El amor del billonario
Capítulo 4

Capítulo 4:

Alissa salió del hospital y volvió a su casa. Era una casa de tamaño medio. Suficiente para dos personas. Alissa recibió enseñanzas gratuitas a domicilio. Como sus padres murieron cuando ella tenía doce años, así que no había nadie que pudiera pagarle la educación. Vivía con su tía, pero era muy bebedora.

Ella le daba un ingreso mensual por limpiar su casa y sólo eran tres dólares. También tenía que comprar para su hermana y cuidar de sí misma con ese dinero. Por lo tanto, lo gastaba sobre todo en su hermana. Ahorraba mucho dinero para la educación de su hermana. Después de un tiempo, su tía dejó a Alissa y a Jade y se fue a España.

Si, su tia era rica pero era demasiado cruel para gastar algo de dinero en ellas.

Alissa cuidó de su hermana. Trabajó en una panadería, incluso en una tienda de vinos.

También vendía palomitas en la calle. Al crecer, comprendieron muy bien que la vida no es fácil. Alissa estaba en la cocina preparando comida para su hermana y para ella misma.

Sirvió la comida en dos platos. Ambas se sientan en la silla del comedor y empiezan a comer en silencio. Pero Alissa rompió el silencio diciendo: «Escucha, son las 14:12. Tengo que volver al restaurante. Tengo que volver al restaurante porque no he pedido la baja y mi jefe se va a enfadar. Así que me iré después de comer. De acuerdo.

Jade asintió y Alissa comió rápidamente y se fue a trabajar. Era camarera en un restaurante que no estaba muy lejos de su casa. Entró, preparada para recibir una reprimenda de su jefe. Llamó a la puerta del despacho de su jefe.

«Pase», le dijo con voz áspera.

«Hola señor, Actu-» Alissa empezó a hablar pero su jefe la interrumpió.

«Callate. Sé que estuviste con algunos chicos. Eres una guarrilla» le dijo su jefe Jim.

Los ojos de Alissa se abrieron de par en par. No es ese tipo de chica que se divierte con chicos a altas horas de la noche. Era lo peor que había oído nunca sobre sí misma.

«No tienes derecho a decir eso por mí. Me estaban acosando. Por el amor de Dios», gritó Alissa, quizá la primera vez que gritaba y se defendía.

Jim soltó una carcajada y dijo: «¿Sabes qué? Estás despedida», dijo.

Alissa sintió como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el pecho. Pero no dejó que él se diera cuenta. Hizo una mueca, una mueca falsa, y dijo: «¿Quién eres tú para despedirme? He dejado este trabajo. Imbécil», dio un pisotón y se fue.

Volvió a su casa y fue directa a su habitación. Se tiró en la cama y soltó todas las lágrimas que pedían salir.

Para ella, la vida era tan difícil, pero aún así no se había rendido, sólo por el bien de su hermana.

Conocía a un chico llamado Joel que solía recomendarla para diferentes trabajos. Siempre la ayudaba a encontrar trabajo. Decidió que ahora era él quien podía ayudarla a encontrar trabajo. Se levantó rápidamente de la cama y vio que Jade dormía plácidamente en el sofá. Salió de la casa y se dirigió hacia donde estaría Joel.

«Joel realmente necesito un trabajo. Por favor, ayúdame» Alissa literalmente suplicó.

«Vale…entonces» Empezó a hacer algo en su portátil.

«Bien Lawrence, aquí hay un trabajo de spa. El salario es de 26,68 dólares por hora» A Alissa casi se le salen los ojos.

«Pero hay un problema. No sé nada de spa» Estaba un poco avergonzada por decir esto.

«Vale entonces…OMG…Williams Enterprises, quieren una secretaria para Eric Williams, CEO de la empresa. 2.890 dólares al mes» dijo Joel con entusiasmo.

«¡¿Qué?! Es perfecto. Pero cuando es la entrevista. Cuéntame más» dijo Alissa.

«Umm… mañana puedes ir a la entrevista. Empezará de 8:00 am a 11:45 am» Alissa asintió, prestándole toda su atención.

«Rellenaré tus datos con esto. Ok» Dijo y ella volvió a asentir.

Después de un rato, recogiendo más información, se fue a casa. Solo rezaba para que le dieran el trabajo, y tal vez su vida volviera a tomar el rumbo correcto.

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