Aunque es un trato injusto, los hombres lobo del interior del muro admiran a Geoffrey y lo consideran un líder respetuoso.»

«¡Eso es ridículo!» No podía creer que semejante pacto se ocultara a todo el mundo.

Sin embargo, Félix sonrió irónicamente, como si estuviera cansado de que se aprovecharan de él una y otra vez. «¿Ridículo? Estoy acostumbrado».

«¿Pero los hombres lobo y los vampiros no han llegado ya a un acuerdo de paz?». Seguía confusa. «¿No tenía miedo Geoffrey de dejar entrar a los vampiros? Sólo estaba invitando a problemas».

«El acuerdo de paz es sólo un truco para mantener la paz en la superficie. Está lejos de la capital imperial. El rey licántropo no puede interferir de todos modos. Esos supuestos miembros reales probablemente estaban ocupados luchando por el trono, o divirtiéndose y consolidando su poder ahora. No tienen tiempo para preocuparse por nosotros», dijo Félix con rotundidad.

«¿Cómo no iban a preocuparse? Geoffrey debió de ocultar deliberadamente la situación para que la familia real no se enterara», me apresuré a explicar.

«Sólo porque uno o dos de ellos sean corruptos y codiciosos, no se puede generalizar a toda la familia real. Al menos Rufus no es así».

«¿Y qué? Cómo sabes tanto de la familia real?». Félix resopló con desdén. «Además, ¿cómo puedes estar seguro de que el rey licántropo no ha accedido? Tal vez nuestro sacrificio estaba escrito en el acuerdo de paz en primer lugar».

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